La exconsellera Pradas reconoció ante la jueza de la DANA que no tenía experiencia ni asesores en emergencias

La exconsellera de Justicia e Interior Salomé Pradas, responsable de Emergencias el fatídico 29 de octubre de 2024, día en una DANA arrasó la provincia de Valencia dejando 228 víctimas mortales (tres de ellas todavía permanecen desaparecidas), compareció ante la jueza de Catarroja que instruye el caso el pasado viernes en la Ciudad de la Justicia de València. Pradas, que solo respondió a las preguntas de su defensa, responsabilizó a los técnicos de la gestión de la catástrofe y reconoció que no estaba preparada para ocupar la conselleria.
Si el pasado martes se hizo público el listado de llamadas de Pradas la jornada de la DANA, este jueves elDiario.es ha tenido acceso a la declaración íntegra de la exconsellera, en la que sostiene que su cargo era “institucional”, que no tenía conocimientos técnicos y que nunca había ejercido ningún cargo relacionado con la emergencia, por lo que “no tenía experiencia ni conocimientos”; además, relata ante la jueza que no tenía asesores en esta materia. Así mismo, reseña que las medidas las “proponían” los técnicos, “expertos” en emergencias con “experiencia sobrada”, en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), que explicaron que los planes de emergencias, están diseñados para ser aplicados “con automatismo, para no tener que pensar ni tomar decisiones”.
Pradas insiste en que quienes debían coordinar la respuesta a la emergencia eran los técnicos, a quien se refiere como “expertos”, y en que, una vez decretado el nivel 2 del plan de inundaciones se constituye un comité de dirección que ejerce una dirección “única, ccoordinada y colegiada”. “Más que un mando único hay una dirección única”, apunta Pradas, quien matiza que llevaba tres meses en sus funciones y era la primera vez que hacía frente a una emergencia de este tipo.
Según relata ante la jueza, ella entra a actuar, como consellera competente, una vez se despliega el plan de inundaciones y se decreta el nivel 2; es decir, a las 15 horas en Utiel-Requena, a las 18.45 en la zona de las Riberas; y a las 19 horas para toda la provincia: estuvo “al pie del cañón desde el primer minuto, con su equipo de emergencias, ocupada y preocupada”. Comunicándose por vía telefónica y en el Centro de Coordinación de Emergencias.
Distribución de competencias
La exconsellera explica que la competencia en seguridad ciudadana es competencia estatal y que el sistema del Es-Alert, que se lanzó a las 20.11 horas del 29 de octubre, con gran parte de los municipios afectados ya anegados por el agua, depende del Cenem (Centro Nacional de Emergencias), al tiempo que subraya que el Ministerio “también tiene la posibilidad, sin solicitud de la comunidad autónoma, de declarar la situación de emergencia nivel 3”, en una situación que califica como “catástrofe de gran envergadura” que afectó también a Castilla la Mancha, Andalucía y Murcia.
En cuanto a la Generalitat Valenciana, expone que debe intermediar entre los usuarios del 112 y las agencias integradas en el mismo, así como entre agencias estatales como Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y los municipios: “No hay un cuerpo de protección civil autonómico como tal”, sino que están los policías locales y los bomberos forestales o de los consorcios provinciales. Respecto a los ayuntamientos, que “fueron avisados por la Generalitat de todos los avisos especiales”, asegura que “deberían tener sus planes de emergencias y frente a inundaciones”.
Pradas carga contra la CHJ, de quien dice que “debería haber vigilados los cauces de su demarcación y avisar de cualquier incremento de caudal”, mientras que la Generalitat lanzó un “aviso especial” por la DANA el día 28, a los ayuntamientos “por lluvia, viento y fenómenos costeros”, así como a las agencias integradas en el 112 y organismos oficiales, “por eso se suspendieron las clases en Utiel”.
