Pujol y Cifuentes en televisión
Imagínese que tiene ante usted a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, dispuesta a responder a sus preguntas. ¿Sobre qué le preguntaría?Independiente de la opción ideológica de cada uno y de la opinión que se tenga de ella, parece lógico conocer su opinión sobre su dimisión, sobre el estado del proceso judicial sobre el denominado “caso Master”. Pedirle su postura sobre la acusación de un delito de falsificación de documentos públicos en el marco de una de las piezas de ese caso, o sobre las acusaciones que pesan sobre ella por su presunta participación en la financiación irregular del PP de Madrid, mediante la adjudicación de contratos amañados de la cafetería de la Asamblea de Madrid. También sería de interés conocer su opinión sobre ese vídeo en el que aparecía sustrayendo unas cremas de un centro comercial, y que precipitó su dimisión. Y que diese nombres de los responsables de que apareciese ese vídeo tantos años después y en ese preciso momento.
Pues bien, el pasado 11 de enero Cifuentes fue al programa Sábado Deluxe, de Telecinco, donde fue entrevistada por Jorge Javier Vázquez y otros “periodistas”. “Estoy encantada”, dijo, por acudir a ese “espacio de éxito y entretenimiento”. Aquí recopilo algunas de las preguntas que le hicieron en el programa: ¿Quién ha sido tu verdugo?¿Qué ha sido lo más duro?, ¿Qué es lo que más te ha indignado de los bulos que han circulado sobre tu persona? ¿Los bulos contra ti vienen de los periodistas o de tus enemigos políticos? Le preguntan también por la vinculación sentimental con Ignacio González (sin citarlo). ¿Recuerdas ese día que estás en tu casa y te derrumbas? ¿Tus hijos lo pasaron peor que tu marido? ¿Te representa este Partido Popular? ¿Te suena la serie 'El Ministerio del Tiempo'? ¿No crees que Génova se ha convertido en el Ministerio del Tiempo? ¿Por qué no has ido a 'Supervivientes'?
No hay más que ver los titulares que dio la entrevista en Telecinco para comprobar lo penosas que fueron las preguntas.
Ahora supongamos que tenemos ante nosotros al expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. Sí, sí, ese que fue presidente durante más de 23 años. Y que desde 2014 no aparecía en ningún programa de televisión, y que tras ante los escándalos tuvo que renunciar como presidente honorífico de Convergencia de Catalunya y de Convergencia i Unió e incluso a su sueldo vitalicio como expresident. ¿Qué le preguntaría? Parece lógico que por sus cuentas en Andorra, primero negadas y luego reconocidas. Saber qué piensa del delito de fraude fiscal, según el juez de la Audiencia Nacional, por dejar de tributar 885.651 euros en España. También sería interesante preguntarle sobre los 290 millones de euros que, según un informe de la UDEF (la unidad encargada del blanqueo de capitales), ha acumulado la familia Pujol-Ferrusola. Si sigue justificando el origen de ese dinero en una herencia de su padre. Qué piensa de los sumarios judiciales que le implican en la financiación irregular de Convergència Democràtica de Catalunya mediante el cobro de comisiones del 3% a empresas que contrataban con la Generalitat. Cuál es su explicación de los frecuentes traslados en helicópteros de la familia Pujol a Andorra a través de la compañía Cat Helicopters, cuyo propietario recibía dinero de su hijo Josep Pujol. Qué piensa del descubrimiento de los investigadores judiciales de una nueva fundación de la familia Pujol radicada en Panamá. Cuál fue su papel en el cobro de comisiones de su hijo Oriol Pujol a cambio de facilitar los negocios de empresarios dedicados a la Inspección Técnica de Vehículos. Y, por supuesto, cuál es su opinión sobre el desarrollo del procés de independencia de Cataluña y las sentencias de los líderes de ese procés.
Pues bien, Jordi Pujol fue entrevistado en la televisión pública catalana, TV3, el pasado 12 de enero. ¿Y qué le preguntaron? Pues del objetivo de destinar el 0'7% a la cooperación internacional porque Pujol eran president durante la acampada de 1994 que reclamaba en Barcelona ese porcentaje de ayuda a los países empobrecidos. Fue en el programa '30 Minuts', un programa estrella de la cadena, y al ex presidente ni se le preguntó ni habló de otra cosa. Ni de sus procesos judiciales, ni corrupciones, ni delitos fiscales, ni el procés. Eso sí, TV3 utilizó la presencia de Pujol como gancho para promocionar el documental : “Contaremos con la participación de Jordi Pujol, que rompe un largo silencio mediático para hablar del 0,7%”, anunciaban en su cuenta de Twitter la cadena.
Una de las funciones del periodismo y de sus profesionales es preguntar a las figuras públicas sobre los asuntos que se consideran de más interés ciudadano. No siempre hay consenso en definir lo que es de más interés, sobre todo cuando se trata de figuras políticas y las preguntas pueden ser incisivas o complacientes, según la línea del periodista o del medio. En estos dos casos a los que hemos asistido en los últimos días, no es que pueda haber controversia en cuanto al tipo de preguntas, es que, creo que no hay duda, se ha tratado de una tomadura de pelo a los ciudadanos en toda regla por parte de Telecinco y TV3, y los correspondientes profesionales que participaron en la farsa. De hecho, el comité de empresa de TV3, el Consejo Profesional de Informativos y el Consejo Profesional de Programas de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) anunciaron que pedirían explicaciones al director de TV3, Vicent Sanchis, “por la polémica entrevista con Pujol”. Al menos en los medios públicos existen esos mecanismos de intento de regeneración; en los privados, a pesar de que también tienen la consideración legal de servicio público, poco servicio hacen.
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