Esmorzaret en Valencia: los mejores sitios para disfrutar de la tradición que es mucho más que un buen bocata
Hablemos del esmorzaret, la tradición gastronómica valenciana que bien podría robarle la fama internacional a la mismísima paella. En Valencia se toman muy en serio su alimentación pero lo del esmorzaret va un paso más allá. Para un valenciano el almuerzo no es comer por comer, sino más bien una costumbre sagrada con la que hay que cumplir. Y no, no se trata de un simple tentempié entre el desayuno y la comida, sino un ritual social profundamente arraigado en la cultura local.
El esmorzaret es un rito que ha pasado de generación en generación, desde las clases trabajadoras y campesinas que necesitaban reponer fuerzas a media mañana, hasta convertirse en una cita diaria para muchos valencianos hoy. Es más que una tradición culinaria: un momento para desconectar, relajarse y disfrutar de la buena comida bien acompañados. Una pausa para disfrutar sin prisas, a pesar del ajetreado ritmo de vida y una parte fundamental de la identidad valenciana que, si eres visitante, jamás deberías pasar por alto si de verdad quieres conocer las costumbres de esta región.
El esmorzaret no es solo un bocadillo, sino todo un ritual que ha de ser respetado. Desde las nueve de la mañana los bares reciben a sus comensales y pueden estar sirviendo almuerzos hasta media mañana. Y sí, mucha gente cumple con su esmorzaret a diario con sus compañeros de trabajo, pero son los almuerzos del fin de semana los elegidos para compartir la mañana con calma entre familia y amigos.
El ritual del esmorzaret
Para almorzar, uno no llega a un bar, se pide un bocata, se lo come y se va. El esmorzaret va mucho más allá. Empieza por el elegir el bocadillo que te tomarás hoy, quizá sea de una carta, quizá sugerencia del bar o, también, puede que tú mismo elijas los ingredientes que quieres meter en el pan escogiéndolos directamente frente a una vitrina. Una vez que está la comanda en marcha, entonces puedes esperar con un plato de cacaos del collaret (cacahuetes) y otro de olivas, e incluso en algunos sitios con una ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla. Es lo que marca la tradición. ¿Para beber? Una cerveza (con o sin alcohol) o un vino con gaseosa, por ejemplo.
Después llega el bocadillo, el gran momento. La variedad es enorme pero hay algunos que no fallan. El chivito es uno de los más conocidos, con lomo o pechuga de pollo, huevo frito, beicon, mayonesa, lechuga, tomate y queso. También el de brascada, con filete de ternera, cebolla y jamón serrano. O el almussafes, con sobrasada, queso y cebolla caramelizada. O por qué no, también los de longaniza, morcilla y tomate; el de sepia con mayonesa; el de lomo, pimiento, huevo frito y patatas fritas; el de tortilla de infinidad de variantes o el de chipirones con mayonesa. Prácticamente cualquier cosa que se pueda meter en un pan, porque siempre estará para chuparse los dedos.
Para terminar, como manda la tradición, lo suyo es pedirse un cremaet. Un café solo con ron, limón, azúcar y canela, aunque el licor se puede adaptar según los gustos. Se sirve normalmente flambeado, aún con un poco de llama, para que el alcohol se vaya consumiendo. Todo esto, desde que empezaste con los cacahuetes al principio hasta que terminas ahora con el café, es el famoso esmorzaret valenciano.
Un dato que puede llamar la atención: también es posible almorzar en un bar llevando tu propio bocadillo de casa, y acompañándolo allí con todo lo demás. Algo mucho más usual entre semana.
10 sitios para disfrutar de un buen esmorzaret valenciano
No vas a volverte loco buscando un sitio en el que almorzar en Valencia, porque bares en los que podrás disfrutarlo hay muchísimos. Pero claro, no todos los sitios son iguales y siempre hay algunos especialmente recomendables que han sabido acaparar cierta fama a base de conquistar estómagos. Tampoco te limites a Valencia capital, porque si además puedes probar alguno de los alrededores, mejor que mejor.
Si estás de visita en Valencia y quieres ir a lo seguro, aquí tienes diez recomendaciones para no equivocarte en tu elección.
- La Pascuala (El Cabanyal, Valencia):
Situado en el barrio marinero de El Cabanyal, muy cerca de la playa de Malvarrosa, La Pascuala es uno de los bares más míticos para disfrutar de un buen almuerzo. Famoso por sus bocadillos gigantes, como el de beicon, queso y tortilla francesa, o el barrilete con sobrasada, beicon y patatas fritas, este lugar es un referente entre los locales. Su ambiente familiar y tradicional, además de su cercanía a la playa, lo convierte en un sitio de parada obligatoria para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica.
