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Una incidencia cercana a los 1.500 casos obliga a Conil a ponerse serio con las medidas anti Covid para salvar el verano

Plaza de Conil. Hasta las estatuas llevan mascarillas.

Francisco J. Jiménez

Conil —

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Conil, 23.000 habitantes. La escena discurre en la plaza de Andalucía del municipio gaditano. La imagen es la de una aglomeración de jóvenes sin mascarillas a las puertas de la discoteca del pueblo. Todo sucede cuando ya se sabe que Conil ha superado la Incidencia Acumulada de 1.000 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Esa escena dio la vuelta a España, la discoteca Ícaro, que así se llama, permanece cerrada “para no dar pie a más incidentes”, reconocen, pero los datos no terminan de bajar.

Con esas cifras, otros municipios han sido cerrados perimetralmente en Andalucía y se ha paralizado la actividad que no fuese esencial. Sin embargo, la Junta de Andalucía ha evitado clausurar Conil. Argumenta que la localidad dobla o triplica su población en verano. El consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, ha seguido el mismo razonamiento de los vecinos y del Ayuntamiento: “En los meses de verano, Conil pasa de tener una población de derecho de 20.000 habitantes a una de hecho de 50.000, por lo que se diluye esa incidencia acumulada”. Los números respaldan esta afirmación: según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) en veranos anteriores, Conil llega a reunir más de 30.000 visitas con el turismo.

Marta, una empresaria conileña con un negocio en el paseo marítimo, señala que “se está exagerando la situación. Lo de los jóvenes en la calle es algo puntual que igual pasa aquí que en muchas ciudades de España. Eso le hace mucha daño a Conil porque puede haber gente que no quiere venir, cuando la realidad es otra. Aquí estamos cumpliendo las medidas de seguridad y no hay ningún riesgo”.

La Fontanilla es uno de los restaurantes con mayor tradición de la localidad y Pedro Pérez, uno de los dueños, también ofrece una imagen de calma: “Los empresarios estamos preocupados por la situación y hay que frenar esa escalada, pero se le está dando un bombo que no se merece. Estamos tomando todas las medidas necesarias y los turistas pueden estar muy tranquilos”.

Sin embargo, los datos siguen subiendo en toda la provincia en una dinámica preocupante. Conil cuenta con la tasa más alta de toda la provincia de Cádiz, situándose este lunes 12 de julio en 1.440 casos por 100.000 habitantes. Por eso desde al Ayuntamiento, Juan Manuel Bermúdez, alcalde de la ciudad (IU), al mismo tiempo que manda un mensaje de tranquilidad, recomienda ponerse la mascarilla en exteriores también mientras persistan estos datos. Y así lucían a las cinco de la tarde todos los conileños que paseaban por las calles del pueblo: con la mascarilla puesta.

Respecto a la decisión de La Junta asegura que “nos da mucha tranquilidad porque estábamos viviéndolo con angustia. Hay unos 250 conileños que están afectados, pero la mayoría son asintomáticos”. Pero al mismo tiempo, el Consistorio de Conil ha pedido oficialmente tanto a la Junta como al Gobierno Central que impongan un toque de queda desde el cierre de los comercios hasta las seis de la mañana y la obligatoriedad del uso de mascarillas en espacios públicos.

A nivel local se están tomando medidas para que baje la incidencia y no sea necesario plantear de nuevo un cierre: “Estamos informando a todas las personas que entran en el casco histórico a través de Protección Civil y de la Policía Local para que mantengan la distancia de seguridad y del uso de la mascarilla. Con la Guardia Civil se controla que en los establecimientos se mantenga la distancia en las terrazas”, explica el alcalde. A la Junta de Andalucía se le ha solicitado la ayuda en los centros de salud para el rastreo de los positivos con el objetivo de controlar la situación.

El gran miedo de un pueblo eminentemente turístico reside en las consecuencias de lo que proyectan esos datos tan preocupantes justo a las puertas del verano. El alcalde quiere ser optimista: “La ocupación está por encima del 90%, pero se han cancelado algunas de estas reservas al conocerse los datos. Ahora hay que esperar un poco, pero nos vamos a recuperar. Los que vienen se van a encontrar con una ciudad que extrema las precauciones - insiste- Temo por la imagen que se ha dado en algunas televisiones con el vídeo de un grupo de jóvenes que no representa a Conil”.

Un ejemplo de ello es Tomás, un turista de Madrid que manifiesta su percepción de calma a pesar de los datos y que pasa una quincena en la localidad madrileña junto a otros seis amigos: “No estamos preocupados porque vemos mucha gente con mascarilla y se ve que la gente está muy concienciada. Vamos a la playa con tranquilidad porque en Conil no hay aglomeraciones, hay mucho espacio. Viendo lo en serio que se toman las medidas vemos bien que no hayan cerrado el pueblo”.

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