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Drones, retos de una nueva forma de guerrear

Liberan a tres periodistas de Al Yazira que hacían volar un dron en París

Aitor Díaz Anabitarte

Los aviones no tripulados (UAV en adelante, por aquello de unmanned aerial vehicle), también conocidos como drones, han vuelto a aparecer en las portadas de muchos de los más importantes rotativos europeos. Aunque esta vez sin hacer referencia a operaciones estadounidense en Yemen, Afganistán o Pakistán sino por lo sucedido en la ciudad de París. Capital de un país que desde lo sucedido en la redacción de Charlie Hebdo está, comprensiblemente, preocupado por la seguridad. Y es que la seguridad no es algo baladí sino todo lo contrario; siendo incluso uno de los argumentos fundacionales de la teoría del contrato social. En gran medida, por su vinculación con la idea de libertad.

Volviendo a lo sucedido en París durante las madrugadas del 24 y 25 de Febrero, se puede decir que el fantasma de la vulnerabilidad ha emergido nuevamente fruto de la aparición de cinco UAV’s que han sobrevolado, , la capital francesa. Algo para lo que es necesaria una autorización, ya que uno no puede acercarse a menos de 6000 metros de los tejados de Montmartre, de Notre Dam o de la Torre Eiffel.

Los drones, como digo, son pequeñas aeronaves que, a diferencia de la aviación convencional, se dirigen por control remoto. Un control remoto que puede ubicarse a miles de kilómetros de donde realmente el UAV está operando. Es decir, son robots aéreos. Se trata, sin duda, de un nuevo avance tecnológico que, como en otras ocasiones, ha tenido su traducción en los asuntos militares.

Así las cosas, la introducción de este nueva manera de hacer la guerra (recordemos rápidamente que, por poner un ejemplo, el ejército de los Estados Unidos ya ha usado drones en varias ocasiones como, por ejemplo, en la lucha contra el terrorismo yihadista en Pakistán) ha suscitado una serie de dudas y nuevos escenarios sobre los que merece la pena reflexionar. De esta manera, muchas son las preguntas que se generan en el sentido, por ejemplo, de cuestionarse acerca de las ventajas o desventajas que puede suponer este nuevo recurso bélico. Pero vayamos por partes.

Primeramente, aparece el principal argumento a favor: la garantía de un escenario en el que un Estado que recurre al uso legal de la fuerza puede asegurar aquello tan deseado cualquier gobierno de las cero bajas. Asimismo, se debe mencionar también, la posibilidad de realizar vuelos de reconocimiento que, con la aviación convencional, resultaban ciertamente complicados y arriesgados. Finalmente, si entramos en detalle, la neutralidad que introduce la máquina que, para bien o para mal, nunca se guiará por sentimientos como por ejemplo las ganas de venganza que, tras un duro combate, pueda tener un miembro de las fuerzas armadas. Aun así, las dudas acerca de las consecuencias de su uso no tardan en aparecer. En este sentido, existe una variedad de argumentos ciertamente heterogénea. Por un lado, está la impugnación que se hace en relación con, como en el reciente caso de París, el UAV sobrevuela el espacio aéreo de un Estado vulnerando la legalidad. Aunque esta primera impugnación no hace referencia en sí al drone sino a su uso (se podría violar el espacio aéreo con un avión convencional), cierto es que estos robots voladores son mucho más difíciles de detectar por la tecnología existente lo que pude generar una serie de incentivos para actuar al margen de la legalidad internacional. Mientras que, por otro lado, el argumento que realmente debe preocupar es el que discute la cuestión de su autonomía. Es decir, las dudas existentes acerca de que, más allá de un control remoto inicial, el drone pueda, en función de una serie de coordenadas preestablecidas, actuar de manera autónoma.

Pues bien, sobre todo ello versa una reciente publicación realizada por expertos universitarios en Derecho Internacional, Ciencia Política, Relaciones Internacionales e Investigación por la Paz. Se trata, como digo, de una obra conjunta que resulta de la colaboración entre la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP). En ella se intenta aportar algo de luz académica sobre una cuestión que, sin ser nueva (recordemos que, por ejemplo, hay evidencia del uso de drones durante la intervención en los Balcanes en los noventa, por no hablar de su incipiente uso durante la segunda gran guerra) no existen muchos trabajos realizados desde la universidad. Me estoy refiriendo a El arma de moda: el impacto de los DRONES en las Relaciones Internacionales y el Derecho Internacional Público (2014). En ella se discute sobre los retos que estos UAV’s pueden generar en relación con la legislación internacional (ius in bello y derecho humanitario), se aportan interesantes datos sobre su uso en operaciones concretas (caso de Pakistán), se introduce al lector en detalles técnicos, muy útiles a la hora de valorar el impacto sociopolítico de los drones sin olvidar las consecuencias de éstos sobre la forma misma de hacer la guerra o los daños colaterales que se puedan derivar.

En suma, un interesante trabajo para quien quiera profundizar sobre esta distinta manera de guerrear que sin ser nueva, pero atendiendo al título de la obra en cuestión, parece estar de moda. Unas reflexiones que permitirán al lector, entre otras cosas, juzgar por sí mismo acerca de la relación entre este nuevo invento civil y militar con, por ejemplo, esa idea tan importante que es la seguridad por, como decíamos, su vinculación con el concepto de libertad.

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