El curso escolar en Andalucía comenzó en septiembre con el abandono de 132 comedores escolares, la mayoría ubicados en Jaén y Málaga, por parte de las empresas Perea Rojas, Col Servicol y Catering Villablanca, una decisión tomada a 48 horas de iniciar el servicio y que afectó a más de 12.000 estudiantes. Sin embargo, más allá de la búsqueda de licitadores para estos comedores abandonados (que puede quedar solucionado el próximo 9 de noviembre al menos en parte), el problema se alarga en el tiempo con un total de 46 contratos que han quedado sin adjudicar para el servicio de 2021. Esta consecución de rechazos y abandonos advierte del peligro de supervivencia de un sector regido por una normativa técnica que no contempla medidas extraordinarias en una realidad extraordinaria.
En Andalucía, el 65% de los comedores escolares están gestionados por empresas privadas a través del sistema de licitación de la Junta. Los contratos, que son de dos años, regulan la actividad de las empresas de esta hostelería colectiva mediante los pliegos técnicos, es decir, hay una normativa concreta que marca cómo ejecutar el servicio de comedor. La llegada de la pandemia de la Covid-19 hizo que en marzo estos contratos se paralizaran a tres meses de que vencieran, pero la vuelta inusual de las aulas supuso su reactivación. En consecuencia, los comedores no han podido adaptarse a la nueva realidad, ya que su normativa, los pliegos técnicos, son anteriores a la pandemia y no contemplan ni los gastos extraordinarios ni los recursos necesarios para hacer frente a los protocolos de prevención.
Menos comensales
Las empresas que encendieron sus fuegos requerían de recursos imprescindibles para cumplir un protocolo elaborado por cada colegio para la prevención de la Covid-19. Aunque cada centro tiene sus medidas particulares, en muchos de ellos era necesario habilitar nuevos espacios y contratar a más monitoras -el 95% de las trabajadoras son mujeres- para mantener los grupos de convivencia de los escolares, así como obtener los productos y recursos para mantener las zonas desinfectadas, respetando la distancia de seguridad. Sin embargo, tanto la Federación de Padres y Madres de Sevilla como la AERCAN, la patronal andaluza que agrupa a 20 empresas de hostelería colectiva, afirman que “la Junta no ha destinado ni un solo recurso para estas medidas” y los empresarios aseguran que “no tenemos capacidad de intervenir” ya que “las empresas no pueden cubrir los gastos” siendo estos “responsabilidad de la Consejería”.
“La Junta ha pedido a los centros hacer un protocolo COVID incluyendo todo lo necesario pero sin contar con las empresas”, afirma la AERCAN. “Ni los contratos ni los pliegos técnicos contemplan nada en relación al Covid-19 y las empresas no pueden soportar los gastos que requiere la situación”. Esta es la voz de un sector que ha visto reducido su servicio en casi un 40% de comensales, según las empresas y en un 25%, según la Consejería de Educación. lo que “supone la quiebra”, ya que, según los pliegos, las empresas son pagadas por comensal y no “por uso solicitado”.
Esto quiere decir que la Junta solo les paga por el número de niños a los que dan de comer, aunque en los contratos haya una estimación concreta de los costes del servicio; es decir, el contrato estipula que darán de comer a x alumnos pero luego solo se le da a la mitad, por ejemplo. En ese caso, solo se paga por comida servida. Como explica José María López Yáñez, Secretario Técnico de la patronal, debido a la pérdida de comensales “ahora mismo nos están pagando el 53% de lo estimado en los contratos, por lo que hemos perdido un 47% de los ingresos estimados”. Por eso, aseguran que “el servicio actual se está ejecutando de manera deficitaria”.
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, en el Debate del Estado de la Comunidad tiró de “herencia recibida” para explicar el problema de los comedores, aunque anunció que ya hay “una empresa que se hará cargo de los comedores abandonados” en septiembre. Sin embargo, según fuentes de la Consejería de Educación, el presidente, con su intervención, hacía referencia a que “ya se han adjudicado 75 comedores” de los 132 abandonados a principio de curso. Los otros 57 comedores, según la Consejería de Educación, se incluirán en otra licitación de urgencia.
