Los alcaldes andaluces del PSOE quieren una campaña municipal sin Susana Díaz

Todo político que se precie sufre a lo largo del ejercicio de su oficio lo que se llama la travesía del desierto. Susana Díaz Pacheco, sevillana de 44 años, presidenta en funciones de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE de Andalucía está a punto de comenzar la suya, aunque aún no lo sabe.

Los malos resultados obtenidos por el PSOE en las elecciones autonómicas del 2 de diciembre, que ganó con los peores datos de su historia, han abierto muchas grietas en un partido hasta ahora monolítico, presidencialista y piramidal.

Y no van a ser los sanchistas, que también, los que provoquen los cambios, sino los que hasta anteayer se consideraban susanistas. Los alcaldes del PSOE se juegan mucho en las municipales de mayo y no quieren fotos con perdedores. Muchos planean una campaña en clave solo local y sin Susana Díaz, aseguran varias fuentes a eldiario.es. “No tengo claro si Susana Díaz suma o resta”, afirma un responsable socialista.

Tampoco es que quieran la ayuda del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el domingo del 26 de mayo, en el que en Andalucía habrá dos urnas (municipales y europeas) y no se descarta una tercera si Sánchez decide adelantar las generales. El PSOE tiene el objetivo de revalidar los resultados conseguidos hace cuatro años, en los que logró 448 alcaldías en los 777 municipios andaluces (casi el 58% del total). El número de municipios aumentó en noviembre y las corporaciones a elegir el 26 de mayo se elevan ahora a 786.

Aún la ejecutiva regional socialista no ha diseñado la campaña municipal, pero no son pocos los que afirman que Díaz “no va a tener el mismo protagonismo, ni habrá tantos grandes actos, ni va a tener el mismo papel que antes porque no puede hacer ese papel”, asegura un dirigente. “Los alcaldes no la quieren”, afirma con rotundidad la misma fuente. Otra de las personas consultadas reconoce que “hay alcaldes que están en esa tesis”, lo que le parece “poco leal”.

El PSOE andaluz está en ebullición, aunque por ahora no se ve el borboteo. Es cuestión de tiempo, cuando pasen las vacaciones navideñas y, lo que será peor para los socialistas andaluces, se estrenen en la oposición en el Parlamento de Andalucía tras casi 37 años ininterrumpidos al frente de la Junta de Andalucía. Esta institución tiene un presupuesto de 34.759 millones de euros; una plantilla de 270.094 personas, a las que hay que sumar las 27.297 de los llamados entes instrumentales; 660 cargos de confianza (entre altos cargos, eventuales y contratos de alta dirección); y 2.137 puestos de libre designación, según datos de la Consejería de la Presidencia obtenidos del Portal de Transparencia.

Toda la acción de los socialistas desde que el pasado 27 de diciembre se constituyera el Parlamento está dirigida a denunciar lo que llaman “el pacto de la vergüenza” entre el PP, Ciudadanos y Vox, el partido de la ultraderecha. Actuarán como un martillo pilón hasta que se celebre el debate de investidura de Juanma Moreno el próximo 16 de enero, según estiman en el PP. Y aunque alguno puede que albergue esperanzas de que la investidura de Moreno se pueda frustrar por las extravagantes peticiones de Vox, la mayoría es consciente de que el PSOE andaluz dejará el poder.

Desde el PSOE creen que el pacto de las derechas está hecho y que, con su exigencia de eliminar las leyes autonómicas por la igualdad y contra la violencia de género, lo que Vox está haciendo es una enorme campaña publicitaria para situarse en el centro de la escena en toda España. “Por mucho que nos guste, no va a haber repetición de elecciones”, asegura una de las fuentes consultadas.

A Susana Díaz le han oído decir que se quedará en la oposición el tiempo que dure la legislatura. Pero son muy pocos los que se lo creen. El mayor problema que observan es que sea la propia Díaz la que “no asuma la realidad”. “Ella lleva mucho tiempo en la cúspide y cuando perdió las primarias se refugió en la Junta de Andalucía, que no es poco. Pero ahora va a pasar un quinario y su travesía del desierto es la peor, porque no es lo mismo tener 25 que te sigan y quedarte con dos, que el que te sigan 350 y quedarte con tres”, afirma con crudeza un dirigente.

Si Juanma Moreno supera la investidura, el momento más duro para el PSOE no va a ser el contemplar su jura o promesa del cargo como presidente de la Junta de Andalucía, ni tampoco las fotografías sonrientes de los nuevos consejeros. El peor va a ser el cese inmediato de al menos 660 cargos de confianza (muchos de los cuales dejarán de aportar más dinero en cuotas al PSOE). “Eso va a generar un impacto en el partido y va a generar un problema”, añade una de las fuentes.

Todas las personas que han hablado con este periódico ponen en marcha el contador para la transición en el PSOE andaluz después de las elecciones municipales. Aunque la posición de Ferraz a favor del relevo la dejó clara el secretario de Organización, José Luis Ábalos, al día siguiente de las elecciones andaluzas, en la dirección federal no quieren a cinco meses de las municipales otra pelea a cara de perro con Díaz.

En el PSOE andaluz han empezado a mover el árbol, aunque la fruta aún no esté madura. “Hasta las elecciones municipales, ella es la líder”, afirma un destacado socialista. ¿Y después? “Cuando lleguemos al río, cruzaremos el puente”, contesta con una frase que el ex presidente José Antonio Griñán usaba muy a menudo para no anticipar posiciones. Y otro dirigente remata: “Alguien tiene que tener la culpa de lo que ha pasado. Si Susana Díaz no hace cambios en el partido y en el grupo parlamentario, tendrá un problema. O haces cambios o te cambian a ti. Y no sólo son los sanchistas, sino gente de aquí, de Andalucía, la que se está planteando si la mejor manera de afrontar el futuro es con Susana o sin Susana”.