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El 'espíritu de Los Pedroches' y la acción política
Los días 25 y 26 de octubre se celebró en Pozoblanco (Córdoba) el 'I Encuentro Los Pedroches: Nuestra tierra. Nuestro futuro', organizado con maestría por la Plataforma Unidos por el Agua y la Fundación SAVIA.
El protocolo seguido por los organizadores lo considero impecable y ejemplo para futuros encuentros. Todo un aprendizaje para quienes, contando con recursos y poder, pierden el tiempo enfrentando a ciudadanos que entienden y necesitan salvar esa querida tierra en la que cada día trabajan con anhelo y esperanza.
Ha sido organizado desde lo que podíamos llamar la sociedad civil, una plataforma ciudadana con muy buenas intenciones y escasos recursos que ha logrado lo que difícilmente hubieran conseguido instituciones o administraciones: la unión de toda la comarca para identificar sus problemas, sus anhelos, sus deficiencias, sus logros y deslindar un perfil lo más ajustado posible de ese futuro esperanzador que todos desean.
Se han desarrollado tres mesas redondas de un alto nivel sobre otros tantos asuntos que preocupan a los habitantes por parte de expertos en los temas que abordan y con testimonios imprescindibles, apegados a la realidad, a cargo de personas que los viven cada día en su tarea cotidiana. Todo un ejemplo que necesita de continuidad y de no bajar la guardia.
Pero me gustaría introducir en este contexto, algo inevitable, que necesitan los pueblos y las zonas rurales para un desarrollo sostenible e integral: “la acción política”.
Es verdad que la política determina el bienestar o la desgracia de mucha gente. Hay personas, es cierto, que por nuestra formación intelectual, por su posición económica, por sus relaciones sociales, pueden vivir al margen de los aciertos o de los desatinos de los políticos. Son, en bastante medida, autosuficientes. Pero hay muchas gentes, millones de gentes, a quienes no se les ha dado la oportunidad de una formación intelectual, que carecen de un patrimonio, cuyos contactos con los círculos de poder son muy débiles o inexistentes. Su vida está marcada, para bien o para mal, por las decisiones de los políticos.
El mercado crea riqueza, está suficientemente demostrado por la experiencia. El mercado no la distribuye, sino que la concentra. Es función y misión de la política no eliminar el mercado sino hacer todo aquello que el mercado no hace, ni hará nunca: mitigar los desajustes sociales
Los trabajadores por cuenta ajena que no cuentan con otro recurso personal que su fuerza de trabajo, las mujeres y los jóvenes que aún carecen de autonomía individual, los pequeños productores… están sumamente condicionados por las decisiones políticas de la sociedad en la que viven. La acción política condiciona el bien o el mal vivir de muchas personas. Por este motivo no podemos pasar de la política.
La política es el instrumento para implantar la justicia social. A la corrección de los desequilibrios sociales que se generan cuando se deja que el mercado sea el único instrumento de asignación de recursos y de distribución de la riqueza. El mercado crea riqueza, está suficientemente demostrado por la experiencia. El mercado no la distribuye, sino que la concentra. Es función y misión de la política no eliminar el mercado sino hacer todo aquello que el mercado no hace, ni hará nunca: mitigar los desajustes sociales.
La política mira al futuro más que al pasado, incluso que al presente. El pasado es asunto de los historiadores. El presente es asunto de los técnicos. El futuro es asunto de los políticos. Las sociedades necesitan un horizonte histórico hacia el cual dirigirse. Siempre hay un horizonte más allá. Por mucho que avancemos hacia él, el horizonte siempre está por alcanzar. La política es el instrumento de progreso histórico de las sociedades humanas. Siempre hay un mundo mejor que el que tenemos. Es misión de la política vislumbrar ese futuro, y dotar a la sociedad de medios para caminar hacia él.
La Plataforma Unidos por el Agua y la Fundación SAVIA, ciudadanos y ciudadanas de Los Pedroches, habéis abierto un camino nuevo, una manera de proceder para dar respuestas a los problemas y retos de esa querida tierra, Los Pedroches. Esa acción ejemplificadora tienen que hacerla suya los políticos que habéis elegido y encomendado la acción de gobierno en los diferentes territorios.
Me encantaría, que en el ejercicio de su responsabilidad, un amanecer todos llegaran a la conclusión, que es necesario olvidarse de personalismos y de partidismo, lo que les toca es unirse entorno a proyectos que den respuesta a la problemática actual de la comarca, al desarrollo integral de la misma, sin fisuras ni protagonismo, sin enfrentamientos ni insultos, caminar por la senda que necesita nuestra gente y que ahora han destapado.
La comarca de Los Pedroches y su gente nos han puesto en el camino para conseguir un desarrollo endógeno y los servicios esenciales, políticas activas y medidas proteccionistas para que los productores primarios puedan hacer rentable su actividad
Esto sería un icono a seguir, que podríamos llamarle el 'espíritu de Los Pedroches'. Esto es lo que los ciudadanos esperamos de los políticos: más razonamiento, una explicación de las propias razones, un poco más de modestia y de realismo. Nadie lo hace todo bien ni nadie lo hace todo mal. Creo que tendrían más credibilidad si de vez en cuando reconocieran algún acierto del adversario. Alguno tendrá, digo yo, y reconocieran de vez en cuando algún error propio, alguno tendrán.
La inacción a la hora de desarrollar políticas se ha unido al enfoque de dar solución tras el resultado obtenido y no, como sería deseable, a la anticipación del problema creando unas condiciones de vida óptimas para los residentes en estos pueblos y que a la vez sirvan de reclamo, posibilitando proyectos y planes para contribuir, desde la propia comarca, a la mejora del medio rural.
La comarca de Los Pedroches y su gente nos han puesto en el camino para conseguir un desarrollo endógeno y los servicios esenciales, políticas activas y medidas proteccionistas para que los productores primarios puedan hacer rentable su actividad y no hacerles dependientes de las ayudas públicas, salvo caso necesario.
Recordemos a José Antonio Labordeta cuando decía que no pueden hacerse más promesas vacías y renovadas, hay que actuar para solucionar los problemas del pueblo, pues esa es la misión del político.
Habéis hecho posible que la cuestión rural suba a la superficie y los ciudadanos se interesen vivamente por la situación de sus pueblos y sus perspectivas de evolución futura, así como por el problema de cohesión territorial que supone la muy desigual distribución espacial de la población.
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