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Aunque todo comenzase hace cinco millones de años, en realidad para nosotros la Cueva de Nerja no existió hasta 1959, cuando cinco chicos que perseguían murciélagos por el campo dieron con una abertura que conducía a las entrañas de la tierra, y descubrieron así la sima de Maro. Hoy, mundialmente conocida como la Cueva de Nerja, esconde una serie de galerías y formaciones subterráneas que por méritos propios son uno de los atractivos turísticos más singulares y visitados de toda la provincia de Málaga.
La Cueva de Nerja no es una cueva cualquiera. No es solo una gruta repleta de formaciones kársticas elaboradas por el agua a lo largo de miles de años, sino que además es un importante enclave que nos habla de la historia de la humanidad al albergar pinturas rupestres, restos arqueológicos y diferentes enterramientos. Para preservarla la Fundación Cueva de Nerja trabaja por su cuidado y, además, cuenta con un museo que exhibe algunas de las piezas aquí encontradas.
Era el 12 de enero de 1959 cuando José Torres, Miguel y Manuel Muñoz, Francisco Navas y José Luis Barbero, en su adolescencia, vieron que de un pozo conocido como la Mina salían grandes cantidades de murciélagos. La curiosidad fue mayor que la prudencia, y equipados con una linterna y un martillo decidieron adentrarse hacia la oscuridad hasta que dieron con un pasadizo. Y no solo encontraron murciélagos, sino también unos esqueletos humanos acompañados por unas vasijas. El susto fue tal que corrieron despavoridos para contar al maestro de la escuela lo que habían encontrado. Un médico y un fotógrafo fueron a comprobar lo que los chicos decían haber visto y poco después lo corroboraron. Los mayores del lugar aún recuerdan la enorme repercusión que tuvieron las fotos y la noticia que se publicó en el diario Sur de Málaga.
Tras diferentes excavaciones y trabajos de acondicionamiento la cueva se abrió al público un año y medio después con un singular acto de inauguración: la actuación del Ballet Le Tour de París acompañado por la Orquesta Sinfónica de Málaga. Y aunque durante décadas fue víctima del turismo sin demasiado control, en la actualidad el respeto y la conservación están siempre por delante. Incluso se instauró un Festival Internacional de Música y Danza Cueva de Nerja, que lleva 60 años celebrándose, pero actualmente se celebra casi al completo en el exterior.
Hay mucho que ver cuando nos metemos bajo tierra en Nerja. La cueva alcanza un desarrollo topográfico de 4.823 metros y se divide en tres sectores, y aunque las Galerías Altas y Galerías Nuevas estén cerradas al público, con las Galerías Bajas o Turísticas tienes más que de sobra para hacerte una buena idea de su importancia geológica.
Si la visitamos en verano, cuando entramos la primera sensación es de frescor pues en su interior hay una temperatura constante todo el año de 19ºC. La karstificación y el trabajo del agua han hecho que su interior esté repleto de formas caprichosas, con innumerables estalactitas, estalagmitas y columnas allá donde miremos. Y con un poco de imaginación las rocas que nos rodean empezarán a recordarnos multitud de formas. Al comienzo pasaremos por salas como las del Vestíbulo, la Mina y la Torca, para más adelante llegar a otras como la de Belén o la de la Cascada, cuyas formaciones nos harán pensar en un gran salto de agua.
Continuaremos hasta la sala de los Fantasmas, donde algo escondidas se encuentran algunas pinturas rupestres, hasta que por fin llegamos al plato fuerte de la visita: la sala del Cataclismo. Un enorme espacio presidido por una gigantesca columna de 32 metros de alto y 18 de diámetro, tan grande que es considerada la mayor del mundo y que en su día entró en el libro Guinness World Records. Un lugar en el que sentirse muy pequeñito e insignificante, si tenemos en cuenta que las formaciones que nos rodean tienen entre 5 y 4 millones y medio de años.
Ya que estás, no es nada recomendable pasar por alto el Museo de Nerja. Entre otras cosas porque en él hay expuestos muchos de los hallazgos de la Cueva de Nerja. El museo también pertenece a la misma fundación que la gruta y está especialmente orientado a hacernos entender mejor su importancia histórica, y no solo geológica.
Por poner algunos ejemplos, aquí podrás ver una pulsera de mármol completa aunque fracturada, un elemento de ornamento personal que fue encontrado en la sala del Cataclismo, donde se llevaron a cabo enterramientos desde mediados del Neolítico hasta comienzos del Calcolítico. También un depósito funerario, un vaso esférico de 30 cm de altura de cerámica encontrado en 2018, así como una pieza con una representación grabada en forma de pato.
Y por supuesto, ‘Pepita’. El esqueleto de una mujer de unos 19 años de edad descubierto en 1982 en un enterramiento del Epipaleolítico. Gracias a la ciencia sabemos que su musculatura era débil, que medía 150 cm, que era zurda y que padeció una severa infección en su oído izquierdo. Se estima que vivió en torno al año 7.900 a. C.
Si quieres conocer la Cueva de Nerja te vendrá bien tener en cuenta unas cuantas cosas para preparar mejor tu visita. Por ejemplo, es importante saber que es necesario comprar tu entrada con anticipación, que la básica con audioguía tiene un precio de 13 € y que, además, existe una visita gratuita de lunes a viernes a las 10:00 horas. Todas ellas, incluso la del Museo de Nerja que cuesta 3 €, las puedes comprar de manera online.
Además, ten en cuenta que es recomendable visitar la cueva con calzado cerrado y que las chanclas están prohibidas ya que el suelo puede resbalar. Que pasaremos por unos 400 escalones, que por motivos de conservación el arte rupestre no se puede mostrar al público y que sí está permitido realizar fotografías siempre que sean sin flash. Y por supuesto, lo más importante de todo, no podemos olvidar que nunca, jamás, se deben tocar o alterar las formaciones que en la Cueva de Nerja vamos a encontrar.
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