Los vecinos piden al Ayuntamiento la cesión del Rey Heredia al barrio
“El Rey Heredia no se cierra”. Esa es la leyenda que reza en
las decenas de pancartas que los activistas de este centro social están
pintando y repartiendo para colgar de los balcones de la ciudad, para visibilizar el espíritu de las decisiones adoptadas por sus integrantes tras la orden del
juez para desalojar el colegio ocupado en el plazo de un mes.
Pese a la orden judicial, los activistas de la Acampada Dignidad que ha reconvertido
el colegio abandonado en el Centro Social Rey Heredia han decidido mantener sus
actividades diarias ofreciendo comida a cien personas al día, clases de apoyo e
idiomas a menores y adultos sin recursos, un punto de información sociolaboral,
conferencias y presentaciones de libros, talleres y reuniones de las decenas de
colectivos sociales y vecinales que han hecho uso de él en sus seis meses de
vida.
Y junto a ello, tras la decisión del juez de ordenar el
desalojo del centro, han emprendido una serie de acciones de movilización para
impedir que el colegio- por el que ahora pasan unas 3.000 personas a la semana-
vuelva a cerrarse y quedar abandonado.
De un lado, los vecinos representados en el Consejo
Municipal del Distrito Sur de la ciudad –en el que se inscribe el centro- ha
pedido formalmente al Ayuntamiento de Córdoba la cesión provisional del inmueble
para albergar a los colectivos de la zona. No es la primera vez que lo hacen –lo
han solicitado desde hace dos años varias veces- pero sí esperan que esta vez
haya respuesta y que el alcalde, José Antonio Nieto (PP), dé “una respuesta clara y
definitiva“ al respecto, según consta en el escrito que se le ha remitido.
“Consideramos que es posible una negociación para dar
continuidad a una buena parte del trabajo realizado y, al mismo tiempo, llegar
a una situación de legalidad de cesión del uso en precario por parte del
Ayuntamiento al Consejo de Distrito Sur“, reza la solicitud.
De esa manera, se lograría que las actividades desarrolladas
por la Acampada Dignidad en el Rey Heredia permanecieran de manera
autogestionada por el Consejo de Distrito Sur. “Tanto el alcalde como el juez
han dicho que las actividades que aquí se desarrollan son loables. Pues ahora
tiene una oportunidad de oro de hacer ver que no miente y que, si siempre ha
dicho que este edificio debe ser para los colectivos del barrio, ahora se lo
ceda a ellos“, explica el portavoz de los activistas, Rafael Juan.
Dicha petición de cesión se ha hecho a imagen y semejanza de
la formulada recientemente por la Agrupación de Cofradías y Hermandades de la ciudad, que en
estos días ha recibido por parte del Ayuntamiento la cesión de un edificio
municipal para su labor. “Esperamos que con el Rey Heredia el alcalde sea tan
rápido como con las cofradías, porque las personas que aquí vienen a comer y a
recibir ayuda no pueden esperar ni un día“, señala Juan.
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados”
“No vamos a quedarnos de brazos cruzados”
“La Acampada Dignidad se tendrá que ir del colegio. Pero las
actividades que aquí se desarrollan no se van a ir de aquí. No vamos a
quedarnos de brazos cruzados“, añade para explicar el espíritu del movimiento
social puesto en marcha durante los últimos seis meses y que pretende seguir en
el centro.
Entre las movilizaciones emprendidas ya para difundir la
labor del Centro Social Rey Heredia y oponerse a su desalojo, además de la distribución de pancartas, los activistas
han iniciado una campaña de recogida de firmas en la ciudad que ya suma varios
miles y a través de internet para recibir el apoyo de ciudadanos del resto del
país.
Esa solidaridad desde otros municipios también tendrá su concreción
en actos reivindicativos que se celebrarán en cada uno de ellos el próximo 26
de abril a modo de reflejo de la concentración prevista por los activistas del
Rey Heredia en Córdoba.
Y como broche final de esta campaña de movilizaciones, han
organizado una manifestación que prevén masiva convocada para el próximo 10 de
mayo, ya en el límite del plazo dado por el juez para el desalojo y en la que
pretenden sumar “a miles de personas, en actitud pacífica, contra el cierre del
Rey Heredia“.