El SAS ignoró durante dos años el presunto fraude en las bolsas de Enfermería

Los responsables políticos y técnicos del SAS y los colegios de enfermería conocían desde hace al menos dos años las presuntas irregularidades en la obtención de méritos para las bolsas de Enfermería y Auxiliar de Enfermería en Andalucía. Durante todo este tiempo, cientos de candidatos han obtenido hasta 20 puntos presentando a congresos trabajos de escaso rigor científico que apenas eran revisados, o trabajos que compraban a terceros.

El posible fraude en la obtención de estos méritos, desvelado en primicia por eldiario.es Andalucía el pasado mayo, está ya en manos de la Fiscalía, que investiga una denuncia interpuesta por Comisiones Obreras. Durante años, este problema ha sido conocido por sindicatos, profesionales, colegios de Enfermería y el propio SAS.

El hecho de que hubiese candidatos sumando méritos fraudulentos con los que escalar en las bolsas de trabajo era un secreto a voces entre muchos profesionales, que dejó de serlo cuando el sistema se popularizó. Llegaron incluso a comprarse y venderse trabajos por Internet y asociaciones supuestamente sin ánimo de lucro certificaron más de 4.000 trabajos en un solo congreso online, tal y como publicó este medio. Algunos candidatos llegaron a obtener hasta 20 puntos en un año gracias a este sistema, lo que equivale a realizar 200 trabajos de ámbito internacional o 400 de ámbito nacional.

SATSE denunció el problema ante la Dirección General de Profesionales, que no ha intervenido hasta este año. En un escrito de febrero de 2016, reiterado en abril de ese mismo año, SATSE comunicó a la administración que había irregularidades en los autobaremos de los candidatos de la bolsa de 2015, y que también se habían detectado en los baremos definitivos de cortes anteriores.

En los dos escritos, presentados por Registro, el sindicato informó del “alarmante aumento en los autobaremos” de los candidatos a la directora general de profesionales, Celia Gómez. SATSE alertaba de que había “asociaciones científicas que no ponen límites a la producción científica en sus eventos, restando credibilidad a los mismos” y otras que “realizan doble certificación de las actividades científicas, como comunicación y como ponencia, siendo una única actividad científica”.

Los colegios y la Dirección General también recibieron denuncias de particulares, pero no atajaron un problema muy similar a lo que ocurrió en 2012 con los méritos obtenidos por firmar capítulos de libros presuntamente científicos.

2018, año que llega al Defensor del Pueblo

Tras años en los que el sistema se popularizó y se asentó, en febrero de 2018 un pequeño grupo de particulares denunció el asunto ante el Defensor del Pueblo, que pidió explicaciones al SAS. En junio se constituyó una plataforma, en septiembre se rediseñó el baremo para atajar el problema y en octubre Comisiones Obreras llevó el asunto ante Fiscalía.

En abril, la Dirección General de Profesionales del SAS ya dio instrucciones a las comisiones de valoración para vigilar el carácter novedoso, el contenido “didáctico y divulgativo” y el rigor científico de los llamados “pósters”. Sin embargo, las comisiones sólo tienen acceso a priori a los certificados de los pósters, y deben confiar en los criterios científicos del congreso en el que se presentan los trabajos.

La lentitud en solucionar un problema conocido en el sector contrasta con la atribución de méritos cuando supuestamente se ha encauzado. En un comunicado emitido el pasado 30 de octubre, el Consejo Andaluz de Enfermería aseguró que lleva más de cuatro años denunciando esta situación. El Consejo asegura que ha presentado “numerosas reclamaciones” ante el SAS relativas al presunto fraude, motivado por el diseño del baremo, el criterio “laxo” de las comisiones de valoración y el “mercadeo” de pósters.

Sin embargo, la Plataforma de profesionales del SAS por un baremo justo, constituida en junio de este año para denunciar este presunto fraude y lograr la modificación del baremo, asegura que las alegaciones del Consejo “no son ciertas porque no han denunciado nada”. Cuando eldiario.es Andalucía preguntó sobre el asunto, en mayo de 2018, el Consejo declinó comentar porque, según alegó, no había podido comprobar estas denuncias y entendía que se trataba de un tema “muy laboral” que no entra en su ámbito de actuación.

Limitación a cinco ponencias, a partir de 2020

El escándalo de los pósters sin rigor científico ha provocado recientemente el cambio del baremo de puntuación para las bolsas de Enfermería y Auxiliar. El SAS y los sindicatos acordaron a finales de octubre modificar el sistema después de que el escándalo llegase a la Fiscalía. De esta forma, a partir de 2019 sólo podrán presentarse cinco ponencias y comunicaciones por cada convocatoria.

Sin embargo, este acuerdo de la mesa sectorial de Sanidad no contenta a los profesionales, que siguen divididos entre quienes abogan por descontar los puntos obtenidos vía ponencias y comunicaciones también de la bolsa de 2017, y quienes alertan de que la Junta de Andalucía está eliminando trabajos rigurosos.

El acuerdo de la mesa sectorial consiste en limitar a cinco el número de trabajos que se pueden presentar cada año. Sólo se valorará el trabajo a los primeros tres autores. Además, la aprobación de exámenes de oposición pasa a valorarse con tres puntos (en lugar de uno, como hasta ahora), hasta un máximo de 9.

Estas novedades entrarán en vigor para el próximo corte de bolsa, previsto para octubre de 2019, por lo que la Plataforma de profesionales del SAS por un baremo justo advierte de que no se harán efectivos hasta mayo de 2020, cuando se incorporen los primeros candidatos del corte. “De este modo, seguirá en vigor un listado repleto de aspirantes con méritos que pueden tener muy dudoso valor en dicho apartado”, señala la plataforma, que también alerta de que méritos como los artículos publicados en revistas o los premios puedan aportarse sin limitación.

El sindicato SATSE había pedido la suspensión los “méritos no objetivables” en las bolsas actualmente vigentes con el fin de evitar que el presunto fraude sea efectivo. A esta medida se oponía otro grupo de profesionales, que consideran que podría perjudicar a candidatos que aportaron méritos válidos.