We can do... Carnaval: la primera comparsa feminista de la historia de Cádiz agita el inicio del Concurso del Falla
El COAC (Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas) de Cádiz ha comenzado con sabor feminista. La actuación de la comparsa We can do... Carnaval, escrita e interpretada íntegramente por mujeres, ha supuesto un impulso muy potente el año en el que se le ha dado por primera vez el Antifaz de Oro a una mujer, a Adela del Moral. Ya han sido muchas las agrupaciones de mujeres que se han puesto a cantar en las tablas del Teatro Falla, pero es la primera vez que llega una tan transgresora y con un mensaje tan claro.
La comparsa está hecha a imagen y semejanza de su autora, Marta Ortiz, que se ha estrenado en el mundo del Carnaval del mejor modo posible: “Tenía miedo de no saber transmitir el mensaje, pero hemos recibido un feedback constante de la gente. Me ha costado trabajo romper el miedo, romper esa brecha ancestral de vernos relegadas a los cuidados de la casa. La ausencia de la mujer en el mundo de la autoría del Carnaval de Cádiz responde más a cuestiones sociales que a nuestro propio interés por hacer cosa. Me ha costado romper el miedo al ridículo, pero lo he hecho arropada de la mejor manera posible, con un gran grupo. Hemos hecho un tejido femenino y feminista y estamos muy felices”, explica Marta.
“Putero escucha”
Es una comparsa que suena bien y que tiene mucha enjundia en sus letras. Nada que ver con otras agrupaciones de mujeres, escritas por hombres, que se han quedado en tierra de nadie a la hora de reivindicar los derechos de la mujer. Especialmente sonado ha sido el segundo de sus pasodobles, que carga contra la prostitución y contra la figura del putero: “La cuestión no radica en la decisión de si quiero venderme, sino en preguntar cómo llegaste a asumir tu derecho a comprar mujeres. Cuando sea inconcebible que mi cuerpo sea vendible la guerra estará ganada. Pero mientras que no pase será obligado no mirar para otro lado. Con más asco que vergüenza, putero, escucha: no eres impune, yo te señalo y condenaré hasta que mi voz se apague. Mi cuerpo no es un objeto, contiene alma, felicidad y libertades”.
Una agrupación feminista que se atreve a llegar tan lejos en el humor soez como lo han hecho los hombres históricamente y que está preparada para asumir muchos retos. “Es lo que Marta quería. En el grupo hay muchas mujeres que habíamos salido antes pero con autores hombres, y estábamos huérfanas de esa voz. Contar cosas de la pluma de una mujer es otro rollo y ésa es clave. No es la primera comparsa femenina pero sí la primera feminista”, subraya Beatriz González, directora de la agrupación.
Lo que se persigue lanzar es el mensaje de “un empoderamiento de las mujeres que no han podido hacer lo que han querido históricamente en el Carnaval por los estereotipos. Queremos que las mujeres se animen a las tablas, que hagan Carnaval en el concurso y que escriban, que se quite el miedo a no ser suficientemente buenas. Las habrás buenas, regulares y mediocres, como pasa con los hombres”, añade.
Las que llegaron antes
Y deja clara la comparsa en sus redes sociales que no se apuntan ningún tanto porque siguen la estela de otras. “Para poder llegar hasta aquí, en el pasado hubo otras mujeres que allanaron el camino y fueron pioneras en esto. Es justo y de recibo darles hoy su lugar. Somos la primera comparsa íntegramente femenina de Cádiz capital que pisa las tablas pero antes que nosotras ya lo hicieron desde Barbate de la mano de Carmen Jódar y desde Sevilla con la pluma y música de Cristina Calle y María Núñez. Que no se olviden ni de se invisibilicen nunca”.
Y el tipo, como no podía ser de otro modo, también responde a un símbolo del feminismo. Van vestidas de esas mujeres trabajadoras que inmortalizó el ilustrador J. Howard Miller en un cartel creado en la Segunda Guerra Mundial.
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