¿Qué pasará el 2021?
Muchas empresas se replantean presentarse a la licitación de los nuevos contratos para dar servicio en 2021. La muestra de ello es que de los dos concursos publicitados por la Junta de Andalucía para contratar a las empresas de comedor para el próximo año, un total de 46 Lotes se han declarado desiertos, es decir, que ninguna empresa ha querido presentar su oferta para optar a esos contratos. Según las empresas, la principal causa es que no ha habido ninguna modificación en los Pliegos Técnicos que incluyan medidas que aseguren “la solvencia y la seguridad” del servicio. Además, como ha podido comprobar este medio, dichos pliegos no incluyen ningún recurso ni ninguna medida extraordinaria para hacer frente a los protocolos de prevención anti Covid-19 creados por los colegios, como es la contratación de más monitores para poder crear más turnos que permitan mantener los grupos de convivencia.
Por su parte, Javier Imbroda, consejero de educación de la Junta de Andalucía ha declarado que “la Agencia Pública Andaluza de Educación está buscando solución a todos los comedores que se han quedado sin adjudicar”. Para ello, según la Consejería de Educación, estos 46 contratos desiertos se incluirán en la licitación de urgencia junto a los 57 centros que fueron abandonados en septiembre.
Sin embargo, el propio consejero ha admitido que “podemos encontrarnos con empresas adjudicatarias que no quieran firmar los contrato. Semanas antes también afirmó que el modelo de comedores ”es un modelo que está agotado desde hace tiempo“ y ha declarado en varias ocasiones que la forma de solventar la situación es ”la subida del precio del menú“ que está congelado en 4,38 euros desde 2007. Con este precio, el Consejero entiende que ”no interese“ a las empresas presentarse a las licitaciones y asegura que ”se trabaja en los presupuestos de 2021 para ir aumentando el precio de forma progresiva en los años que queden de legislatura“.
La subida del menú “no es la solución”
Sin embargo, Alejandra, dueña de Catering El Cántaro y una de las portavoces de la patronal, afirma que “no es el momento de subir los precios de los menús”. La empresaria se presenta a licitaciones en la ciudad de Málaga y asegura que “esa no es la solución, ni para las familias ni para las empresas. Nosotros estamos pidiendo un cambio en los pliegos, un pago del servicio por uso solicitado y no por comensal y un parón del pago del canon”.
Con estas soluciones, la patronal asegura que sería posible dar un “servicio sostenible”, lo que incluye cubrir los gastos necesarios para hacer frente a los protocolos de prevención de la Covid-19. Actualmente están dando de comer al alumnado “con mucha presión para aportar recursos que no podemos cubrir, con pérdidas en el servicio, en un proceso de ERTE que aún no se ha resuelto” y haciendo frente al pago del canon - cantidad que las empresas deben pagar a la Administración- que oscila, según Comisiones Obreras, entre el 10 y el 16%.
Las consecuencias de la rigidez de los pliegos, del abandono de centros y de la incertidumbre de los contratos desiertos para 2021 las sufren las familias andaluzas, las trabajadoras de los comedores y las empresas que están “bajo mínimos”. Por eso, los tres colectivos han unido fuerzas y, a través de un comunicado conjunto firmado por la AERCAN, la Confederación Andaluza de AMPA, la Federación de Servicios de CCOO y la FSMC de UGT Andalucía exigen que “la Consejería abandone su actual opacidad y abra vías de diálogo para establecer un nuevo sistema de prestación del comedor viable, sostenible y saludable que satisfaga a todos los sectores implicados”.
Mientras tanto, la Consejería de Educación centra el debate y sus objetivos en el precio del menú y asegura que hay abierto un procedimiento de urgencia para dar solución a los centros abandonados en septiembre y que se abrirá un nuevo concurso de licitación para los comedores a los que no se ha presentado ninguna empresa. Sin embargo, Alejandra asegura que “no se va a poder sostener la situación” y que aunque abran una nueva licitación “los contratos se quedarán otra vez desiertos”, a menos que haya “un cambio relevante” en los Pliegos.