El sector de la agricultura, ganadería y pesca registró 45.401 autónomos afiliados a la Seguridad Social en Andalucía, 624 más que a principios de año (1,4% de incremento), lo que representa un aumento casi tres veces superior a la subida media en el conjunto de España que ha sido del 0,5%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y recogidos por la Uatae. En términos interanuales, se han ganado en Andalucía 1.541 autónomos, lo que representa un aumento del 3,5% y lo que lleva a la organización a considerar que la región “se convierte en el auténtico motor del crecimiento” de la actividad en el campo, ya que tanto en términos de primer semestre del año, como en términos anuales, es la comunidad autónoma con mayor crecimiento. De hecho, en el primer semestre el aumento en Andalucía supone el 44% de la subida en España.
Los resultados son positivos en siete de la ochos provincias. Sólo se pierden autónomos, aunque de manera limitada, en Almería (-0,05 por ciento). Los crecimientos provinciales se producen en: Huelva, 126 (5,6%); Granada, 215 (4,3%); Málaga, 95 (3,3%); Cádiz, 57 (2,2%); Sevilla, 85 (1,7%); Córdoba, 49 (0,8%); y Jaén, 4 (0,1%).
Para el coordinador de Uatae Andalucía, Jesús Valencia, “los autónomos en el campo venían sufriendo una importante crisis silenciosa en los últimos años, con la desaparición de un considerable número de actividades, en algunos casos por jubilación, sin que se produjera un adecuado relevo generacional”. Por ello, apunta, “es especialmente positivo el aumento de los autónomos” y considera que se puede estar consolidando un cambio de tendencia. Por los datos, además, “Andalucía es el motor del aumento de la actividad del sector agrario en España, siendo la comunidad autónoma con mayores incrementos tanto semestrales como anuales”.
En cualquier caso, considera “que es necesario un impulso para aglutinar y aunar esfuerzos en el objetivo de hacer de nuestra agricultura y ganadería un modelo generador de empleo, vertebrador del territorio, con proyección de continuidad, productor de alimentos de calidad y respetuoso e integrado en el medioambiente”. En este sentido,expresa “la necesidad de aplicar la preferencia comunitaria en Europa, como garantía de seguridad alimentaria y de futuro para consolidar las actividades del sector, ya que nuestras producciones sufren la competencia desleal por parte de terceros países que no cumplen los requisitos y exigencias socioeconómicas y medioambientales, lo que les permite acceder a los mercados a unos precios que no cubren ni nuestros costes de producción”.