El Intermedio ha despedido la semana poniendo énfasis y flamenco en su mirada a las elecciones estadounidenses. Joaquín Reyes se ha convertido en Kamala Harris, la “vicepresidenta por el momento” de Joe Biden y candidata demócrata a la Casa Blanca.
“Soy la gran esperanza blanca de América. Bueno, tiramisú, café latte”, decía el humorista, caracterizado como la política, que se encuentra prácticamente empatada con Donald Trump según la encuesta de CNN de cara a los comicios del 5 de noviembre. “Soy la única que puede parar a los ultras en la primera potencia mundial”, decía, con la esperanza de que “no se pinche el soufflé”.
La sección de Reyes sirvió para resumir las principales líneas de debate y comentario en torno a Harris, como su popularidad: “¿Cómo no voy a ser la favorita de la people con rollazo?”, preguntaba, reivindicando su negritud jugando al baloncesto. También su popularidad entre las élites de la cultura pop, con alusión a Taylor Swift.
“Algún madafaca me puede tachar de inconsistente”, se quejaba por las críticas a su programa, dejando pie a ironizar con la tenue posición respecto a la guerra en Gaza: “¿Derecho al aborto? Sonrisa. ¿Matrimonio gay? Sonrisa. ¿América multicultural? Sonrisa. ¿Tregua en Gaza? Son... las diez, se me ha hecho tardísimo”, se despedía de una pieza en la que hubo espacio para personalizar canciones al son de su nombre: de “Tú me Kamalas” a “Kamala Kamala Ding Dong” al ritmo de Rocky Sharpe.