Camas: donde se unen la vega del Guadalquivir y la cornisa del Aljarafe
La diosa Astarté parece recibir con los brazos abiertos. Esta figura tartesia preside la rotonda que da la bienvenida a Camas y bien puede resumir la esencia de esta localidad que une la vega del Guadalquivir con la cornisa del Aljarafe, y que, a lo largo de su historia, ha sido lugar de paso y parada de viajeros, cruce de caminos y asentamiento de ciudadanos de todas partes. Desde tartesios a romanos, musulmanes y ya en el siglo XX a extremeños o mallorquines. Por eso, es una ciudad abierta que nunca ha dejado de crecer.
Las primeras elecciones municipales en democracia llegaron cuando el despegue demográfico y económico de Camas ya se había consolidado. En 1940, tan solo residían 5.214 habitantes y cuatro décadas después, en 1980, eran ya más de 25.000. Por entonces, su motor era la industria surgida al calor del desarrollo del ferrocarril que permitió el crecimiento de una clase obrera, pero aquel tejido industrial poco a poco fue desapareciendo y fue sustituido por el sector servicios. Su economía y su cercanía a Sevilla la hicieron idónea para ser un municipio de acogida, lo que atestiguan las 27.463 personas que hoy tiene empadronadas.
Condición polinuclear
Su alcalde y también historiador, Rafael Recio (PSOE), ha vivido toda su vida en Camas y ,“como hijo de la democracia” (nació en 1975), tiene un conocimiento real de la transformación experimentada por la ciudad, que siempre ha estado gobernada por fuerzas de izquierda: 18 años por PCE y luego IU, y 22 por el PSOE. “Estos cuarenta años han cambiado sustancialmente la piel de esta ciudad, sus servicios públicos e infraestructuras nada tienen que ver con aquella Camas del franquismo”, explica, mientras recuerda los cuatro colegios por los tuvo que pasar en su infancia, precisamente, por el mal estado y escasez de escuelas públicas, y que nada tiene que ver con la red educativa pública de Primaria y Secundaria que existe hoy día.
Su dispersión geográfica en cuatro núcleos, separados entre sí por barreras arquitectónicas y orográficas, tampoco ayudaba a una buena atención sanitaria. Ahora esos obstáculos están resueltos con nuevos centros de salud en Coca de la Piñera, La Pañoleta y El Carambolo. Una atención a esa “condición polinuclear” que, como aclara Recio, también se ha extrapolado a las instalaciones deportivas y espacios medioambientales.
Una vez cubiertas las necesidades básicas, el principal reto sigue siendo la conexión con la capital. “Camas tiene que ser una gran apuesta del Gobierno andaluz como principal impulsor de las estrategias de comunicación en la comarca del Aljarafe, porque Camas es punto de intercomunicación”, detalla Recio. Por su diversidad de suelos terciarios, el otro objetivo es la colmatación de los que están disponibles en los parques de Los Girasoles, Parque Plata o Vega del Rey, que son en este área metropolitana una “joya”, según el alcalde.
Cambio climático y urbanismo
Ahora que el debate sobre el cambio climático está sobre la mesa, Camas fue un municipio adelantado a su tiempo: protegió la cornisa del Aljarafe a principios de milenio para evitar su deterioro. Mientras otras localidades vecinas agotaban su suelo rendidas ante la presión urbanística, la cornisa de Camas está a salvo porque “no se va a construir ni una sola vivienda”, zanja Recio. “A otros municipios pocos restos de cornisa les quedan para su recuperación, en cambio, en Camas, desde el cerro de El Carambolo hasta el cerro de Santa Brígida, esa franja al oeste del municipio, está protegida medioambientalmente y tenemos que hacer un esfuerzo por convertirlo en un referente dentro de la comarca”. Esta ambición es el resultado de una presión que no es nociva: frente a la presión inmobiliaria, la presión ciudadana y del tejido asociativo ambientalista que, según Recio, “entiende la importancia de esos cerros y de la ejemplaridad de este municipio ante una situación de emergencia climática”.
Ante los retos que esta coyuntura plantea, entra en juego la necesidad de que se idee entre todas las partes implicadas un plan estratégico medioambiental que también resuelva los problemas de comunicación con soluciones de modalidad sostenible. “La comunicación por parte de este Ayuntamiento no está planteada en términos de más conexiones que faciliten el uso del vehículo privado, sino que queremos que Camas sea ese punto estratégico de conexión de la capital por ser la cabecera del Aljarafe norte, pero con soluciones ecológicas, ya que soportamos toda la presión del tráfico. Como esa línea 2 de metro de Sevilla, a la que presentamos alegaciones para que llegara hasta aquí”, detalla. Ante la previsión de que sea costoso, apostilla que se “podría apostar por otros tipo de conexiones como autobuses eléctricos”.
Este compromiso municipal con el medio ambiente no se queda sólo en la cornisa del Aljarafe ni en propuestas de movilidad, sino que llega hasta lo personal. Pequeños brotes verdes o bulbos de hortalizas, verduras o flores asoman de las macetas y pequeños parterres que Recio ha llevado hasta las dependencias de la Alcaldía. En una galería por la que penetra el sol a raudales, ha aprovechado sus condiciones como invernadero para sembrar con el ejemplo un huerto.
Pluralidad
Pero si hay algo por lo que este alcalde se siente “orgulloso” es del carácter abierto de los cameros. “Ser un cruce de caminos, una población mestiza es el sello identitario de Camas. Es un pueblo plural y con mucha vida”, defiende, y ese es su mayor patrimonio, ya que histórica, monumental, paisajística y turísticamente no tiene nada que ofrecer, como él mismo admite. Así recuerda cómo su condición de puerta de Sevilla y nudo de la Vía de Plata favoreció que en la década de los 50 emigrantes extremeños se empadronaran hasta el punto de crear su propia barriada, La Extremeña, o cómo un alcalde oriundo de Mallorca logró atraer a una comunidad que acabó formando una barriada mallorquina.
En tiempos en los que determinado discurso político es contrario al mestizaje, Recio muestra su “preocupación” por el “rechazo a la pluralidad” y que ese mensaje “populista” acabe “por atentar contra lo que es la seña de identidad de Camas y empiece a calar y tener eco entre los habitantes de esta ciudad”. De ahí que el tesoro de este municipio sea algo más importante que aquel hallazgo fortuito de las joyas de El Carambolo o aquella Diosa Astarté con la que el historiador Juan Mata Carriazo se topó en el mercadillo sevillano de El Jueves. Su riqueza está, para su alcalde, en su capacidad de dar cabida a todo aquel que busque un lugar donde vivir cerca de Sevilla y que, pese a ser ciudad dormitorio, tiene una personalidad fuerte y acogedora.