Sorpresa en 'Bake Off' por la decisión del jurado, tras la mayor bronca de Alba Carrillo y Patxi Salinas
Si la expulsión de Terelu Campos la semana pasada fue una de las más dolorosas de Bake Off, en esta novena entrega del talent repostero de TVE los jueces se resarcieron con una decisión sorprendente: “No se marcha ninguno”, anunciaron tras una noche de locura.
En la primera prueba, las tartas mostraron un nivel muy bajo. Lo contrario a la segunda que todos estuvieron muy igualados. Pero en la tercera hubo tanta tensión que provocó la mayor bronca hasta le fecha.
Algo que no quitó que las elaboraciones presentadas asombraran al jurado por el alto nivel de implicación. Por ello, decidieron salvar a los dos más flojos.
Primera prueba por equipos y el cuchillo de Alba a Rocío
Los pasteleros vivieron los primeros conflictos de la noche ya en la primera prueba, donde tuvieron que ponerse de acuerdo para crear un puzzle de tartas por equipos, con diferentes sabores y elaboraciones.
La primera capitana fue Alba Carrillo por ser la pastelera estrella de la semana anterior y escogió a Patxi como capitán del equipo rival. Ella decidió rodearse de Ana y Blas; mientras que el deportista se quedó con Pablo y Rocío. Lo que provocó el primer rifirrafe entre la modelo y la hija de Rocío Jurado: “Gordi, eso no es una amiga”, dijo la de Chipiona.
Durante el cocinado, Ana iba aconsejando a Alba sobre la receta, ejerciendo de líder en la sombra. Aunque la modelo era tan mandona que acabó superando a la hija de la Preysler. Algo que no logró el vasco.
Al acabar el tiempo, el equipo de Patxi entregó unas elaboraciones equivocadas en cantidad, arriesgadas en sabor y pasadas de acidez, crema cortada y un “mazacote” de bizcocho. Las tartas fueron flojas, como las notas que pusieron al capitán. Mientras que la banda de Carrillo tampoco entusiasmó pero sí entregó tartas correctas.
Prueba técnica con el brillo sorpresa de Patxi
El segundo reto de la noche propuso a los famosos que viajaran en el tiempo y sufrieran para reproducir una antigua receta del siglo XVIII sin la ayuda utensilios modernos. “De una manera súper artesanal” pidieron los jueces, montando a mano el merengue, logrando una réplica exacta al modelo.
Tras el cocinado, llegó el momento de la cata que asombró a los jueces por unos trabajos que superaban con creces a las anteriores. Todas presentaban un sabor muy logrado, pero la que destacó fue la de Patxi: “El puntito del merengue está mejor que el resto”, señalaron ante la sorpresa de sus compañeros.
“Estáis todos a un nivel muy parejo y van a ser pequeños detalles los que hagan que os vayáis u os quedéis”, advirtieron.
Prueba fantasía con la mayor bronca hasta la fecha
La última prueba apasionó a los famosos al ver su propio retrato al estilo de sus pintores favoritos: desde Picasso, a Mondrian, pasando por Dalí, Warhol... en dos horas tuvieron que ejecutar una tarta inspirada en ellos.
Durante el cocinado, la mayor crisis la protagonizó Alba por ver que Patxi había acaparado el abatidor. Le echó una gran bronca delante de todos y Ana corrió a solucionar lo ocurrido. “Yo prefiero ir a lo mío porque se está liando una que a mí no me va”, comentaba la hija de la Preysler por lo bajo, mientras Pablo alucinaba con la “guerra”.
La tensión hizo que se crearan dos bandos: quienes apoyaban a Alba por la falta de compañerismo a la hora de usar los utensilios de cocina y los que creían que todo era por la tensión vivida pero no por no compartir.
La primera en presentar su tarta fue Rocío que hizo un “buen trabajo” pero no convenció por tener “un buen lejos” y no saber a las imprescindible hierbas provenzales; la de Alba “dejó claro” el arte de Frida Kahlo y conquistó a los jueces; Patxi entregó la Mona Lisa de Da Vinci “poco trabajada” pero “clavando” el puntito de sabor.
Pero los que más gustaron fueron Pablo que asombró visualmente con su homenaje a Dalí y conquistó a medias; Blas que presentó un Mondrian que “encantó” en apariencia y más aún en sabor: “Es perfecta”, sentenciaron. Acabó Ana con su apuesta por Warhol que calificaron de “impresionante”.
Con todo ello, la de esta noche fue una de las deliberaciones más difíciles hasta entonces. Ana y Blas fueron reconocidos como los mejores de la prueba pero el delantal de pastelero estrella fue para el cantante. El único que ha repetido hasta ahora. En contraposición, Pablo y Rocío fueron los que menos convencieron por lo que el jurado decidió lo siguiente: “El que debe abandonar la carpa es ninguno”.
Una decisión que comentaron que era la más justa porque había sido una noche “muy estresante. La primera fue muy débil, la segunda lo hicisteis muy parecidos y la última fue de aplausos”. Así que fue la primera semana en la que ninguno se marchó. Y hasta Patxi y Alba se abrazaron de la emoción.