Aquí van dos titulares pescados en Europa Press. El primero: “Wert asegura que el cine español está en el mejor momento de los últimos veintisiete años”. El segundo: “Rajoy apuesta por la aportación ciudadana a la industria cultural para acabar con las ‘rigideces’ de lo público”. Mi profesor de COU me habría dicho que ya tengo información suficiente como para ver de dónde brotan las aguas y si son potables o, por el contrario, requieren filtrado. Pero vayamos un poco más allá y rescatemos un par de declaraciones apuntadas en ambas noticias. Wert: “Espero que antes del verano se haya pactado un nuevo modelo de financiación del cine para remitirlo al Congreso”. Rajoy: “La política cultural es de Estado, ocupa de lleno a cualquier Gobierno que se precie. Al mismo tiempo, el mecenazgo y la contribución privada también es algo imprescindible”.
He relacionado ambas noticias porque me las he encontrado hombro con hombro. Y porque dicha proximidad ha hecho saltar con beligerancia las alertas antivirus de mi portátil. Créanme si les digo que las he leído y releído. He subrayado las ideas principales, he delimitado la estructura de ambos textos, he formulado el tema y he intentado redactar el comentario crítico. Y a lo más que he llegado es a hacerme en voz alta un puñado de preguntas retóricas. ¿De verdad que el 2012 ha sido el mejor de los últimos veintisiete años para el cine español? ¿Esto es así? ¿Haciendo un análisis serio de las cifras se concluye esto que nos cuenta el ministro? ¿La crisis le ha hecho un lifting y un peeling a nuestra industria cinematográfica y está mejor que nunca? ¿Qué me quiere decir Wert cuando habla de ayudas “estables y sostenibles” y Rajoy de “mecenazgo y contribución privada”? ¿El nuevo modelo de financiación del cine buscará el “mecenazgo y la contribución privada” para evitar “las rigideces de lo público”? ¿Ha dicho las rigideces de lo público? ¿He de entender, por tanto, que estamos hablando de la flexibilidad de lo privado? ¿La misma flexibilidad que nos brinda la externalización de la Sanidad? ¿De verdad entienden que “la política cultural es de Estado”? ¿Lo dicen de corazón? ¿Por eso la han reducido prácticamente a una secretaría? ¿Con medidas como un 21% de IVA en las entradas de teatro, por ejemplo?
No sé, no sé. No termino de ver este asunto claro. Tengo la intuición de que algo se me escapa. Pero bueno, no quiero ser un aguafiestas. En fin. Que eso, que ha sido el mejor año del cine español y que Rajoy es consciente de que la cultura tiene que ser una de sus prioridades. Hurra y esas cosas.