Los Palacios y Villafranca: el tomate de 'la unión' roja
Todo al rojo. Los votos y los platos. La primera cita electoral tras el franquismo, el 3 de abril de 1979, dejó un Ayuntamiento comunista en Los Palacios y Villafranca (Sevilla). Una ciudad dormitorio marcada en su historia por la unión de dos pueblos, que sólo ha conocido alcaldes de izquierda y que, ahora, tiene como estilete un manjar culinario: el tomate.
Después de Franco, los palaciegos lo tuvieron claro: casi cuatro de cada cinco votantes eran “rojos”. El Partido Comunista de España (PCE) acarició la mayoría absoluta y estuvo raspando la mitad de los sufragios. Sumó once concejales de 21. El primer alcalde democrático desde la II República fue Francisco Riverola.
Como segunda fuerza quedó el Partido Socialista Obrero Español, cerca del 20 por ciento de sufragios y cuatro ediles. Tercero, el Partido Socialista de Andalucía, raspando el 13 por ciento y tres escaños. Con un concejal acabaron el Grupo Independiente, la Unión de Centro Democrático (UCD) y Coalición Democrática (entre el 6 y 7 por ciento de los votos).
Los 23.561 habitantes de Los Palacios y Villafranca, con casi 15.000 de censo electoral, no replicaron los resultados estatales de 1979. En España, la UCD logró la victoria aquel 3 de abril con 28.960 concejales y el apoyo del 30,6% del electorado. Los socialistas quedaron con 12.077 ediles y poco más del 28% de votos, seguidos por los 3.732 concejales y 13,1% de sufragios comunistas.
40 años a la izquierda
Y, desde entonces, con 40 años de democracia cercana, el municipio de la comarca del Bajo Guadalquivir ha alternado gobiernos del PSOE y del PCE primero, luego Izquierda Unida y ahora Adelante Andalucía.
Los comunistas tuvieron el bastón de mando en las primeras dos legislaturas. En el 83, los socialistas ganaron la Alcaldía, conservada hasta 2011. Ahí, la federación de izquierdas doblega los últimos mandatos.
El 26M de 2019, Adelante cosecha una victoria sin paliativos: mayoría absoluta, 11 concejales y el 48,51% de los votos. El alcalde sigue siendo Juan Manuel Valle. El PSOE, segundo en liza, queda con cinco ediles (21%). El Partido Popular pasa tercero con tres escaños (13%), en un plenario que cierra Alternativa Local con dos plazas (8,81%).
El Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca es uno de los que ha conquistado Adelante Andalucía en Sevilla, junto a Aznalcóllar, El Garrobo, Bollullos, Arahal, Paradas, La Puebla de Cazalla, Pedrera, Peñaflor y Marinaleda. Municipios donde se ha roto la dinámica de una provincia donde las urnas han dejado un PSOE más hegemónico.
Dos nombres, un pueblo
Y la población es conocida por el tomate palaciego, por supuesto. Pero también por las variaciones culinarias del manjar rojo. Partiendo de la base, exquisita, del tomate aliñado. Llegando al sopeao y la fritada. O la sopa de tomate. Las cocinas palaciegas tienen fama por la pachocha, el ajo 'meneao', la periñaca…
Platos, por cierto, devorados por unos referentes musicales del lugar, No me pises que llevo chanclas. El grupo ha regresado a las tablas con un disco titulado... 'El tomate cantante'. Sus coplas de agropop asilvestrado son parte de la historia reciente de Los Palacios. Y de Villafranca.
Porque el pueblo palaciego atesora en su topónimo la dualidad de su propia génesis: las huellas de Villafranca de la Marisma y el rastro de Los Palacios de la Atalayuela. Un relato que se remonta hasta época tartésica y tiene trazas que lo conectan con la Carrera de Indias.
En el año 1835, un decreto real iba enlazando un discurso popular de tiras y aflojas. “Los pueblos que, en atención a su corto vecindario, a la estrechez de su territorio o a la penuria de sus fondos comunes, creyesen conveniente a sus intereses unirse a otro pueblo limítrofe para formar un solo Ayuntamiento, lo solicitarán al Gobierno Civil que elevará informe al Ministerio del Interior, para resolución de la Soberana”, decía el texto firmado por la reina regente María Cristina de Borbón, madre de la reina menor de edad Isabel II.
La Unión y la Memoria
Era La Unión. Con mayúsculas. El acto conjunto de dos poblaciones hermanas, de dos pueblos unidos en un mismo Ayuntamiento. Villafranca y Los Palacios. O Los Palacios y Villafranca. El término municipal cuenta, además, con tres pedanías que surgen en los años 70 como poblados de colonización del franquismo: El Trobal, Maribáñez y Los Chapatales.
La localidad sevillana tiene también vestigios menos amables de la dictadura de Franco. Como un campo de concentración para presos políticos y esclavos del régimen franquista que albergó a 1.400 personas, según las estimaciones históricas.
Porque la historia puede quedar enterrada. Incluso arder, como sucedió con los archivos municipales en 2013. Lo contó eldiario.es Andalucía a pie de la catástrofe documental. Pero la memoria se impone al olvido.
Los Palacios y Villafranca ha doblegado en sus calles a la desmemoria. Lo hizo con un homenaje al primer alcalde democrático desde la etapa republicana mediante el bulevar Francisco Riverola, inaugurado en 2012. El alcalde del PCE había sido inmigrante en Francia, Bélgica y Alemania, donde entró en contacto con exiliados y participó en movilizaciones contra el franquismo, hasta llegar a Australia. En 1972, regresó a España.
Ahora, con una plaza de la Memoria Histórica dedicada a las víctimas del franquismo desde el 5 de abril de 2019. Justo 40 años y dos días después de aquellas elecciones democráticas del 79, la localidad ha vivido múltiples avances y reiteradas reivindicaciones como el desdoble de la carretera Nacional IV.