Bizikleteroak pide más tiempo para hacerse con la calzada

La Asociación Bizikleteroak ha solicitado al Ayuntamiento que hasta que se consiga una pacificación real de las calles no obligue a los ciclistas a bajar a la carretera y les permitan utilizar como hasta ahora las aceras para sus desplazamientos.

El colectivo de ciclistas urbanos considera que se exponen a situaciones de vulnerabilidad al convivir con los vehículos a motor. Según los datos que han recopilado, en Vitoria se producen una media de 4.072 colisiones de vehículos al año. Si pasan a ocupar las carreteras cuando entre en vigor la normativa- hacia finales de año- podrían verse implicados en estos accidentes, con consecuencias fatales en algunos casos. Por ello piden que se alargue le tiempo de adaptación a la nuevas normas. “Las lesiones fueron leves para 660 personas, graves para 11, y hubo 1 fallecimiento. Todos ellos iban protegidos dentro de sus vehículos, pero no es difícil imaginar las consecuencias de una colisión con una bicicleta”, explican en un comunicado en el que trasladan las alegaciones presentadas a la ordenanza municipal de tráfico. “Con estas cifras habrá muchos que abandonarán el uso de la bicicleta por no se atreverse a dar el paso de bajar a la calzada”, añaden.

Desde Bizikleteroak trasladan su disposción a circular por la carretera “siempre que se reconozca que la circulación por la calzada es un derecho también de las bicicletas y se actúe para que los desplazamientos se produzcan con las máximas garantías de seguridad”.

El colectivo también ha incorporado una segunda demanda. Quieren que esa velocidad limitada de 30 kilómetros hora, ahora vigente en 47 arterias de la capital alavesa, se extienda a toda la ciudad para mejorar la seguridad vial. Y justifican esta petición: ante situaciones inesperadas, los vehículos que circulan a 30 km/h necesitan la mitad de espacio para detenerse que los que circulan a 50 km/h, el riesgo se sufrir accidentes se reduce y las consecuencias sobre la integridad física de las personas no superar una serie de contusiones, además de favorecer los movimientos de los niños, los ancianos y las personas con movilidad reducida al cruzar las calles de manera más segura“ concluyen.