- El Pastoret (Nàquera, Valencia):
Ubicado en las proximidades de la Sierra Calderona, El Pastoret es conocido por sus almuerzos contundentes y de calidad, perfectos para los excursionistas y los amantes de la naturaleza. Es famoso por sus almuerzos XXL y entre sus bocadillos más famosos destaca el Don Otilio, con oreja de cerdo adobada con crema de queso curado; o el Petao Petao, con salsa Pastoret, lechuga, tomate, pechuga empanada, queso Havarti, lacón y beicon. El entorno natural y la amabilidad del personal hacen de este bar un lugar especial para disfrutar de un buen almuerzo tradicional.
- Va de Bo (Alfarp, Valencia):
Este establecimiento situado en la pequeña localidad de Alfarp destaca por su carta variada de bocadillos. Va de Bo se ha hecho un hueco entre los aficionados al esmorzaret por bocadillos como el Manró, con secreto ibérico, salsa de setas, beicon y tomate rallado; o el Cerveró, con pollo rebozado, queso cheddar, beicon y una salsa de miel y mostaza. Su ambiente acogedor y su agradable terraza son ideales para disfrutar de un buen almuerzo a media mañana.
- La Mesedora (Algemesí, Valencia):
Ubicada en Algemesí, La Mesedora es conocida por sus bocadillos tradicionales y generosos, con productos frescos y de proximidad. Entre sus opciones más populares están el bocadillo quart de poblet, con tomate natural, lomo, queso brie fundido, beicon, salsa cheddar casera y cebolla crujiente. O el Brascafuà, con entrecot, toques de foie con reducción de vino tinto y cebolla morada caramelizada. Gracias a su carta de calidad se ha convertido en un lugar de referencia para los amantes del esmorzaret.
- Nuevo Oslo (Valencia):
El Nuevo Oslo es un bar de barrio que destaca por su autenticidad y la calidad de sus almuerzos. En su carta encontrarás desde el clásico bocadillo de tortilla de patatas hasta combinaciones más elaboradas como el bocadillo de pulled pork o el Pablico, con ternera troceada con salsa de chili dulce. Su ambiente acogedor y la cercanía a zonas de interés turístico en Valencia lo hacen una parada perfecta para quienes quieren disfrutar de la gastronomía local.
- El Racó de Vega (Xàtiva, Valencia):
Ubicado en una zona de polígono, como muchos de los mejores bares para degustar un buen esmorzaret, El Racó de Vega es famoso por ofrecer una experiencia gastronómica a lo grande cuando de almorzar se trata, con bocadillos que superan el medio metro. Sus bocadillos más solicitados son el de patatas a lo pobre con ralladura de trufa, secreto ibérico y chistorra; o el de revuelto de gambas, champiñones y queso de cabra. Es un sitio auténtico al que infinidad de feligreses peregrinan para empezar el día con el estómago lleno.
- Kiosko La Pérgola (Valencia):
Ubicado en los Jardines del Turia, el Kiosko La Pérgola es un rincón emblemático de Valencia para tomar un almuerzo al aire libre. Un lugar agradable como pocos y que ofrece bocadillos de renombre como el bombón, con lomo, queso, champiñones, salsa verde y mayonesa; o el full equip, compuesto de longaniza, cebolla, beicon, cebolla, tomate, patatas y mayonesa. Con semejante despliegue, no suele venir mal darse un paseo después por el antiguo cauce del Turia para bajar el festín.
- Cremaet (Valencia):
Este bar debe su nombre al famoso café 'condimentado' del que ya te hemos hablado, pero también destaca por sus almuerzos típicos. Su carta es amplia y sugerente, pero todo suena demasiado bien como para decidirse fácilmente. Seguro que con el top musafes 3.0, con sobrasada plancha, beicon, cebolla pochada, queso curado y huevo frito; o con el Snoopy, con lomo, pimientos verdes, patatas a lo pobre y mahonesa, no te equivocas. Su ambiente moderno y su excelente ubicación en la ciudad lo convierten en una opción muy popular entre locales y visitantes.
- Mistela (Valencia):
Mistela es un bar que apuesta por la fusión de tradición y modernidad. Su oferta de esmorzarets incluye bocadillos tradicionales como El Clot, de tortilla de patata con alioli, y otros más innovadores, como el pegasus, con carne de caballo, queso y mery de sésamo. Además, su buen ambiente y su carta de vinos lo convierten en una opción para quienes buscan una experiencia más sofisticada sin renunciar a la tradición.
- Mesón Canela (Valencia):
El mesón Canela, ubicado en el centro de Valencia, ofrece una variedad de bocadillos tradicionales de marcado sabor casero que encanta a sus visitantes. Entre los más populares están el bocadillo Manolo, con dos longanizas, morcilla restregada y pimientos; o el Lola, con panceta con tortilla francesa y mayonesa. La atmósfera acogedora y su servicio rápido lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de un esmorzaret típico en la zona de El Calvari.