Después de infinidad de protestas por parte de la sociedad almeriense, Renfe habilitará plazas reservadas para personas con discapacidad y movilidad reducida en los trayectos entre Almería y Madrid. En una reforma que entra dentro de las renovación de trenes Talgo para esta ruta, los vagones dispondrán de dos “plazas H”, capacitadas para anclar una silla de ruedas, junto a otras catorce adaptadas para pasajeros con limitaciones, sillas plegables o carritos de bebé.
Los asientos, que disponen de cinturones de seguridad, apoyos dorsales y cervicales o sistema antivuelco, comenzarán a funcionar en dos trayectos diarios: uno de día con rumbo a Madrid a las 8.00, y otro de vuelta desde la capital a las 16.05. Para finales de julio, se espera que los vagones estén habilitados para todos los trayectos con rumbo a Madrid.
La inversión, que fuera prometida tras una adjudicación pública el pasado mes de febrero, llega después de más de tres años de movilizaciones por parte de asociaciones afectadas como son la Mesa por el Ferrocarril o la Federación Almeriense de Asociaciones de Personas con Discapacidad, FAAM. Desde la Mesa del Ferrocarril se apunta que “estamos ante una buena medida para Almería a pesar del retraso en la puesta en marcha”, mientras que Valentín Solá, presidente de FAAM, alertaba en movilizaciones el pasado mayo que “la falta de servicio no solo afecta al almeriense, sino que frena el posible desarrollo económico que pueda venir del turismo sostenible”. Sola afirma que “se están vulnerando los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española” con la falta de cobertura para minusválidos por parte de Renfe.
De esta forma, Almería ya dispone de una ruta accesible para viajar a Madrid, algo que hasta hace poco solo era posible haciendo escala en Sevilla o Antequera, un trayecto más costoso y más largo que el que podrán disfrutar ahora, que conectará Almería con la capital en unas seis horas.