¿Resistirá la mayoría absoluta del PP de Almería frente a tantas nuevas opciones?
En los próximos comicios locales sólo las urnas saben hasta dónde va a llegar el apoyo a las nuevas formaciones políticas que no existían hasta hace poco. La mayoría absoluta está en 14 concejales. Si se tienen en cuenta los votos en la capital de las recientes elecciones autonómicas andaluzas, el Partido Popular apenas alcanzó los 29.000 cuando en junio de 2011 rozó los 45.000. El PSOE alcanzaba en las andaluzas los 21.000, irrumpiendo con fuerza Podemos con más de 12.000 y Ciudadanos superando los 10.000 votos. Pero ¿son extrapolables los votos autonómicos en unas elecciones locales? Sabido es que no se presenta Podemos a las municipales y el voto de esta formación heredera de los descontentos del 15 M está muy repartido, hasta el punto que en las elecciones municipales hay nada menos que 15 formaciones políticas.
Luis Rogelio Rodríguez-Comendador es abogado, y alcalde desde 2003. Además es senador, ha sido parlamentario andaluz, presidente de la Diputación y del Partido Popular en la provincia, cediendo estos dos últimos cargos a Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar. Antes del comienzo de la campaña Izquierda Unida le denunció ante la Junta Electoral por aparecer su rostro en los taxis de la capital sin que todavía se pudiera pedir el voto. Tuvo que pedir perdón públicamente -“quizá me haya equivocado”- por una utilización sospechosa de servicios públicos en obras interiores en su vivienda y se le puso en solfa por la contratación de su esposa en la Diputación Provincial siendo presidente de la institución supramunicipal. Se le considera como un político de fácil acceso, campechano, muy cercano a los ciudadanos, siempre a pie de calle, con el despacho abierto a los problemas de la gente, y amante del municipalismo inversor y las obras, pero en los últimos años los movimientos sociales, la oposición y los nuevos partidos políticos surgidos del desencanto del 15 M le tienen crucificado. Este año cierra su lista electoral uno de los símbolos de la derecha almeriense, el médico Juan Megino, ex alcalde y fundador del GIAL, el Grupo Independiente Liberal. Su programa se basa en el lema de la garantía de los últimos años de gobierno y en la efectividad de sus medidas, con nuevas propuestas continuistas para consolidar lo ya hecho, que considera ha modernizado y transformado la capital hasta situarla en Primera División. Repite la mayoría de sus ediles.
Juan Carlos Pérez Navas, actual senador y secretario de Organización del PSOE almeriense, es la gran apuesta del socialismo por volver a la alcaldía de la Plaza Vieja. Perfecto conocedor del aparato interno del partido, ex concejal en la capital, ha sabido integrar a las distintas sensibilidades de un PSOE muy dividido en la ciudad en los últimos años. Considera que los 12 años de gestión del Partido Popular han arrastrado a una ciudad desigual, “sin un avance por igual de todos los barrios, de todas las personas, de todos los sectores de los que están vinculados a la cultura y a los movimientos sociales. No se han preocupado por el empleo ni han sabido aprovechar las oportunidades de la ciudad para generarlo”.
Para Pérez Navas, el PP ha hecho “que la ciudad avance a distintas velocidades” y ha dejado de lado “la participación de los almerienses en la vida municipal y la transparencia en la gestión que ha llevado a cabo. El alcalde tampoco ha sido un alcalde que reivindicara ante el Gobierno de Rajoy las grandes infraestructuras pendientes como la llegada del AVE, el soterramiento o la conexión del puerto con el tren para conseguir que Almería pueda competir en igualdad de condiciones que otras provincias de su entorno y propiciar su desarrollo socioeconómico”.
El compromiso socialista es poner en marcha 5 planes de empleo que contribuyan a reducir la cifra de cerca de 25.000 desempleados en la capital. El segundo objetivo es “equilibrar los barrios de la ciudad dotándolos de infraestructuras, equipamientos y los servicios necesarios”. Creará un Portal “en el que los almerienses van a poder conocerlo todo sobre el Ayuntamiento porque considero un derecho que puedan saber en qué y cómo se gastan sus impuestos y tasas municipales”.
