Fernández de Moya escenifica con 2.527 votos su aclamación como candidato a la alcaldía de Jaén
La petición expresa de 2.527 avales de militantes –sobre un censo de 2.654- ha servido para justificar lo que ha sido un secreto a voces durante los últimos meses: que José Enrique Fernández de Moya optará a la reelección como alcalde de Jaén, por el PP. A principios de año parecía que iba a cumplirse su deseo de saltar a la política regional y dejar atrás el lúgubre y endeudado panorama municipal; sin embargo, la caída de José Luis Sanz y la designación de Juanma Moreno tumbaron las expectativas del ya candidato.
Desde entonces hasta ahora, De Moya ha ido aplazando la fecha en la que haría pública su designación hasta este domingo. Mientras los mentideros políticos recalcaban sus denodados esfuerzos por abandonar la alcaldía, el PP regional daba por hecho que, como el resto de alcaldes de las capitales, repetiría y sus compañeros de filas en el plano local recopilaban firmas para rogarle que continuara al timón del barco municipal.
Aún así, el alcalde de Jaén no ha formado parte del elenco de candidatos del PP -80 en total- que este sábado se han presentado con el aval del presidente del PP-A en Alcalá la Real. 24 horas más tarde, en un acto de marcado carácter local, y sin el presidente del PP-A, se ha dejado querer mostrando los avales de más del 95% de los militantes del PP de la capital. Ese porcentaje incluye a los dos ex alcaldes populares de Jaén, Alfonso Sánchez y Miguel Sánchez de Alcázar -a este último Fernández de Moya lo relevó al frente del partido y la alcaldía tras una dura confrontación interna-. Ha señalado que tiene “más ilusión, más energía” que hace tres años y medio, y se ha mostrado convencido del que el PP va a ganar el próximo 24 de junio en la capital.
Una vez más, como es habitual en todas sus comparecencias públicas, Fernández de Moya ha partido de “la herencia recibida” de la “coalición de perdedores” –PSOE e IU- que le precedieron en el gobierno municipal para defender su gestión en estos cuatro años. Incluso ha revisado los números al alza. A finales de 2012, el equipo municipal de gobierno reconocía que la deuda acumulada por el consistorio era de 430 millones de euros. Una cuantía que ha redondeado a 500 en su proclamación. Justo cuando la oposición empieza a reclamarle que a finales de 2013, esa deuda superaba los 521 millones de euros (521.147.095,94 euros), según los datos presentados a la comisión de cuentas.
El PSOE augura quiebra
El PSOE augura quiebraLos socialistas anticipan que este año se sumarán alrededor de 117 millones más, lo que situará los números rojos municipales muy por encima de los 600 millones de euros (100.000 millones de pesetas). El PSOE define la situación municipal como “quiebra”. El mismo concepto que Fernández de Moya señaló a su llegada a la alcaldía hace algo más de 3 años antes de solicitar el primero de los 3 planes de pago a proveedores y las medidas especiales de ajuste que tiene aprobadas por el Gobierno central. Medidas que sigue defendiendo como “el mejor plan de empleo” que se ha aplicado en la ciudad de Jaén.
En junio, Fernández de Moya deberá defender la situación económica municipal sobre la que habrá tenido 4 años de control. Decisiones como que ya se hayan comprometido los 26 millones de euros que se espera recaudar en concepto de tributos en 2015, pese a que este año han dejado de ingresarse 13 millones en ese mismo concepto, por una gestión que la oposición califica como deficitaria.
Además, saldrán a colación otros aspectos directamente vinculados las decisiones económicas como la ausencia de un contrato con la empresa que gestiona la limpieza y la basura o la ruptura del acuerdo con la que reparaba semáforos y fuentes ornamentales, que son precisamente dos de las beneficiadas por el primer plan de pago a proveedores.
Estos datos irán acompañados por su conflicto abierto con la Junta de Andalucía a la que reprocha la demora y falta de inversión en proyectos largamente anunciados como la Ciudad de la Justicia, el Museo Internacional de Arte Íbero, la Ciudad Deportiva o la Ciudad Sanitaria que están paralizados o en muy lenta ejecución; la insistencia en propuestas que el alcalde entendía innecesarias como el tranvía o inviables económicamente, como el mismo metropolitano o la prestación de la Ley de Dependencia, cuya gestión ha intentado devolver, hasta ahora sin éxito, al ejecutivo andaluz.
La confrontación con la Junta ha sido, en su proclamación como candidato, el eje del discurso una vez más. Una intervención vitoreada por un auditorio integrado por entre 170 y 190 agentes de barrio: los que se han encargado de compilar los avales para esta especie de primarias en la que sólo ha habido un candidato que ha aceptado el reto de la militancia, en una continuación de la respuesta que ha repetido una y otra vez en los últimos meses: será lo que “mi partido y mi familia” quieran. Candidato a la reelección, parecen haber dicho.