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¿Cómo están ustedes?
Susana Díaz tiene mi misma edad, por lo que a buen seguro recordará también a los famosos Payasos de la Tele y su mítico saludo, aquel “¿Cómo están ustedes?. Biennnn”, gritábamos todas las niñas y niños de este país, hasta que los payasos se daban por satisfechos y entonces comenzaban su espectáculo. El espectáculo de Susana Díaz se llama elecciones anticipadas. Según sus propias palabras, lo hace en un “impecable” ejercicio de democracia, así que los andaluces debemos contestar “Biennnn”.
A nuestra presidenta le puede tanto su afán democrático que ha entendido que en Andalucía no podemos esperar hasta mayo, de manera que ese adelanto se hiciera coincidir con las elecciones municipales. Y es que, aunque creíamos lo contrario, en Andalucía andamos sobrados de pasta, así que nos vamos a gastar, según parece, no menos de diez millones de euros para votar el 22 de marzo. A mí se me ocurren algunas cosas que hacer con esos millones de euros, pero ninguna es mejor que un “impecable” ejercicio de democracia en marzo, y luego otro en mayo.
No se sabe bien cómo, aunque desde luego no de forma “impecable”, todo indica que a la presidenta han llegado por adelantado los resultados del último EGOPA (Estudio General de la Opinión Pública de Andalucía), y que en ellos se desprende que convocando elecciones ya mismo podría gobernar en solitario. Millón arriba, millón abajo, la verdad es que yo la entiendo, no vaya a ser que llegue de sopetón un advenediza como Teresa Rodríguez, que probablemente ni siquiera recuerda a los Payasos de la Tele. A Teresa Rodríguez, por cierto, Pdr Snchz la ha llamado “razones objetivas” para el adelanto electoral, o al menos a esos sonaban sus palabras.
Sin lugar a dudas Susana Díaz ha hecho sus cálculos. Podemos le restará votos a la malograda Izquierda Unida, en caída libre desde que la corrupción le ha alcanzado y la respuesta de sus parlamentarios ha sido la negativa a investigar. El PP, por su parte, ya alcanzó su techo con Arenas, y los recortes le van a pasar una cara factura en Andalucía. Díaz puede salir victoriosa, y además infligir una derrota a Podemos -aval perfecto para disputarle a Pedro Sánchez la candidatura a las generales-, aunque sea con trampa y a costa de las arcas públicas. Susana Díaz obra en justa consecuencia con esos cálculos personales, y descarta cualquier otro tipo de consideración.
Y es que la presidenta, en la más castiza tradición, cree que Andalucía es su cortijo. Ha confundido la red clientelar tejida por el PSOE en casi cuatro décadas con la ciudadanía en general. Sin embargo, vivimos tiempos políticos acelerados, como no podíamos ni imaginar hace tan solo un año. Una encuesta en enero puede quedar desmentida por otra de febrero. Ciertamente resultaría milagroso que el PP se mantuviera, vale, ¿pero puede el efecto Garzón, malagueño a fin de cuentas, mitigar el derrumbe de IU en Andalucía? ¿Y si este mes y medio es suficiente para que Teresa Rodríguez se dé a conocer y convenza con creces? El EGOPA no puede tener en cuenta nada de eso, y lo mismo la presidenta descubre el 22 de marzo que ni Andalucía es su cortijo ni va a estar tan sola como pretendía.
Susana Día me ha fastidiado, y estoy enfadado. No quería escribir en mi primera columna sobre ella, y aquí estoy. Lo peor de esta cortijera no es solo que nos haya tratado como a críos, que se dirija a nosotros con un “¿Cómo están ustedes?” esperando nuestra infantil aprobación. Lo peor es que, sin lugar a dudas, Gaby, Fofito y Miliki se merecían un relevo más digno.
Susana Díaz tiene mi misma edad, por lo que a buen seguro recordará también a los famosos Payasos de la Tele y su mítico saludo, aquel “¿Cómo están ustedes?. Biennnn”, gritábamos todas las niñas y niños de este país, hasta que los payasos se daban por satisfechos y entonces comenzaban su espectáculo. El espectáculo de Susana Díaz se llama elecciones anticipadas. Según sus propias palabras, lo hace en un “impecable” ejercicio de democracia, así que los andaluces debemos contestar “Biennnn”.
A nuestra presidenta le puede tanto su afán democrático que ha entendido que en Andalucía no podemos esperar hasta mayo, de manera que ese adelanto se hiciera coincidir con las elecciones municipales. Y es que, aunque creíamos lo contrario, en Andalucía andamos sobrados de pasta, así que nos vamos a gastar, según parece, no menos de diez millones de euros para votar el 22 de marzo. A mí se me ocurren algunas cosas que hacer con esos millones de euros, pero ninguna es mejor que un “impecable” ejercicio de democracia en marzo, y luego otro en mayo.