El portavoz parlamentario de Ciudadanos (C's), Juan Marín, se ha mostrado muy contento por la inminente creación de una comisión de investigación sobre la formación impulsada por ellos, tal y como se habían comprometido en su estrategia de lucha contra la corrupción. Es un doble triunfo, porque en paralelo, su partido se consolida en el hueco que empuja por hacerse en el centro moderado y demuestra que puede hacer cosas sin gobernar. Y esto en vísperas de las elecciones generales.
Desde el principio, C's había anunciado que rechazarían la comisión de investigación del PP-A -de no hacerlo habría ganado la votación y los populares tendrían la iniciativa por ser los primeros que la presentaron- porque estaban “obligados” a liderar esta cuestión. “Hoy es un día muy importante para Andalucía y los andaluces, ya que vamos a poder conocer qué ha sucedido con los fondos que iban destinados a la formación de nuestros desempleados”, ha celebrado Juan Marín, quien intenta neutralizar la imagen de blandura que desde el resto de la oposición (PP-A, Podemos e IU) se le atribuye en su lucha contra los casos que puedan salpicar al PSOE-A, después de que le facilitaran que pudiera formar gobierno.
En todo caso, como pretende que sea “ajena a los intereses partidistas”, ha insistido en la necesidad de que se paralicen las comparecencias si coinciden con la campaña de las elecciones generales. “Para que la corrupción no tape el debate político como sucede en otros puntos de España, caso de Cataluña”, ha dicho, una reflexión en la que le han secundado el PP-A y el PSOE-A.
El triunfo de C's, a su vez, significa endurecer el cerco de aislamiento que tanto este partido como el PSOE-A, y por diferentes motivos, han ido levantando en torno a los populares. Los primeros, porque el PP-A es su eterno enemigo político en Andalucía, y los segundos, porque se disputan el mismo espacio en el electorado.
Carlos Rojas ha sido el encargado de defender tanto la propuesta que el PP-A ha elevado para una comisión de investigación -presentada primero y que ha sido tumbada por el PSOE-A y C's- como para explicar el sentido de su voto. Ha hablado de la “coherencia” de su partido para respaldar la de C's, toda vez que la suya no iba a prosperar, “porque de lo que se trata es de llegar hasta el fondo del asunto”. Para precisar sobre la propuesta de C's: “Es idéntica a la nuestra”.
Igualmente, ha insistido en el discurso del PP-A de que estamos frente al “fraude de dinero público más grave de este país”, elevándolo a 3.000 millones de euros. En este sentido, el PP-A sigue jugando a poner en duda todos los fondos de formación, independientemente de que no se haya cerrado todavía la investigación en los tribunales de cuánto asciende la cantidad que se ha defraudado.
Desde el PSOE-A, Rodrigo Sánchez Haro ha insistido en que la Junta de Andalucía ha dado “todas las explicaciones” en el Parlamento de Andalucía con comparecencias periódicas de los consejeros del ramo en relación a estas subvenciones. “No vamos a consentir que nadie se lleve por delante la imagen y credibilidad del Gobierno de Andalucía (...) obviando la labor de los que trabajan por la formación para el empleo”, ha continuado. Pero como el PSOE-A “no tiene ningún miedo” han decidido votar que sí a la de C's.
Mientras, Teresa Rodríguez (Podemos) ha reiterado que “la corrupción en Andalucía no es un problema de cuatro golfos o de manzanas podridas, sino un lastre para su desarrollo”, que ha vinculado con el modelo productivo a su juicio “erróneo” de tres década del PSOE-A en el poder: subvenciones a gran escala y pequeñas “con ausencia de control y con un fin electoralista”.
Finalmente, el portavoz parlamentario de IU, Antonio Maíllo, ha pedido que “no se haga de esto una tragedia” porque las comisiones de investigación “son una herramienta de control parlamentaria que se deben normalizar”, sin que eso suponga convertir la cámara en un juzgado de instrucción. “Se trata de estudiar minuciosamente lo sucedido para extraer y señalar responsabilidades políticas”, ha recordado.