Protección animal: algo se está moviendo en Andalucía

En Andalucía algo se está moviendo. El pasado viernes 6 de abril de 2018, Podemos Andalucía registró una proposición para la reforma de la Ley de protección animal 11/2003, de 24 de noviembre. Esta propuesta de reforma es el resultado de la ilusión, pero sobre todo del trabajo, de más de treinta colectivos animalistas de toda Andalucía, que con su esfuerzo tratan de modernizar una ley completamente obsoleta y desconectada de la realidad social andaluza.

Sin duda, estamos ante una reforma imprescindible para dotar a todos los agentes que intervienen en la protección y bienestar animal de las herramientas legales necesarias para acabar con prácticas tan aberrantes como el maltrato y el abandono animal.

Esta propuesta es un claro ejemplo de cómo la sociedad civil puede llegar a conseguir grandes logros cuando se organiza y tiene un objetivo claro, que en este caso es la protección y el bienestar de todos los animales. La reforma trata de dar cabida a las demandas sociales que se llevan mucho tiempo reclamando. Es una reforma en profundidad de la ley, porque en Andalucía en los últimos años algo está cambiando.

La propuesta de reforma tiene principalmente cuatro puntos muy novedosos y proteccionistas que queremos destacar:

El primero de ellos es la implicación de las administraciones públicas en luchar contra el maltrato y el abandono. Ha quedado acreditado que países como Holanda donde, con varias medidas concretas, han conseguido que no exista abandono de animales. Por tanto, podemos afirmar que se trata de una cuestión de implicación y voluntad política. Esta reforma propone, entre otras, la obligación de utilizar un porcentaje de los presupuestos en llevar a cabo medidas de protección animal, ya que estamos cansados de escuchar brindis al sol. Las administraciones tienen la obligación de impulsar campañas de sensibilización contra el abandono y el maltrato animal, la tenencia responsable de animales, campañas de esterilización y vacunación, etc...

Del mismo modo, corresponde a las administraciones locales la implantación del programa CES respecto a los gatos abandonados y conseguir el sacrificio cero de animales recogidos o abandonados, dotar de mejores infraestructuras a las instalaciones donde se encuentran los animales, etc… Por otro lado, deberán promover soluciones habitacionales para mujeres maltratadas que posean animales, así como para personas con situación de vulnerabilidad o personas sin hogar. Existen numerosos estudios que avalan la relación directa entre violencia de género y el maltrato animal porque las personas violentas lo son tanto con su familia como con los animales y el resto de sociedad; de ahí la importancia de llevar a cabo protocolos y tratamiento en este caso.

Las administraciones se tienen que pronunciar. La sociedad les exige que no miren para otro lado y se impliquen en esta lucha por conseguir una sociedad mejor y más justa, que solo se consigue cuando todos los animales del planeta estemos en equilibrio.

Otro gran avance de la proposición de ley es el apartado correspondiente a las prohibiciones. Por fin se prohíbe clara e inequívocamente la utilización de animales en circos, ferias, exhibiciones, carruseles y atracciones de feria. Se prohíbe expresamente la pelea de gallos, la competición de tiro al pichón, el lanzamiento de animales, los concursos de cerdos engrasados, la suelta de palomas en eventos o celebraciones, etc… Se prohíbe la venta de animales exóticos y la experimentación con perros, gatos y primates. Parece increíble que todas estas “actividades terroríficas” estuvieran permitidas hasta ahora.

Dentro de las prohibiciones, existe otro gran avance y se trata de la prohibición de que los menores de 18 años participen o asistan a pruebas funcionales o entrenamientos a puerta cerrada con reses de lidia, espectáculos y festejos debidamente autorizados con este tipo de animales y clases prácticas con reses celebradas por escuelas taurinas autorizadas. Sin duda esta prohibición viene avalada por la recomendación que el Comité de los derechos del niño (ONU) ha efectuado a España, por los nefastos efectos que supone someter a los menores a la violencia extrema que supone la tauromaquia en todos sus niveles.

El tercer punto novedoso para Andalucía es la regulación de dos segmentos opuestos pero importantísimos, como son la protección de la fauna silvestre y los animales de consumo. Todos recordamos las terribles imágenes de los excursionistas despeñando un jabalí y cómo la impunidad de los hechos ha generado mucha rabia y frustración al resto de la sociedad. Si esta reforma prospera, los animales salvajes no podrán ser maltratados, debiendo ser respetados en su medio natural. Los animales de producción también merecen que sean tenidos en cuenta y la inclusión en esta propuesta denota que la protección de los animales debe extenderse a todos ellos, sin importar especie o categoría.

En definitiva, la sociedad andaluza solicita a sus gobernantes que promuevan e impulsen leyes que destaquen por garantizar la protección y el bienestar de todos los animales. Esta propuesta es un punto de partida para todos aquellos partidos políticos y colectivos preocupados por los derechos de los animales que quieran trabajar y mejorar la actual ley. Va en la buena dirección.

Somos conscientes de que en Andalucía las fiestas populares constituyen un rasgo diferenciador de otras comunidades, pero somos más los que creemos que ninguna fiesta ni actividad debería llevarse a cabo si implica el sufrimiento de un animal. Si esta propuesta no prosperase, vendrá otra, y luego otra y otra… porque esto es imparable.