El Consejo Oleícola Internacional (COI), el único organismo intergubernamental en el mundo que aglutina a países productores y consumidores de aceite de oliva y aceituna de mesa, un foro donde se debaten todos los asuntos de interés para el sector oleícola nunca ha tenido al frente a un español y así seguirá siendo al menos hasta el 31 de diciembre del 2019.
Es difícil de entender, especialmente para el sector en España, que en el más de medio siglo de existencia de este organismo, con sede en Madrid, no haya habido un director ejecutivo español, teniendo en cuenta que el 40 o el 60 por ciento del aceite procede de España y que es el mayor exportador de aceite de oliva del mundo.
Desde el 1 de enero de 2016 ocupa el cargo el tunecino Abdellatif Ghedira, en sustitución del francés Jean-Louis Barjol, que ha estado a la cabeza de la organización desde enero del 2011. La decisión, que fue tomada en la última sesión del COI, la 103, celebrada del 23 al 26 de noviembre, supuso un jarro de agua fría para gran parte del sector oleícola español que apostaba, después de casi seis décadas, por un español al frente del Consejo.
La española Begoña Nieto era la propuesta de la Unión Europea (que figura en conjunto como un solo miembro y que aglutina a España, Bélgica, Francia, Grecia, Italia, Portugal y Reino Unido), aunque oficialmente este nombre no se hizo público y todavía hay esperanzas de que pueda ocupar alguno de los cargos pendientes de adjudicar.
“No tenemos relaños”, dicen fuentes del sector que ya han expresado su opinión en las más altas esferas sobre la designación del tunecino. Otros aceptan la decisión. Sólo después de que, durante el proceso de selección, mandaran incluso una carta al comisario europeo de Agricultura, en la que decían no entender que no fuera de la UE el nuevo director ejecutivo. Un documento que firmaron distintas organizaciones de productores e industriales, con copia enviada al Ministerio de Agricultura y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Desde la celebración de la primera reunión del COI en octubre de 1959, se ha puesto como excusa que, al estar la sede de la organización en Madrid, el director ejecutivo tendría que ser de otro país. Una explicación que carece de sentido para gran parte del sector, y ponen como ejemplo la Organización Internacional de la Vid y del Vino. La sede de esta organización está en Francia y la dirección siempre ha corrido a cargo de un francés, siendo impensable, al menos para los franceses, otra opción.
Además, en un momento en el que se veía la necesidad de dinamizar el COI, de darle el impulso definitivo, creían que el director ejecutivo de la UE debería ser español. Al final se ha tratado de una designación “muy política”.
La Comisión Europea ha apostado por apoyar a Túnez por su situación geopolítica, entre Argelia y Libia, con un Gobierno de coalición tras la celebración de elecciones a finales de 2014, y después de las revueltas de finales de 2010, dura y sangrientamente reprimidas, que pusieron fin al anterior régimen.
Así, durante los últimos meses el Comité de Gestión del aceite de oliva europeo adoptó un nuevo método de gestión del contingente preferencial de importación de aceite, libre de aranceles, para Túnez. Es decir que, a pesar de las reticencias planteadas por los principales países productores, se estableció una cantidad preferente de importación de aceite para este país concreto.La eliminación de los subcontingentes mensuales supone un cambio en la gestión del contingente en vigor de 56.700 toneladas, y también se aplicará a las 35.000 toneladas que la Comisión Europea ha prometido a Túnez para un periodo de dos años.
En este escenario, dar la dirección ejecutiva del COI a un tunecino supone un gesto más de apoyo al país africano desde Bruselas.
¿Quién es Guedira?
Abdellatif Ghedira estará asistido, hasta el 30 de abril de 2016, por el actual director adjunto del COI, Ammar Assabah, y luego por dos nuevos directores adjuntos que serán designados en la 25ª sesión extraordinaria del COI, prevista en la sede del COI (Madrid) del 7 al 10 de marzo del 2016.
Licenciado en ingeniería agrícola, nació en Monastir, hace 53 años, está casado, tiene dos hijos y es el actual presidente y director general de la Oficina Nacional de Aceite de Túnez. Ex jefe de gabinete del ministro de Agricultura de Túnez, ha representado a su país como jefe de la delegación tunecina en las sesiones del COI.
En lo que se refiere a Túnez, es miembro fundador del COI desde el 14 de febrero de 1956. Prevé producir en esta campaña 140.000 toneladas de aceite, lo que representa un 6,8% de la producción prevista en la UE (2.049.500 toneladas de aceite).
Guedira es el noveno director ejecutivo del Consejo Oleícola, desde que en 1960 tomara posesión el francés Pierre Bonnet. Mientras que el italiano Fausto Luchetti (1987 – 2002) fue el que más tiempo ha ejercido el cargo.
En marzo de 1954 se reunió en Madrid la Conferencia Internacional Oleícola del Mediterráneo, convocada por España, que es un antecedente remoto pero preciso del COI. Sin embargo, el Consejo Oleícola Internacional no se creó hasta 1959, bajo el auspicio de las Naciones Unidas, para administrar los distintos convenios internacionales que se habían ido sucediendo a lo largo de cincuenta años. La primera reunión del COI tuvo lugar entre el 6 y el 16 de octubre de 1959, con la presencia de delegados de España, Inglaterra, Bélgica, Francia, Grecia, Portugal, Túnez, Israel, Italia, Libia y Marruecos.
En la actualidad, tiene 16 miembros, contando como un solo miembro la Unión Europea. Forman parte del organismo los principales países productores e importadores mundiales de aceite de oliva y aceitunas de mesa, concentrando el 98% de la producción mundial de aceituna, básicamente localizada en la región mediterránea.
Aunque el COI ha estado centrado en países productores, ahora aboga porque se incorporen más países consumidores, y se está realizando un trabajo intenso en ese sentido. También se trabaja para adherir a países como Australia o Estados Unidos, más reacios a formar parte del mismo y que proponen estándares de calidad distintos de los que exige el Consejo Oleícola Internacional. Países que incluso llegaron a crear su propio Consejo Oleícola, como sucede en California (Estados Unidos).