El primer mitin de Susana Díaz junto al presidente Pedro Sánchez en la campaña de las elecciones andaluzas ha sido el más accidentado hasta el momento. La candidata socialista ha congregado a más de 1.500 simpatizantes en Bodegas Vélez, en Chiclana de la Frontera (Cádiz). El recinto se ha quedado pequeño y unas 500 personas se han quedado fuera. Los organizadores han instalado altavoces y pantallas fuera para que puedan seguir el mitin bajo una intensa lluvia.
El discurso de Susana Díaz se vio alterado por la intervención de una mujer, en las primeras filas, que empezó a reprocharle cosas a voces y levantó una pancarta donde podía leerse: “Susana corrupta. Voto nulo. Por mis hijos y mis nietos”. “Ahora te escucho, compañera”, dijo la presidenta, que por un momento perdió la concentración y el hilo de su discurso. La mujer fue conducida por agentes de seguridad hasta la salida. En el patio exterior se produjo un forcejeo, un militante del PSOE le arrebató la pancarta de golpe. “Ese hombre me ha agredido”, dijo ella, y éste le respondió que se la había quitado porque “se estaba poniendo violenta”.
Agentes de la Guardia Civil la rodearon para protegerla, mientras muchos asistentes le gritaban. “Susana corrupta, por una sanidad digna. Yeah”, dijo, emulando el grito de guerra del médico Jesús Candel Spiriman, que encabezó las protestas masivas en Granada contra la gestión de la sanidad pública. “Nunca vayáis a un acto político de otro partido si no es para escucharlo y para saber qué os ofrecen”, dijo Susana Díaz cuando se calmó el revuelo. Minutos después tuvo que interrumpir de nuevo su discurso cuando alguien del público se desmayó y tuvieron que intervenir los sanitarios. “Juan, como se te ocurra volver a montar un acto pequeño para un PSOE con tantas ganas…”, bromeó ella.
El calor, la aglomeración de tantas personas en el recinto y el olor a moscatel de la bodega provocó uno de los mítines más accidentados hasta el momento.