“¿Efecto llamada por el Aquarius? Yo llevo intentando entrar en España desde 2013”
Jean Eric es uno de los más de 1000 migrantes llegados este fin de semana a la costas andaluzas y realojado en Jerez. Ha pasado la noche en el Pabellón Kiko Narváez y puede respirar tranquilo después de haber culminado un sueño que empezó hace cinco años. Es mecánico de coches y salió de la ciudad camerunesa de Duala en 2013 con la esperanza de poder ayudar a los suyos trabajando en España.
“Tuve que salir de allí porque la situación económica de mi familia no iba nada bien. Me fui con intención de ayudar para que tuvieran una vida mejor. Llegué a Marruecos en 2013, pero la Guardia Civil no me dejó pasar cuando estaba en Melilla. Estuve un tiempo en Nador, en Tánger, y seguí intentándolo en 2014, 2015 y 2016. En 2016 fui a Castillejos, en la frontera con Ceuta, y conseguí entrar pero me sacaron de nuevo a Marruecos. Ahora he llegado por barco desde Tánger, nos cogieron en el mar y nos llevaron a Tarifa. ¿Efecto llamada por el Aquarius? Yo llevo intentando entrar en España desde 2013”, explica. Y como él, otras muchas personas migrantes.
Ahora vuelve a sonreír y se permite bromear con la tristeza que le produce que Camerún no esté jugando el Mundial de Rusia. Intenta ser positivo porque cree que lo mejor está por llegar. “Tengo la esperanza de que todo va a salir bien porque soy un combatiente de la vida desde pequeño”. Casos similares se encuentran también en Cádiz, en el Centro Náutico Elcano, donde han llegado 33 migrantes en las últimas horas.
Forman parte de los más de 1000 los migrantes que este fin de semana han cruzado el Estrecho y ahora se encuentran en localidades como la propia Tarifa, Jerez de la Frontera y Cádiz. En concreto, 1.103 personas en 72 pateras. Se desborda el sistema, como fuentes de Interior explicaban ayer, y saltan las alarmas entre las ONG porque en el año 2014 la Federación Andalucía Acoge y Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) denunciaron ante diversas instancias la detención ilegal de los inmigrantes llegados a Tarifa (Cádiz) en pateras. Habían sido privados de libertad más de 72 horas sin que se les pusiera a disposición judicial o se les facilitase acceso a un abogado. Y dos años más tarde, magistrados del Constitucional constataron que se produjo de ese modo.
Cuatro años después, el drama de la migración continúa, pero parece que las cosas están cambiado. Según afirman estas mismas organizaciones, en esta ocasión han llegado y se les están “respetando todos sus derechos”. Desde Costa de Marfil, Guinea, Senegal o Camerún, entre otros países, se preparan para desplazarse nuevamente en busca de familiares y amigos. Coordinados por Cruz Roja, desde este domingo ya se trasladaban a Madrid, Barcelona o Bilbao con la esperanza de encontrar oportunidades después de una buena acogida en los momentos de mayor debilidad tras ser recogidos en alta mar.
Andrés de la Peña, de la Asociación Pro Derechos Humanos, se congratula de que el trato a los migrantes haya sido muy diferente al del año 2014. “Teníamos que estar vigilantes porque en aquella ocasión se vivieron situaciones graves. Marruecos abrió la frontera durante muchos meses y aquí no se defendieron los derechos de los migrantes. En este caso sí se han cumplido las normas”.
Javier Gil, coordinador provincial de Cruz Roja Española en la provincia de Cádiz, explica que “hemos atendido a unas 515 personas en las llegadas masivas el viernes solo en el Estrecho. Estas personas van a pasar por la red de centros que ha habilitado la Cruz Roja dentro del plan de contingencia. Han llegado en buen estado, es un paso más dentro de su trayecto migratorio y presentan un estado de salud muy bueno”.
Las primeras atenciones han sido las propias de la higiene personal, alimentación y el tema social. Venían en distintas embarcaciones y es el momento de localizar a hermanos, padres o parejas. Para ello hay personas que se han ofrecido a colaborar en Jerez con la intención de que puedan conectarse a internet y comunicar a sus familiares que están vivos.
Paco Cuevas es vecino de la barriada de La Granja, donde se encuentra el Pabellón Kiko Narváez, y es integrante del sindicato CNT. Sabedor de la inquietud de las personas recogidas para comunicarse con sus familias, llevaba este domingo en su coche particular a varios de ellos a locutorios de la ciudad para que pudieran llamar o comunicarse a través de whatsapp. Cargadores de móviles, sillas... Cualquier ayuda es bienvenida en un momento así.
“Vienen muchas personas a ayudar de un modo desinteresado. Algunos se ofrecen como traductores y otros, simplemente, se ofrecen por si se necesita algo. Contrarrestan mensajes negativos que no representan el pensar de este país”, afirma Javier Gil.
“Parece que esta vez se están cumpliendo las normas”
Pepe Villahoz, presidente de Algeciras Acoge, celebra que las personas llegadas a las costas andaluzas están contando con el respaldo legal que les corresponde. “Están siendo puestos a disposición judicial y disponen de abogados de oficio. Parece que esta vez se están cumpliendo las normas. En 2014 se incumplieron las normas constitucionales e interpusimos recursos por el habeas corpus. Al final se reconoció que se había incumplido la Constitución y esta vez se ha corregido. Voces incluso internacionales sin tener nada que ver con Aquarius dicen que este verano será de muchas llegadas y hay que estar preparados”.
Desde el colectivo CEAIN (colectivo que lleva 25 años trabajando en la convivencia) se ofrece una perspectiva más amplia del problema a través de su director en Jerez, Paco Morales: “Agradecemos al Ayuntamiento de Jerez su colaboración para que Cruz Roja haya montado su dispositivo. Nosotros hemos ofrecido intérpretes de francés, voluntarios y técnicos. Lo cierto es que nos preocupan cuestiones de fondo porque es un tema que ha llegado para quedarse. Nos llegan peticiones a título individual y eso es positivo, pero también mucha información distorsionada. Nos parece que estamos ante una oportunidad de dar un giro a la política migratoria y que haya una política común europea que ahora no hay porque eso da alas a esas personas con una actitud egoísta. Si se consigue dar una salida coordinada es perfectamente gestionable”.
“No estamos de acuerdo con que se usen en titulares de prensa palabras como ”oleadas“ o ”avalanchas“ porque nuestro vocabulario es rico y podemos llamarlo de otro modo para que no tenga una connotación de invasión o algo negativo. Aún así, las ONG están atentas para ver en qué se traducen los compromisos del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez en cuanto a migraciones. Es el caso de Carlos Arce, de APDHA, que valora positivamente los anuncios y la decisión sobre el Aquarius pero cree que ”tiene que haber coherencia completa“. Arce se pregunta ”¿en qué se diferencian las personas en una patera en el mar de Alborán de las que van en un barco como el Aquarius?“.