Avisos basados en las informaciones de Aemet y CHJ
Pradas sostiene que “todos los avisos” emitidos por el centro de coordinación de emergencias se basaron en las informaciones de Aemet y CHJ: “Según Aemet se llegaría a 150-180 litros, aunque se llegó a 700 u 800 en algunos puntos”, una información que puntualizó que nunca les llegó. Además, la exresponsable de emergencias encargó al secretario autonómico, al director general y a su jefa de gabinete el seguimiento de la emergencia en la mañana del 29, mientras se lamenta de que la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, no la convocara a la reunión con Aemet, CHJ, Adif, Renfe, Policía Nacional o Guardia Civil que se celebró a las 9.30 horas.
Tal y como comenta, la alerta hidrológica sobre el Magro se decreta a las 11.45 horas, y a las 12.20 se emitió una nueva alerta hidrológica, e insiste en que cada boletín y cada aviso se remite a los ayuntamientos y organismo integrados.
Pradas habló por teléfono a las 12.23 y a las 12.48 horas, antes y después de reunirse con sus respectivos equipos y apenas unos minutos antes de que intentará contactar, sin éxito, con el president Carlos Mazón -según se desprende del registro de llamadas de ese día, alrededor de un centenar, de la exconsellera-. En esas conversaciones, Pradas sostienen que en ese momento no se planteó, “y la delegada tampoco”, activar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) porque ya estaban desplegados los bomberos forestales y del consorcio. Todavía no se había decretado el nivel 2 de emergencias. Es a las 14 horas cuando la exconsellera solicita “inmediatamente” la UME a Bernabé, “aunque tardó tres horas en activarse”. A las 20.30 horas se solicita para València, “estaba presente pero faltaba su activación, que correspondía al Gobierno”.
A lo largo de la mañana, insiste, nadie le habló de la peligrosidad del barranco del Poyo y que incluso la CHJ emitió tres bajadas de caudal consecutivas (13.40, 15 y 16.13 horas), “pero no se habló de desbordamientos ni de lo que luego aconteció”. “Hasta las 18.43 horas no hay ninguna información sobre caudal por parte de la CHJ; en el Cecopi no se verbaliza esa subida de caudal remitida por email, ”esa información no llega“. En cuanto al desbordamiento del río Magro, asegura que se entera por el alcalde de Utiel, ”no por la CHJ; ni aviso, ni preaviso“.
El Cecopi
El Centro de Coordinación Operativa Integrado se constituye a las 17 horas (en la sala no había ninguna pantalla de televisión, tal y como describe), y es en ese momento cuando los medios de emergencia constatan lo que estaba pasando y se decreta el nivel dos. Por lo que respecta a las comunicaciones con la delegada del Gobierno, Pradas dice que eran “más dificultosas” al no estar Bernabé presente en la sala del Centro de Coordinación de Emergencias, en L'Eliana -la representante del Ejecutivo centra fue convocada telemáticamente, al igual que los portavoces de Aemet y la CHJ-. Además, insiste en que fue ella quien la llamó por teléfono a las 17 y a las 19 horas porque Bernabé no la telefoneó “en toda la tarde”.
Quienes sí que estaban en L'Eliana eran el secretario autonómico, Emilio Argüeso; el director general, ; el jefe operativo de la emergencia, José Miguel Basset; o el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, entre otros. “Esta emergencia tuvo muchas circunstancias concurrentes, faltaba información y se iba actuando conforme se tenía, y se proponía en base a ello”, sentencia la exconsellera, quien insistía en que eran los técnicos quienes “valoraban y proponían”. En este sentido, considera que huiera sido una “temeridad” no seguir los criterios de los técnicos y que podía haber incurrido en prevaricación.
