El 20D se juega en el plasma. La política espectáculo ha superado a la de las propuestas y ahora es más fácil ver a un candidato cocinando o bailando que debatiendo. Los programas que cuentan no son los electorales sino los de televisión. En este blog, Isaac Rosa repasará los mejores momentos de este 'show' en la campaña de las elecciones generales 2015.
Trata de arrancarlo, Pedro
Hace poco más de un año, un Pedro Sánchez nuevecito, recién llegado a la secretaría general del PSOE, visitaba el Hormiguero para contarle a Pablo Motos el secreto de su éxito: los 40.000 kilómetros que le había hecho a su Peugeot 407 durante ocho meses, visitando hasta al último afiliado. El flamante líder era todo energía y velocidad, y muchos en el PSOE creyeron que ya no pararía hasta llegar a la Moncloa, una vez renovado el partido.
El Pedro Sánchez que ayer regresó al Hormiguero ha envejecido una década en quince meses. Y su coche, que empezó a tirar mal hace tiempo, se ha calado en la vuelta final. En plena campaña electoral. Mientras los suyos le gritan desesperados a lo Luis Moya “¡Trata de arrancarlo, Pedro, por Dios!”, él lleva unas semanas que no acierta ni a meter la llave del contacto. La otra noche en el “debate decisivo” volvió a quedarse embarrado en la cuneta. No hizo nada mal, que a estas alturas de campaña ya es mucho, pero tampoco nada especialmente bien.
Así que ayer llegó al Hormiguero en un día jodido. Mucho. Se despertó con periódicos, editoriales, articulistas, programas de radio y televisión, y encuestas online, que lo daban por derrotado. Pasó la mañana oyendo cómo sus rivales hacían leña del candidato caído. Y mejor que no viese el telediario de La Sexta a mediodía, puro ensañamiento: un reportero metió el micrófono en el mitin de Sánchez y preguntó a los militantes quién había ganado el debate… y dijeron que Iglesias. Trata de arrancarlo, Pedro.
Menos mal que Pablo Motos siempre tiene unas risas para el que llega depre. “Hoy ha venido Pedro Sánchez a divertirse al Hormiguero”, anunció. “Me ha dicho que la va a liar”. Pese a las paletadas de tierra que le habían caído durante todo el día, Sánchez demostró que no estaba muerto, que estaba de parranda. El candidato entró con una sonrisa XXL, pero Motos no se fiaba, así que lo trató con especial cariño (que tratándose de un sobón como Motos, ya es decir), no fuese que una broma rozase alguna escocedura, y acabase por llorar todo lo que traía de casa.
Sánchez había ido a divertirse, ya se ha dicho. No la lío, se limitó a pasar un buen rato, reír mucho y capitalizar su innegable telegenia. Aprovechó las comodidades que le ofrecía el anfitrión, y se desquitó un poco del debate. Motos le centraba balones fáciles y él se marcaba unas chilenas vistosas, ahora que no estaban los otros bajo los palos: “Iglesias tiene que salir del armario y reconocer que es comunista”, “Podemos son las juventudes del PCE”, “Rivera se alió con la ultraderecha”. Otros balones los remataba de cabeza, colocando su argumentario entre chiste y chiste, y chutando con fuerza la idea central: “Esto va de Pedro o Rajoy. Aquí hay dos partidos que pueden ganar, PP o PSOE”.
“Trata de arrancarlo, Pedro”, le gritarán los suyos de aquí al lunes, cuando Sánchez se juega su última bala: el debate con Rajoy. El “clásico”, como lo llamó nuestro futbolero presidente. Que a estas alturas el PSOE fíe su éxito a un cara a cara con Rajoy es otra prueba de su falta de reflejos, del coche encallado en la cuneta. Eso funcionaba hace cuatro años, en la anterior era geológica de la democracia española: cuando PP y PSOE, PSOE y PP, se repartían la mayoría de cartas en cada partida. Las que perdía uno las ganaba el otro, los vasos comunicantes del bipartidismo.
En otra realidad, en un universo paralelo, las elecciones del 20D se juegan entre PSOE y PP. Podemos no ha aparecido, ni Ciudadanos ha dado el salto nacional. Por no haber, en ese otro universo no ha habido ni 15-M. Ahí sí que un debate Sánchez-Rajoy sería decisivo, y el PSOE ganaría las elecciones, hasta con mayoría absoluta. Pero por decirlo todo, lo más probable es que en ese universo paralelo Sánchez no sea líder del PSOE.
Trata de arrancarlo, Pedro. O después del 20D, si el coche no anda, tendrás que ir andando. A casa.
Sobre este blog
El 20D se juega en el plasma. La política espectáculo ha superado a la de las propuestas y ahora es más fácil ver a un candidato cocinando o bailando que debatiendo. Los programas que cuentan no son los electorales sino los de televisión. En este blog, Isaac Rosa repasará los mejores momentos de este 'show' en la campaña de las elecciones generales 2015.