Abordar el origen de ETA no parece una tarea fácil, meterse en la piel de quienes fueron sus primeros líderes tampoco. Y eso es precisamente lo que el director Mariano Barroso se ha propuesto hacer en La línea invisible, su primera serie después de El día de mañana, que viaja a la España de los 60 a conocer el contexto y las motivaciones que llevaron a un grupo de jóvenes a convertirse en el germen de la banda terrorista.
Anna Castillo interpreta a uno de estos personajes, aunque recuerda que “no es un documental, es ficción”. La actriz rueda hasta mediados de agosto en Euskadi para la producción de Movistar+, de la que adelanta que “va a ser cruda y dura en algunos aspectos. ”En un principio lo que querían era luchar por una sociedad mejor y menos oprimida“, revela a Vertele en una entrevista en Irún, mientras graban escenas que tienen lugar en un colegio de la localidad de Guipuzcua.
En la misma jornada coincidimos con sus compañeros de reparto Antonio de la Torre, Álex Monner y Patrick Criado.
“Txiki es la chica del grupo”, desvela, la encargada de dar “el punto de vista femenino” en un “mundo muy masculino”. “Desde que es pequeñita forma parte de este conjunto de chavales que comparten ideales, creencias políticas y sociales”, añade.
Sus cualidades le llevarán a encargarse del aparato político y de la propaganda. “Tiene carácter, es valiente y quiere luchar por lo que quiere”, añade. Aunque también asegura que “conforme va avanzando la serie, se le van planteando conflictos internos”, que le llevan a “cobrar una mayor profundidad por las contradicciones que siente”.
Eso sí, es esa profundidad“ lo que le ha llevado a ”empatizar con un grupo de chavales que no sabían lo que iba a pasar. Que se dejaban llevar por sus creencias, ideales y lo que les contaban, pero que no tenían ni de cómo iba a ser el tema“. Es más, ”si lo hubieran sabido se hubieran sorprendido muchísimo, porque todo empieza desde un sitio más naíf“.
Preguntada por el motivo por el que esos personajes deciden formar parte de ETA, Castillo explica que en su origen, estaban convencidos de que luchaban por “una sociedad mejor, más libre y menos oprimida en un momento en el que el País Vasco estaba muy reprimido”.
Defiende que “creían en ello, pero en un momento se les fue de las manos y cruzaron la línea invisible”. La línea a la que se refiere el título de la serie hace precisamente referencia al primer asesinato de la banda, cometido por Txabi Etxebarrieta, a quien encarna Monner.
La ganadora del Goya por su trabajo en El olivo describe que todos ellos “tienen agallas y se dejan llevar por sus creencias”. “Leyendo el guion los humanicé y sentí que aquí había una historia que contar”, comparte.
La actriz se muestra entusiasmada y agradecida por rodar en Donosti, pero aclara que su personaje no hablará euskera. Hecho realista dado que en el momento en el que se sitúa la historia “estaba prohibido utilizarlo. Todos tenemos acento vasco, pero cada uno es de un sitio”.