Miguel Cazorla, candidato a la alcaldía por Ciudadanos, llegó a la política local de la mano del GIAL de Juan Megino. Fue concejal del equipo de gobierno PP-GIAL con esta formación. Abandonó la candidatura de Ciudadanos durante un proceso judicial del que salió absuelto, del delito de apropiación indebida del que venía acusado. Entonces él consideró “ruín, mezquino y torticero haberle hecho pasar a mí y a mi familia esta situación de estrés y ansiedad solo buscando deteriorar mi imagen con intereses bastardos y utilizados políticamente para minimizar el esfuerzo que Ciudadanos está haciendo para ser la alternativa al bipartidismo”. Pero Cazorla tiene otra cita con los tribunales, ya que tiene una nueva imputación por presunto delito societario, falsedad documental y apropiación indebida entre los años 2003 y 2010 siendo presidente de la SAT Agricultores Ecológicos de Almería.
Rafael Esteban, es el eterno aspirante de Izquierda Unida a la alcaldía. Formó parte del equipo de gobierno que pactó con el PSOE ante el avance del Partido Popular. Es un conocedor nato de los temas municipales y su voz es muy respetada por los sucesivos alcaldes. Izquierda Unida se mantiene en un baremo estable de voto que le suele dar una horquilla de un máximo de tres ediles, con posibilidad de ser llave de gobierno, pero en las actuales elecciones está delante el desconcertante efecto del ‘frente popular’ salido de la irrupción de Podemos y la división en varios partidos que se ha provocado tras no estar presente en las municipales. En los recientes comicios andaluces Izquierda Unida salió muy tocada por la aparición de lo que los medios de comunicación han venido en denominar ‘fuerzas emergentes’, pero sus dirigentes no ven posible una extrapolación del reciente voto autonómico en los próximos comicios municipales.
Manuel Pérez Sola es el candidato de Equo. Su equipo critica “una participación ciudadana burocratizada y encapsulada, como podemos encontrar en el estudio de Transparencia Internacional de 2014, en el que el Ayuntamiento obtiene el segundo puesto más bajo en transparencia. Podemos hablar de estafa democrática al no haber contrapesos de poder como garantía contra el autoritarismo y la corrupción. Destacamos también un paso a nivel ferroviario en el Puche que tras largos años de costosos proyectos sigue sin vías de solución por el constante desencuentro con la administración de la Junta de Andalucía. La desastrosa gestión de la inversión en El Toyo está desembocando en pleitos judiciales con pérdidas multimillonarias como el caso de la Ciudad Digital o el Campo de Golf. Hay que remunicipalizar servicios básicos como el agua y dotar de servicios imprescindibles como éstos a las familias que no pueden hacerles frente. Es fundamental llegar a una ciudad libre de desahucios arbitrando las medidas precisas. La atención a los colectivos más desfavorecidos ha de ser prioritaria y no lo primero en ser sacrificado en tiempos de crisis. El PGOU debe acometer un nuevo modelo de ciudad, que lejos de ser modificada con actuaciones parciales dirigidas a satisfacer a las constructoras, entidades financieras, cadenas hoteleras, etc., esté orientado con criterios de eficiencia, sostenibilidad, justicia social y ecofeminismo.”
Laura Rodríguez-Carretero, vehemente batalladora en las redes sociales, no se da por rendida pese a la debacle electoral andaluza y la guerra interna de su partido en clave nacional, y lucha de forma crítica e incesante para lograr que UPyD entre en el ayuntamiento de la capital, formación que en las municipales de 2011 obtuvo poco más de 2.800 votos, y en las autonómicas de 2015, en la capital, 1946.
Carmen María González, la candidata andalucista, quiere lograr acta de concejal para que el PA vuelva a ser lo que fue en la capital, incluso llave de gobierno obteniendo concejalías en épocas pasadas con el PSOE. Pero desde las divisiones que vivieron las sensibilidades andalucistas esta formación en la capital no acaba de levantar cabeza. En los últimos comicios locales no llegó al millar de votos y en las recientes andaluzas ni siquiera obtuvo quinientos.
Fernando Plaza, candidato de Ahora Almería, ex responsable de Movimientos Sociales de Izquierda Unida, fue desautorizado por el Círculo Local de Podemos para defender las siglas de Pablo Iglesias. Varios candidatos y miembros de Equo y Podemos abandonaron esta asamblea ciudadana. Ganemos Almería Sí Se Puede, que encabeza Carmen Morillas, llegó a denunciar ante la Junta Electoral el uso de su nombre durante las luchas locales por llevar a Almería la autenticidad de los discursos estatales de Ganemos y Podemos.