Los despedidos de la base militar de Morón de la Frontera preparan la impugnación del ERE
El comité de empresa de Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), que gestiona los servicios civiles de la base militar de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, ha convocado para este jueves a los 55 trabajadores despedidos en el último expediente de regulación de empleo (ERE), al objeto de comenzar a preparar la impugnación en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Javier Domínguez, portavoz del comité de empresa ha dicho que los despedidos con indemnizaciones de 20 días de sueldo por cada año de servicio y un tope de 12 mensualidades han sido convocados a las 12.00 horas en la sede de la unión provincial de UGT, en la avenida de Blas Infante, en Sevilla, para analizar con “los abogados de los distintos sindicatos” los pormenores de la impugnación. El recurso buscará “la nulidad y, subsidiariamente, la improcedencia de los despidos”, extremo este último logrado en el caso de los 66 despidos del ERE de 2013, declarado no conforme a derecho por el alto tribunal pero no anulado. Con estos 55 nuevos despidos, de cualquier modo, son 240 los puestos de trabajo estables destruidos por la empresa mediante los tres ERE acometidos desde 2010.
La empresa ya promovió a finales de 2010 un primer ERE “por causas organizativas”, para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a tales servicios. Durante la negociación, la compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de despidos. Pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla.
Ya en 2013, un año en el que Estados Unidos decidió ampliar su presencia militar en Morón de la Frontera con el despliegue de 500 infantes de marina y ocho aeronaves, la empresa promovió un nuevo ERE. En esta ocasión no medió acuerdo alguno y en septiembre, VBR consumó el despido de otros 66 trabajadores, toda vez que pocos meses después, Estados Unidos ampliaba aún más su presencia militar para sumar 850 infantes de marina y 17 aeronaves en estas instalaciones.
Los trabajadores de la base militar, en ese sentido, avisaban de una estrategia predeterminada para reducir la plantilla y sustituir así a los españoles por personal estadounidense o directamente marines. Ya entonces, los representantes de la plantilla manifestaban su temor ante la posibilidad de que VBR promoviese un tercer ERE para que, en conjunto, los despidos se acercasen al número de puestos de empleo que la empresa pretendía extinguir a través del primero, es decir 286.