Tres excursiones que puedes hacer con niños este puente de noviembre cerca de Madrid
Con la llegada del puente de noviembre, ya son muchos los que planean una excursión aprovechando el fin de semana largo para disfrutar de algún plan solo o en compañía. Madrid y sus alrededores ofrecen multitud de alternativas idóneas para disfrutar de una escapada de manera fácil y accesible.
Tanto si ya conoces Madrid capital como si no, existen varias opciones con las que disfrutar también con los más pequeños de la naturaleza, que está en plena explosión otoñal de colores. Desde el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama hasta el área recreativa de la Laguna del Campillo, la provincia ofrece múltiples opciones para todos las edades.
Conocer algunos de los parajes naturales de la zona es una gran opción para planificar este puente de noviembre con sencillez. Te proponemos tres excursiones que puedes hacer con niños este puente de noviembre cerca de Madrid.
Ruta de El Chorro de Navafría, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama
La ruta de El Chorro de Navafría, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, ofrece una cascada espectacular. Con 60 metros de altura, está conformada por dos saltos de agua del arroyo con el mismo nombre en el valle del río Cega.
El recorrido circular, de tan solo 1 kilómetro y medio de longitud y una duración estimada de algo más de media hora, es sencillo y accesible, por lo que es una gran alternativa para que los niños disfruten de la naturaleza de la sierra.
Para comenzarla habrá que acceder al área recreativa de El Chorro de Navafría, desde la cual es posible transitar por una pista asfaltada que atraviesa el aparcamiento y pasa cercano a un restaurante. A la izquierda de este se encuentra un camino de tierra por el que habrá que caminar paralelos al arroyo de El Chorro, atravesando a su vez uno de los bosques de pinos silvestres mejor conservados de toda la península.
Por otro lado, además de este tipo de vegetación también es posible descubrir otro tipo de árboles y variada flora, como acebos, rosas silvestres, estepas y un vasto mar de helechos. Tras apreciar toda la vegetación, el camino continuará directo hasta el salto de agua que nombra a la ruta.
En este punto, es posible observar cómo el agua erosiona las rocas cercanas abriéndose paso entre ellas. Tras disfrutar de la maravilla natural, habrá que volver al aparcamiento cruzando por un puente que atraviesa el arroyo, caminando de forma paralela al arroyo de nuevo hasta llegar al punto de partida.
Bosque Finlandés de Rascafría
El Bosque Finlandés de Rascafría, en Madrid es un enclaves naturales singular por su parecido a la espesura y los colores de las arboledas escandinavas. La ruta desde el pueblo hasta el bosque finaliza en una mágica cabaña, rodeada por un lago sobre un muelle olvidado.
Para comenzar, habrá que aparcar en el pueblo con el mismo nombre, desde donde dirigirse hacia el Camino del Papel, denominado así por el uso que los monjes le daban a los árboles de la zona en el pasado. A continuación, habrá que cruzar el Puente del Perdón, que atraviesa las aguas del río Lozoya hacia el Monasterio de Santa María del Paular.
Tras atravesar todas las construcciones religiosas históricas, será posible acceder al Bosque de Finlandia, una vasta arboleda compuesta por álamos, abedules y abetos. Al continuar por ella es posible llegar hasta un claro, donde se encuentra una antigua cabaña.
La ruta no tiene apenas dificultad, lo que la vuelve una alternativa idónea para realizar en familia durante el otoño, aprovechando los característicos colores del bosque y disfrutando del entorno.
Ruta por la Laguna del Campillo, en Rivas Vaciamadrid
La ruta por la Laguna del Campillo, en Rivas Vaciamadrid, es un buen recorrido para iniciar a los niños en el senderismo y el amor por la naturaleza. El recorrido, de 6 kilómetros y medio de longitud y 2 horas de duración, finaliza en un centro de educación ambiental.
Para llegar al enclave habrá que acceder al pueblo de Rivas a través de la salida 19 de la A-3 hasta llegar al aparcamiento habilitado. Desde ahí es posible comenzar todo el paseo circular, el cual se puede efectuar tanto a pie como en bicicleta.
Además de la laguna, de origen artificial, es posible disfrutar de un pequeño pinar y de las vías del antiguo tren de Arganda, el cual solo funciona los domingos y con uso turístico en la actualidad. La ruta no tiene pérdida, ya que tan solo habrá que continuar por el camino rodeando el agua, por lo que es posible llevarla a cabo con niños de todas las edades.
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