La presa de Forata y el barranco del Poyo
Respecto a Forata, declaró que a las 16.44 ya había noticias de la Confederación Hidrográfica del Júcar de que podía colapsar: a las 17.30 se produjo una nueva alerta hidrológica sobre el Júcar y el Magro y la CHJ puso el foco en Forata. “Toda la información a esa hora era sobre la presa de Forata y no sobre el barranco del Poyo”, insiste. Y recuerda que el alcalde de Utiel solicitó helicópteros porque decía que “ya se estaban ahogando. Pradas reseña que no tuvo información técnica ni aviso de la crecida del barranco del Poyo y que iba haciendo ”lo que los técnicos proponían“.
La CHJ, sentencia, avisó “muy tarde” por correo electrónico a la Generalitat y no al Cecopi que la barrancada “ya se había producido”. Ellos fueron “conscientes de lo ocurrido” sobre las 21 horas. Además, apunta que su jefa de gabinete es de Benetússer y que si lo hubiese sabido “habría avisado”.
El sistema Es-Alert, “en fase experimental”
Respecto al sistema Es-Alert, la exconsellera se justifica diciendo que no está regulado en ninguna norma nacional, sino que existe un protocolo del ministerio, “un documento provisional que se tiene que aprobar por la comisión nacional de protección civil que es una especie de guía del usuario, no hay directrices técnicas, y en ese protocolo se decía que el ministerio podía lanzar la Es-Alert”. El sistema, apunta, es del Cenem (Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias) y es competencia de la dirección general de Protección Civil del ministerio.
En la Generalitat “no consta” el Es-Alert en los planes para el aviso a la población, “ni en emergencias ni en inundaciones”. “El día de la DANA no era un mecanismo de aviso a la población, estaba en fase de prueba experimental”, defiende Pradas, quien resalta que de las dos pruebas que se realizaron, “una falló”.
La hora a la que se empieza a valorar el Es-Alert, por parte de Jorge Suárez (subdirector de Emergencias), es las 19: “Se debate sobre la idoneidad, no ser alarmantes, su contenido y ámbito geográfico”. También se propuso la evacuación de los municipios que podían verse afectados por la rotura de Forata, lo que se consideró que podría ser “contraproducente”. Finalmente se activó el Es-Alert, “lo decidieron los técnicos”, por si venía la crecida por la rotura de la presa.
Pradas no cree que el aviso fuera tardío y erróneo, ya que se tardó alrededor de medio hora desde que los técnicos introducen el texto hastsa que se valida para su posterior envío. Pradas confirma que informó al president Mazón pero que no se le esperó para tomar ninguna decisión, y se tardó en el envío de la alerta porque era un sistema “provisional” y “en pruebas”.
19.821 llamadas al 112
Esa jornada se produjeron 19.821 llamadas al 112, que “llegó a colapsar” evitando que se pudieran atender algunas llamadas; unas llamadas que no llegaron al Cecopi porque se encuentran en salas distintas en edificios distintos.
Pradas defiende que, mientras la Generalitat informaba mediante sus redes sociales y notas de prensa a la población, la actuación de la CHJ fue “negligente y ausente”: “Pusieron el foco en la presa de Forata, no avisaron del desbordamiento del Magro, no avisaron de la barrancada del Poyo hasta que hubo pasado, no avisaron de su magnitud, no decretaron el nivel 3 de la presa, no constituyeron un comité permanente, no avisaron con antelación suficiente y no hubo información de caudalímetro respecto el barranco del Poyo durante toda la tarde”.
Y critica también la actuación de Aemet, que “jamás informó de 700 litros por metro cuadrado, como realmente sucedió; la previsión falló estrepitosamente”.
Sobre las causas de esta catástrofe, apunta a la ausencia de obras en los barrancos del Poyo y la Saleta, “que llevaban años paradas” y Pradas asegura que desbloqueó en julio de 2024. Y descarga sobre los técnicos la valoración de si debía haberse declarado emergencia de interés nacional al haber fallecidos en otras comunidades autónomas.
Salomé Pradas concluye su declaración explicando que considera que hizo “todo lo posible” y siente “no haber podido hacer más” porque actuó con la información que “tenía en ese momento” y los consejos “que se daban en ese momento”.
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