En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
23J: la mejor España o las dos Españas
Hace 144 años, en la España de la Restauración se alternaban en el poder dos partidos que representaban sólo a las élites y a la oligarquía: los liberales y los conservadores. En esos años las condiciones de vida del pueblo llano eran muy duras: la pobreza, la malnutrición, el analfabetismo y la falta de atención médica eran comunes. Para eso se fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en 1879 por un conjunto de obreros y jóvenes intelectuales que lideró Pablo Iglesias. Su trabajo conjunto sentó las bases del partido y definió los principios y objetivos que aún hoy perduran: la lucha constante por la libertad, la igualdad, y la justicia social.
Tras 144 años de historia, el PSOE ha pasado todo tipo de vicisitudes y ha dejado siempre un legado significativo. Siempre luchó por la paz, por el diálogo y por el entendimiento entre las dos Españas. Julián Besteiro, catedrático de Ética y uno de sus fundadores, hasta en el último momento creyó en ese entendimiento y fue represaliado con saña en 1939. Su espíritu sigue aún vivo.
Ese espíritu fue con el que el PSOE afrontó la transición a la democracia y sirve de ejemplo en el mundo aún hoy. Fue la pieza clave que permitió la gran reconciliación y, desde entonces, con la apuesta histórica por la creación del Estado de las Autonomías, que tanto progreso ha traído a Andalucía, y la implementación de políticas progresistas, España ha logrado ser el país que más y mejor ha evolucionado en el mundo.
Es la derecha la que ha ido votando en contra de todas las medidas extraordinarias que desde el Gobierno han protegido a la gente y recuperado la economía y el empleo en tiempo récord.
La derecha española, cuando está en la oposición en nuestro país, siempre ha entrado en un peligroso juego de romper ese marco de grandes consensos y de estabilidad que en España ha dado tan buenos resultados. Su sentido patrimonial del poder le lleva, ineludiblemente, a considerar ilegítimo al que lo detenta si no es ella misma, incluso al margen de que lo haya decidido la ciudadanía en unas elecciones. En su día fue el felipismo, luego el zapaterismo y ahora el sanchismo. Es decir, siempre y en verdad, el socialismo. Primero fue Aznar, luego Rajoy. Ambos sacaron provecho de esa idea trasnochada de las dos Españas para crispar la vida política hasta expulsar al adversario del tablero de juego, tejiendo una alianza de intereses de todo tipo cuyo único objetivo es grabar a fuego en el subconsciente colectivo que la permanencia de un proyecto progresista como el que representa el PSOE es malo para España.
En la anterior crisis, el PP aprovechó para culpar de ella a las políticas sociales de Zapatero y hacer una política de degradación de los derechos laborales y sociales que repercutió gravemente en la calidad de vida del pueblo español. Con especial gravedad lo vivimos desde Comunidades Autónomas o Ayuntamientos, a los que culpabilizaron para disminuir drásticamente su financiación y, con ello, la sanidad y la educación pública sufrieron graves retrocesos.
La pandemia fue el escenario perfecto esta vez para empezar a tejer el descontento y la obsesión por focalizarlo una vez más en el líder socialista, Pedro Sánchez. Y ello, a pesar de que es la derecha la que ha ido votando en contra de todas las medidas extraordinarias que desde el Gobierno han protegido a la gente y recuperado la economía y el empleo en tiempo récord. Si no fuera por la responsabilidad del resto del arco parlamentario, el Gobierno no hubiera podido sacar adelante la legislatura poniendo por delante el interés general de España.
La estrategia falsa y burda de aflorar dos Españas deja al PP frente a la realidad de su incapacidad para construir la mejor versión de España.
De nuevo asistimos con Feijóo a la misma historia de siempre. El PSOE ha hecho unas políticas socialdemócratas de recuperación de los derechos laborales, de las libertades públicas, de reforzamiento de las políticas sociales, inyectando más recursos que nunca a las Comunidades Autónomas y ha logrado diluir el conflicto territorial en Cataluña, que el PP acentuó, en los cauces de la convivencia y el diálogo. España lidera la recuperación de la economía en el mundo tras la pandemia y la guerra de Ucrania, y todo ello, con más y mejor justicia social en nuestro país.
Para su estrategia, al PP le interesa la existencia de un partido como Vox y lo están aprovechando. Ese partido, que nunca va a permitir un gobierno progresista, les permite fijar un 15% de votos extremistas que siempre le van a apoyar, como ya sucedió para hacer presidente de la Junta de Andalucía al sr. Moreno Bonilla hace 5 años, aunque a cambio estén pisoteando los avances sociales en igualdad y los derechos de las mujeres.
Después de ver lo pactado en la Comunidad Valenciana, Aragón o Baleares se acabó el engaño de querer aparecer como un partido centrado. La estrategia falsa y burda de aflorar dos Españas deja al PP frente a la realidad de su incapacidad para construir la mejor versión de España.
Tras 144 años de historia, la España de hoy se parece mucho a la que soñaron esos fundadores del PSOE en 1879 o la que anhelamos en los albores de la democracia. Siempre trabajaremos para unir a la sociedad, no para dividirla.
El PSOE no cree en esas dos Españas que tanto sufrimos en el pasado. Preferimos centrarnos en el futuro que es donde vamos a vivir el resto de nuestra vida, en consolidar todo lo que hemos logrado y que podemos perder y dar pasos más allá. Se trata también de decidir cómo queremos afrontar los grandes desafíos de España en esta nueva era donde tanto la disrupción de la tecnología, como el cambio climático, pueden ampliar las desigualdades sociales. Los principios y valores progresistas del PSOE siempre hicieron avanzar España y son una garantía para abordar lo que venga de forma justa e incluyente.
Tras 144 años de historia, la España de hoy se parece mucho a la que soñaron esos fundadores del PSOE en 1879 o la que anhelamos en los albores de la democracia. Siempre trabajaremos para unir a la sociedad, no para dividirla. Y desde el respeto al que piensa diferente, si está dispuesto a trabajar en paz por seguir construyendo la mejor España. Avanzar o retroceder en ello es lo que está en juego en estas próximas elecciones generales.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
0