A la Biblioteca de Las Palomas, la biblioteca “okupa” del barrio del Zaidín en Granada que gestionan los propios vecinos a través de una plataforma, le han cortado la luz. La culpa es del limbo administrativo en el que vive el edificio desde que sus actuales gestores voluntarios la reabrieron después de un año clausurada: ni el Ayuntamiento de Granada admite que siga bajo su competencia ni la Junta de Andalucía que se la hayan traspasado.
Los vecinos de la Plaza de las Palomas, en el barrio del Zaidín, el más poblado de Granada con 40.000 habitantes, dieron una rueda de prensa el pasado miércoles con velas, candiles de gas y linternas, los sistemas de iluminación que piensan seguir utilizando mientras aprovechan que el corte haya llegado a finales de mayo, cuando ya empieza a anochecer tras la hora de cierre del edificio.
La Plataforma de Las Palomas ha hecho un llamamiento a todo el barrio y toda Granada para una protesta iluminada con velas el próximo 27 de mayo, bajo el lema La Cultura no se apaga, en la que se pida a las instituciones implicadas que se responsabilicen del futuro de una Biblioteca que pide ser conservada por aclamación popular.
La Biblioteca de Las Palomas fue “tomada” por los vecinos el 2 de diciembre de 2012 tras más de un año de clausura. En ese tiempo, ha sido autogestionada por la Plataforma a la que da nombre, nacida en las asambleas del 15M y que combatió la decisión del Ayuntamiento de Granada de cerrar el edificio y trasladar sus fondos a la Biblioteca Francisco Ayala, situada en el otro extremo del barrio.
Alegaban que la zona de Las Palomas es donde se encuentran las familias de menor poder adquisitivo y formativo o en riesgo de exclusión y que la Biblioteca era el único lugar de estudio y fomento de la lectura para muchos menores, precisamente los que más difícilmente iban a recorrer la distancia hasta la Francisco Ayala.
El cierre del edificio fue un auténtico “desalojo” de libros realizado en noviembre de 2011 con la Policía Local de Granada enfrentándose al grupo de jubilados y amas de casa, que eran los únicos presentes en el barrio la mañana en que se produjo. La Plataforma compara el corte de luz con aquel “asalto” y afirma que tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía evitan responsabilizarse del mismo.
Después de la ocupación, el Consistorio granadino comunicó “haber entendido el mensaje de los vecinos” y estar dispuesto a ceder el edificio a la Junta de Andalucía. Desde entonces, no se ha hecho responsable del mantenimiento del edificio, pero tampoco la Administración autonómica, que aunque ha tenido reuniones con la Plataforma, afirma que legalmente las bibliotecas son competencia municipal. En cualquier caso, el contrato de la luz se ha mantenido durante más de un año y medio en que la biblioteca “oficial” no ha funcionado.
Desde el comienzo de su autogestión, la Biblioteca acumula 8.000 ejemplares de fondos, todos donados, a una media de ocho préstamos diarios, abriendo sólo en horario de 18.00 a 20.00 debido a que sus bibliotecarios son todos voluntarios, y con una programación cultural con lista de espera por la que han desfilado figuras de la envergadura del historiador Carlos Taibo.