Diez años de reivindicaciones por un colegio digno en el antiguo barrio de Paco de Lucía
La avenida de La Cañá es la arteria principal del populoso barrio de La Bajadilla, en Algeciras: casitas bajas, obreras, a veces encaramadas a escarpadas cuestas. Allí acaba de morir, casi centenario, el cantaor y escritor Florencio Ruiz Lara, “Flores El Gaditano”, toda una leyenda del flamenco y de la gracia. En la acera de enfrente, la Sociedad del Cante Grande y, hacia la Fuentenueva, la calle Barcelona, donde tuvo que alojarse la familia de Paco de Lucía cuando las cosas le vinieron mal dadas y dejaron su casa natal en la calle San Francisco. Mucha historia, pero muchas carencias: el colegio público luce en su acceso un formidable grafiti con el rostro del guitarrista universal. Y su nombre se ha convertido en una pancarta: el principal centro educativo de su viejo barrio adolece desde hace años de equipamientos básicos, como el del uso del patio, que lleva diez años y medio cerrado. Por no hablar de que ninguna institución termina de afrontar “una remodelación de todas las instalaciones del centro que acumulan años de deterioro y abandono de parte de las autoridades competentes”.
En mayo, las asociaciones de vecinos La Cañá, El Cerro y La Perla, de la barriada, expresaron “todo su apoyo a las justas reivindicaciones” de la asociación de madres y padres de alumnos (Ampa) del colegio público Campo de Gibraltar. Pero el Ampa ha vuelto a quedarse sola en las últimas manifestaciones mientras que las asociaciones vecinales parecen confiar en los tardíos compromisos del Ayuntamiento. Esta misma semana el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, junto a la teniente de alcalde delegada de Educación, Laura Ruiz, anunció que las primeras obras municipales del CEIP Campo de Gibraltar ya han sido adjudicadas, y darán comienzo los próximos días. Ruiz ha explicado que “esta obra, que consiste en la demolición de las gradas y en el hormigonado del pavimento de los patios interiores de colegio, ha sido adjudicada a la empresa INNATE SOLUTIONS, S.L. por ser su propuesta la más ventajosa entre las ocho que se han presentado, con un coste de 39.771,97 € y un plazo de ejecución de un mes”, y ha explicado que “como el coste de la obra no supera los 80.000 €, según establece la ley, no es necesario que pase por mesa de contratación, por lo que se le ha notificado la resolución al adjudicatario directamente, acortando así los plazos previstos”.
Hasta este momento, los responsables públicos ni siquiera hicieron caso al plazo de tres meses otorgado por la Inspección en marzo de 2020 para que se reparasen las gradas del campo de deportes, cuyo ruinoso estado ponía en peligro la vida del alumnado.
El alcalde –“malaje”, le llaman en las manifestaciones del Ampa— se ha apresurado al menos a buscar soluciones ahora ante la espiral de movilizaciones que han ido teniendo lugar en los últimos meses, desde 2019 y a pesar de las restricciones de la pandemia: “Esta es una muestra de nuestro compromiso con la Comunidad Educativa del Colegio Campo de Gibraltar y con el barrio de la Bajadilla, pues no hemos dejado de luchar un solo instante para lograr darle una solución real a sus históricas reivindicaciones”, y ha resaltado que “ha sido especialmente complicado sacar adelante todos los trámites burocráticos que exigen estas actuaciones en pleno mes de agosto, sin embargo, con trabajo y esfuerzo, no solo hemos cumplido los plazos que teníamos previstos, sino que podremos ver estas obras en marcha antes de lo que esperábamos”.
El Ampa desconfía
El Ampa del colegio, mientras tanto, sigue desconfiando. En el pasado, la estrategia del Consistorio o de la Junta de Andalucía, pasó por la desinformación. Sus principales reivindicaciones vienen siendo las del arreglo del muro del patio que limita con las vecinas urbanizaciones de Torrealmirante y Villa Estoril, para que el sitio del recreo pueda volver a ser utilizado. Hay, al menos, dos promociones que no han podido hacerlo.
La lista de asignaturas pendientes incluye la reparación del aula matinal, que lleva un año cerrada por una grieta de dos centímetros de ancho que atraviesa dos paredes laterales y el techo. Tampoco funcionan numerosos retretes y lavabos. El Ayuntamiento concedió a la empresa Sedeño Muñoz la licencia para reparar el muro del CEIP “Campo de Gibraltar”, unos trabajos adjudicados recientemente por la Junta de Andalucía.
Al Ayuntamiento lo que le corresponde es “el derribo del graderío de uno de los patios, a petición de la dirección del centro y por unanimidad de votación del consejo escolar del centro educativo, y en la pavimentación del patio de entrada al colegio, corrigiendo los desniveles que actualmente presenta el mismo”. Eso dice el Consistorio.
“Las madres y padres y los vecinos de La Bajadilla vamos a seguir vigilantes y preparados para volver a manifestarnos. No nos fiamos de la palabra del alcalde ni de la de su concejala. Nos han mentido muchas veces y hasta que no veamos a los albañiles trabajando en el colegio para arreglar el muro, abrir el patio y arreglar el aula matinal no vamos a parar. No nos fiamos de las palabras de mentirosos profesionales, queremos hechos”, explica Juan León Moriche, vecino de La Bajadilla y colaborador de la asociación de madres y padres. Y añade: “El alcalde y la concejala deben pedir disculpas a las niñas, niños, madres y padres y a todo el barrio de La Bajadilla. El primero porque lleva once años sin cumplir su palabra, mentira tras mentira, dejando que se deteriore el colegio público y despreciando a la población de este barrio. Y la segunda por haber mentido en reiteradas ocasiones y habernos descalificado e insultado a las madres y padres diciendo que estamos manipulados. Aquí los únicos que han manipulado a la gente son ella y el alcalde, que no han dejado de presionar a las asociaciones de vecinos y a los medios de comunicación para que no se sumen a nuestras protestas”.
Frente a las acusaciones vecinales de desidia sobre este asunto, los portavoces del gobierno municipal sacan pecho, en cambio. Con estos trabajos, destacaron Ruiz y Rodríguez, “damos respuesta por parte de ambas administraciones a un problema que llevaba estancado décadas, del que ningún Gobierno anterior se había ocupado ni preocupado, y que gracias al diálogo entre el nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno y el municipal que dirige Jose Ignacio Landaluce, con muchísimo esfuerzo, con tesón, y cumpliendo escrupulosamente los trámites y plazos que exige la ley de contratos, será en muy poco tiempo una realidad que permitirá a la comunidad educativa del colegio Campo de Gibraltar tener unas instalaciones dignas, tal y como se merecen”.
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