Cinco planes de última hora para escaparte el puente de diciembre

Roberto Ruiz

Cada año, el mismo dilema: ¿a dónde podemos ir en el puente de diciembre? Los días libres hay que disfrutarlos al máximo y el último mes del año empieza con dos fechas que, por muy mal que caigan, las podemos aprovechar para hacer un pequeño viaje de varios días. El famoso puente de la Constitución o de la Inmaculada es el momento perfecto para escapar de la rutina y, si aún no habías cerrado ningún plan, aquí tienes cinco propuestas para poner tierra de por medio.

Un puente como este nos ofrece el tiempo suficiente tanto para buscar alguna escapada nacional cercana como para salir a algún destino extranjero no muy lejano en el que cambiar por completo de aires. Con el otoño ya bien avanzado y la Navidad a la vuelta de la esquina, las opciones son variadas y tentadoras. Tan diversas, que hasta podemos buscar alternativas más parecidas a la primavera que a esta época del año. Pero eso sí, si ves que te convence alguna de estas ideas, corre y no te lo pienses porque todas están muy solicitadas.

En busca del ambiente navideño por Europa

A estas alturas, hay lugares que ya están inmersos en plena Navidad. Y además, en una Navidad como la de las películas, con su frío helador, sus árboles navideños, sus luces, sus adornos y todas sus cosas. Para vivir algo así, rodeados de un ambiente tan festivo como bucólico, una de las mejores opciones que tenemos es la de visitar alguna ciudad que cuide especialmente sus mercados navideños. Por suerte, en Europa, y a un breve vuelo de distancia, tenemos unas cuantas que nos pueden trasladar a una Navidad de cine. 

Si te animas con algo así, te vendrá bien tener a mano este artículo sobre los mejores mercados navideños de Europa. Verás que hay maravillas, como Colmar o Praga, que nos convierten automáticamente en los protagonistas de un cuento de Navidad, o ciudades majestuosas como Viena o Berlín, cuya oferta de entretenimiento es perfecta para quienes viajen en familia. Mientras que Estrasburgo, por su parte, es capaz de reunir la magia de Alsacia y la variada oferta de una gran ciudad en un solo lugar.

Buscar temperaturas más cálidas y cercanas

Si lo de 'Oh, blanca Navidad' no es para ti, no hay problema, porque puedes aprovechar el puente de diciembre para salir en busca de temperaturas más templadas. ¿Quién dijo que fuera obligatorio pasar frío? Si prefieres quedarte en España, no hace falta ni salir de la península ibérica. Una escapada a Málaga nos permitirá descubrir espacios como el Museo Picasso Málaga, el Museo Carmen Thyssen y el Centro Pompidou, además del Castillo de Gibralfaro, la Alcazaba y el Teatro Romano. A solo unos minutos pueblos blancos como Frigiliana, Mijas o Nerja pueden completar el viaje.

Pero si prefieres salir también tienes destinos cercanos cuyas temperaturas no defraudan. No sería raro que en Malta pudieras disfrutar de una temperatura media de unos 20ºC y la isla tiene un tamaño perfecto para conocerla a fondo en pocos días, parando tranquilamente en La Valletta. Del mismo modo, hay otras dos opciones no muy lejanas que tampoco fallan: Madeira, en Portugal, y Creta, en Grecia. Ambas rodeadas de agua, la primera con una maravillosa mezcla entre lo moderno y lo antiguo, y la segunda como un hito imprescindible para los amantes de la historia clásica.

Vivir un otoño marrón y amarillo, como es debido

El puente de diciembre puede ser también la última oportunidad para disfrutar los bosques caducifolios españoles antes de que pierdan todas las hojas al final del otoño. Por lo que, si lo que buscas es pasar unos días en plena naturaleza y hacer algo de senderismo, quizá este sea tu plan. Opciones tienes muchas, aunque si quieres jugar fuerte no olvides tener en cuenta la Selva de Irati, en Navarra. Es el segundo bosque de hayas y abetos más grande de Europa, lo que lo convierte en uno de los destinos otoñales más deseados del país. Aunque sea un viaje de última hora, quizá tengas suerte y aún puedas disfrutar de él.

Pero hay vida más allá de Irati. El Cañón de Añisclo, en Huesca, no se queda atrás y en esta época del año sus bosques alcanzan su mayor esplendor. Puede ser la excusa perfecta para disfrutar unos días del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Si no, el Parque Natural de Gorbeia, en Álava y Vizcaya, también te puede regalar paseos inolvidables bajo las hayas de Otzarreta. Y si prefieres algo un poco más al sur, no te pierdas el Hayedo de Tejera Negra, en Guadalajara, donde además podrás aprovechar para conocer pueblos de arquitectura negra como Valverde de los Arroyos, Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas, Robleluengo o Mataelrayo, construidos en pizarra y piedra oscura.

Una escapada rural junto a la chimenea

Las fechas y la temperatura acompañan para salir de la ciudad y buscar algo de relax en un entorno rural. Y si es en un pueblo bonito y con encanto, mejor que mejor. Cuando se acerca el invierno, apetece un poco de chimenea y manta, calles de piedra por las que pasear y una gastronomía de esas que resucitan a un muerto. Por lo que te proponemos varias opciones: el Pirineo de Girona, la Sierra de Francia o Cantabria.

El Pirineo de Girona está cargado de naturaleza y además comarcas como la de la Garrotxa, el Ripollès y la Cerdanya esconden pequeñas poblaciones con un importante legado histórico y cultural. Pueblos como Santa Pau, Beget, Camprodon, Ripoll o Llívia pueden ayudarte a desconectar. La Sierra de Francia, en Salamanca, está plagada de pueblos pintorescos, con La Alberca como mejor representante de su arquitectura rural, pues no por casualidad fue la primera población rural de España declarada Monumento Histórico Nacional. Mientras que Cantabria y algunos de sus pueblos más bonitos, como Bárcena Mayor, Carmona, Liérganes, Potes, Mogrovejo y Santillana del Mar, ofrece una escapada llena de verdor rodeada de prados y montes en plena naturaleza.

Un contraste cultural: Marruecos

El puente de diciembre también puede ser el momento perfecto para dar un pequeño salto y plantarnos en Marruecos. Pero ojo, no caigas en el error de pensar que en África hace calor, y menos en un lugar tan montañoso como es el país vecino. Estos días del último mes del año pueden ser suficientes para descubrir algunos de sus mejores atractivos, aunque tendremos que seleccionar solo algunos de ellos para aprovechar mejor el tiempo.

Aunque esté aquí al lado el contraste cultural está asegurado, así como también lo está la que para muchos es una de las mejores gastronomías del mundo. En tu ruta no debería faltar Chefchaouen con sus calles de intenso azul, Fez con su cautivadora y caótica medina, Marrakech con su ajetreado ritmo rodeado de palacios, mezquitas y zocos, Meknes con su Gran Mezquita y la espectacular puerta Bab El Mansur o Essaouira si lo que buscamos es un poco embrujo marroquí a orillas del gran Atlántico.