Garganta de los Infiernos: un baño refrescante en las piscinas naturales del Valle del Jerte

Garganta de los Infiernos.

Elena Segura

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Una de las zonas de baños naturales, con saltos y cascadas, más impresionantes del mundo. Un trayecto circular de 16 kilómetros marcado con señales blancas y amarillas para recorrer andando en unas seis horas. Un río que erosiona el paisaje rocoso de gneis y granitos. Hablamos de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos en el Valle del Jerte (Cáceres), famoso por la floración del cerezo en primavera que cubre de blanco los campos, y cuyo fruto se recolecta desde primeros de mayo hasta finales de julio en una campaña que da trabajo a toda la comarca y permite su degustación de primera mano.

Esta Reserva Natural, encajada entre la Sierra de Tormantos, la Sierra de Gredos y el río Jerte, es el segundo paraje natural más visitado de Extremadura. En homenaje al famoso cómic de Astérix y Obélix, la zona cuenta con un lugar mágico, llamado Los Pilones, repleto de 'marmitas gigantes': grandes pozas excavadas en la roca por la erosión fluvial. Un paraíso de baño natural para refrescarse en la época de verano en lo más profundo de la Garganta de los Infiernos.

Los Pilones se sitúa en el tramo medio de la Garganta de los Infiernos y para alcanzar la poza más alta es necesario acceder por un pequeño puente de madera. Antes de llegar allí, un desvío conduce hasta el mirador del Chorrero de la Virgen, desde el cual se vislumbra una cascada que, en los días lluviosos, luce más espectacular que nunca.

La base de la Reserva es un gran bloque de roca granítica que cuenta con más de 200 millones de años de antigüedad y que, con el deshielo, se propició la precipitación de las aguas dibujando gargantas en este paisaje tan impresionante.

Este microclima tan especial que se vive en la zona junto con la abundancia de caza, pesca, vegetación, pastos y frutos propició el asentamiento de tribus nómadas, como los pastores celtas.

Se encuentran tres morfologías glaciares en la Reserva Natural: el Glaciar de San Martín, el Glaciar de La Serrá y el Glaciar de Asperones. El antiguo glaciar del Cerro del Estecillo, uno de los puntos más altos junto con la Cuerda de los Infiernos, está considerado como el origen de este impresionante accidente geográfico.

Las altitudes de la Garganta de los Infiernos oscilan entre los 300 y 2.000 metros. Esta Reserva Natural cuenta con una imponente biodiversidad y paisaje. En ella se pueden encontrar:

  • Bosques caducifolios: se pueden encontrar árboles como el roble, el espino, el madroño, los castaños y su fruto. En sus laderas se cultiva el cerezo, cuyos frutos se convierten en fuente de riqueza de la zona.
  • Bosques de ribera: en las numerosas zonas húmedas crecen especies como el aliso, el fresno y el sauce. También especies protegidas como el tejo, el acebo y el abedul.
  • Pastizales alpinos: en las cumbres encontramos pastizales alpinos entre los que se encuentra el Alphe, la Genciana o el brezo.
  • Piornales serranos: el piornal es un matorral que crece en las zonas altas en las que es difícil encontrar otra vegetación.

¿Qué hacer en Garganta de los Infiernos?

En este parque natural cacereño lo más habitual es realizar excursiones en un 4×4, especialmente en invierno, y así contemplar el serpenteante recorrido del agua, capaz de excavar piscinas naturales sobre las rocas. También el senderismo es otra de las actividades más habituales en la Reserva.

Otra actividad ideal para aquellos que tengan un temperamento aventurero es el barranquismo. Hay dos rutas principales para hacer barranquismo: la de Los Hoyos y Los Papuos. Por otro lado, se pueden surcar las aguas del río Jerte haciendo kayak o paddle surf.

La diversidad ornitológica que experimenta la zona ha suscitado la curiosidad de miles de aficionados de ornitología en los últimos años. La observación y la escucha de aves en esta Reserva Natural es muy variada: desde el mirlo acuático –capaz de sumergirse en el río para capturar insectos– pasando por el arrendajo, las oropéndolas, las abubillas y los rabilargos que viven entre la arboleda.

También es posible encontrar aves rapaces como los milanos y ratoneros, mientras que en el roquedo se refugian buitres leonados y búhos reales. En la cumbres reinan las águilas reales y las culebreras, mientras que gavilanes, azores y halcones peregrinos y abejeros se esconden entre los árboles.

Dos mamíferos que se encuentran en un estado de conservación aceptable son la nutria y la cabra montesa. El agua es el medio natural de la nutria que dedica buena parte de su tiempo a corretear en ella. Entre las cumbres habita la cabra montesa, aunque las nieves invernales hacen que descienda hasta los protectores bosques.

Por último, para los más pequeños es interesante visitar alguno de los centros de interpretación de la Fauna y Flora de la zona, o en el caso de tener interés en el mundo acuático lo mejor es asistir al Centro de Reproducción de Salmónidos del Jerte.

Cómo llegar

Se puede acceder a la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos en coche por la carretera N-110 desde la localidad cacereña de Plasencia. Desde este mismo lugar también se puede coger el autobús que para en Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas. 

El Centro de Interpretación se encuentra a 3 kilómetros de Jerte y a 5 kilómetros de Cabezuela del Valle. Cuenta con un aparcamiento con plazas limitadas, al que se recomienda llegar temprano para encontrar sitio.

Información relevante

Es imprescindible contar con agua, comida y algún tentempié para recuperar las fuerzas durante el recorrido.

También se recomienda vestir un calzado adecuado, y ponerse gorra y crema solar, además de utilizar las prendas adecuadas para cada estación del año.

En los meses de marzo y abril el Valle del Jerte se cubre de blanco con la floración de los cerezos. Uno de esos días se celebra la Fiesta del Cerezo en Flor que cuenta con multitud de actividades en los pueblos de la comarca.

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