Los pueblos más bonitos de España y sus encantos Patrimonio de la Humanidad
Que en España hay pueblos realmente bonitos lo sabemos todos, pero eso sí, solo unos pocos tienen el honor de pertenecer a Los Pueblos más Bonitos de España, una asociación que nació en 2011 para poner en conocimiento y valor algunos de los pueblos más bellos que salpican la geografía española. Los primeros dieciséis pueblos entraron a dar forma a esta asociación en 2013. Albarracín, Medinaceli, Peñíscola, Mojácar o Zuheros son solo un ejemplo de ellos, y desde entonces hasta día de hoy no han dejado de añadirse nuevos pueblos hasta completar la actual lista de 68 localidades que componen esta agrupación de Los Pueblos más Bonitos de España.
Como una excelente recopilación de pueblos con encanto perfecta para organizar una bonita escapada rural, la asociación intenta con este reconocimiento implicar a las diferentes administraciones a trabajar en equipo para cuidar, conservar y promover el patrimonio de cada pueblo, sin olvidar además los eventos culturales que hacen de cada uno de ellos un enclave singular.
Los requisitos para poder formar parte de esta red comienzan por tener una población inferior a 15.000 habitantes, de hecho el 41% de ellos no llegan al millar, y además poseer un patrimonio arquitectónico o natural reconocido y certificado. Los pueblos candidatos que reúnan estas condiciones pueden solicitar su adhesión a la asociación y entonces una auditoría decidirá si cumplen con otros criterios relacionados con conservación, limpieza, cultura y zonas verdes del lugar. Conseguir el reconocimiento no es fácil, solo el 20% de los candidatos suele pasar el examen, pero quien lo consigue puede estar seguro de ser uno de esos lugares de visita imprescindible de la península ibérica.
Los pueblos bonitos relacionados con la UNESCO
Cada uno de esos 68 pueblos cuenta con un encanto particular, algunos son más culturales, otros más arquitectónicos, otros más naturales, otros más históricos… pero todos tienen algo que los hacen únicos. Varios de ellos están relacionados además con diversas declaraciones de la UNESCO, ya sea por aspirar a ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, por albergar monumentos que ya lo son o por encontrarse en zonas que cuentan protegidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Si estás pensando en organizar una ruta de turismo nacional difícil de olvidar, quizá esta selección te venga a la perfección.
Lugares Patrimonio de la Humanidad
Monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hay muchos pero un par de ellos se encuentran en unos de estos pueblos bonitos de España.
Guadalupe y su Monasterio
La población de Guadalupe, en Cáceres, tiene el honor de ofrecernos el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, santuario y fortaleza con claras señas de identidad mudéjares, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Además del monasterio Guadalupe ofrece en muy poco espacio una gran oferta artística y cultural, además de gastronómica.
Santillana del Mar y las Cuevas de Altamira
En Santillana del Mar, Cantabria, encontramos las espectaculares Cuevas de Altamira, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1973. La villa de cuyo nombre siempre se dice que miente en tres ocasiones resulta idónea para el turismo familiar.
Espacios Reserva de la Biosfera
Hay espacios naturales que también se merecen su reconocimiento y eso es lo que ocurre con las Reservas de la Biosfera de la UNESCO. Dos de ellas albergan dos de los pueblos más bonitos de nuestra lista.
Grazalema y su Parque Natural
El pueblo de Grazalema, en Cádiz, está ubicado en el Parque Natural Sierra de Grazalema, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1977. Un pintoresco pueblo de casas blancas con un casco histórico reconocido como Conjunto Histórico. Una escapada perfecta para disfrutar de la montaña y la naturaleza.
Mogarraz y la Sierra de Francia
En Salamanca el pueblo de Mogarraz se encuentra enclavado en plena Sierra de Francia, un espacio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2006. Un lugar donde el visitante vive un viaje en el tiempo gracias a sus casitas bajas y su estructura urbana medieval. Un lugar clavado en el tiempo.
Pueblos del arte rupestre del arco mediterráneo
En 1998 la UNESCO declaró Patrimonio Mundial el conjunto de arte rupestre del arco mediterráneo en la península ibérica, un conjunto de yacimientos pictóricos con origen en el año 10.000 a.C. En esta extensa área se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de España.
Morella, en Castellón, con sus murallas centenarias y su imponente castillo en lo alto impacta al visitante. Está declarada Conjunto Histórico-Artístico y un excelente trabajo de conservación la ha puesto en valor.
Vilafamés, en Castellón también, tiene origen árabe tal y como nos recuerdan sus calles estrechas y zigzagueantes. Sorprende su casco antiguo y su “Roca Grossa”, una mole de piedra ubicada en su calle principal.
Aínsa, en Huesca, se encuentra en un lugar privilegiado ubicada entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara y el Parque Natural Posets-Maladeta. Un paraje natural excepcional.
Alquézar, también en Huesca. Su majestuosa Colegiata fue declarada Monumento Nacional en 1931 y la arquitectura y el trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1982.
Albarracín, en Teruel, es considerado por muchos el pueblo más bonito de España. Sus murallas, sus casas encaramadas en la roca, su castillo y su catedral hacen de Albarracín una visita imprescindible.
Candidata a Ciudad Patrimonio de la Humanidad
Peñíscola, en vías de ser Patrimonio de la Humanidad
En la provincia de Castellón la localidad de Peñíscola espera pacientemente la resolución de la UNESCO que la declare una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Un pueblo de pescadores, calas, acantilados y caseríos que refleja toda la belleza de la costa de Azahar. Asomado al mar el Castillo del Papa y sus murallas recuerdan tiempos pasados y su gastronomía, a base de galeras, lubinas, langostinos, dátiles de mar o arroz con caixetes, sin duda hará regresar a más de un viajero.
