Tras remover conciencias y triunfar en Netflix con su monólogo 'Nanette', en el que desde la comedia y el humor repasa los peores momentos de su vida intentando ocultar su condición sexual, Hannah Gadsby volvió a coronarse en los Emmy 2018.
La cómica y guionista subió al escenario para entregar el premio a la Mejor dirección de una serie de drama, y con apenas un minuto sobre el escenario le bastó para llevarse la mayor ovación de la gala gracias a su humor irónico y feminista.
Tras tomar posición ante el micrófono, pareció sentirse impresionada por el momento: “Esto... ¿No es anormal? El mundo se ha vuelto un poco loco. Quiero decir, que alguien como yo, una don nadie venida de ningún lugar, tenga esta dulce aparición... Traje gratis, botas nuevas...”, comenzó, arrancando las primeras risas.
Pero lo mejor estaba por llegar: “Y sólo porque no me gustan los hombres”, dijo de forma cortante dejando una pausa para las risas, y aclarando rápidamente: “Es un chiste, por supuesto. Solo es un chiste, tíos, tranquilizaos. Ya sabéis, hashtag #NotAllMen (no todos los hombres)... pero muchos de ellos”.
Tras hacer otra breve pausa en la que el público rompió en aplausos y gritos, siguió la misma estrategia cómica: “Son solo bromas, pero ¿qué son bromas estos días? No lo sabemos. Nadie. Nadie sabe lo que es una broma... sobre todo los hombres. ¿No es así, tíos? Por eso estoy presentando aquí sola”.
Tras su brevísimo monólogo, que en apenas 50 segundos revolucionó a los asistentes, Gadsby anunció el premio para Stephen Daldry por 'The Crown', que no estaba presente para recogerlo, por lo que la cómica también aprovechó para bromear: “Y por supuesto, Stephen no podía estar con nosotros esta noche para recoger el Emmy él mismo porque... probablemente por mí. Así que creo que me voy a ir ahora... Ha hecho bien”, mientras se marchaba sin despedirse y hablando a distancia del micrófono.