Luis Salvador, exalcalde de Granada con Ciudadanos, trata de volver al PSOE diez años después
Luis Salvador, el que fuera alcalde de Granada entre 2019 y 2021 con Ciudadanos, es noticia. Al menos, esa es su intención. El exregidor de la ciudad de la Alhambra trata de volver al PSOE, un partido en el que ya militó hasta 2013 y con el que llegó a ser senador. Según confirman tanto el PSOE como el propio exdirigente, Salvador quiere volver al PSOE. Solo que fuentes socialistas granadinas argumentan que es el precio que se quiere cobrar por haber cedido la alcaldía hace dos años al socialista Francisco Cuenca, y Salvador niega que haya pedido ninguna contraprestación.
En todo caso, se trata del enésimo giro de guión en la carrera política de Luis Salvador. Cordobés de nacimiento, pero afincado en Granada desde su juventud, actualmente está fuera de los focos tras haber salido del Ayuntamiento de Granada al no concurrir en las pasadas elecciones municipales tras ser expulsado de Ciudadanos. Si bien permanece como funcionario en la Diputación provincial, sigue estando activo en política a través de las redes sociales, donde muestra su afinidad con el actual PSOE. Una afinidad que pretende que sirva para convertirse de nuevo en afiliado, aunque desde Granada y Sevilla no apoyen su tentativa, aseguran fuentes de los socialistas.
“Solicité mi alta en Madrid después del 23J y obviamente (la petición) está desligada del PSOE de Granada o de la Alcaldía de hace más de dos años. Pago mis cuotas, he participado en el proceso de consulta, recibo toda la información y dispongo de espacio en la red como un militante más”, afirma el exalcalde a elDiario.es Andalucía. Sin embargo, desde el PSOE explican que, de momento, solo ha solicitado su regreso como militante de base, pero que la admisión definitiva aún no se ha decidido, dependiente ésta de lo que resuelva la dirección federal de la formación.
Perdió contra Susana Díaz
Cabe recordar que Luis Salvador ya estuvo en el PSOE y que llegó a ser senador durante siete años por los socialistas (entre 2004 y 2011). Sin embargo, salió abruptamente del partido en 2013 alegando diferencias con la entonces líder andaluza, Susana Díaz, que se materializaron en su derrota como aspirante a secretario general de los socialistas granadinos ante Teresa Jiménez. Como se demostró entonces, Salvador no encajó bien el golpe y se marchó con Albert Rivera para que Ciutadans pasase a ser Ciudadanos y los naranjas aspirasen a ser un partido estatal, como así acabó siendo hasta su pérdida de relevancia en los últimos procesos electorales.
Según sus palabras, Luis Salvador solicitó su alta como afiliado tras las elecciones generales del pasado 23 de julio, pero en los últimos tiempos no ha escondido su cercanía con los postulados socialistas ni lo que él califica como “buena sintonía” con el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, ni su respaldo cerrado a las políticas de Pedro Sánchez, algo que no sucedía hace tan solo dos años. Algo que choca con lo que ocurría no hace mucho tiempo cuando, siendo alcalde de Granada por Ciudadanos, en un bipartito con el Partido Popular que se acabó dinamitando a mitad de mandato, Salvador fue especialmente beligerante no solo con Sánchez, sino con los socialistas granadinos con los que quiere integrarse ahora.
Hombre fuerte en Ciudadanos
En aquella época, el que fuera alcalde de Granada era uno de los hombres fuertes de Ciudadanos. Una relevancia ganada a pulso tras formar parte del núcleo de militantes que, junto con Albert Rivera, expandió la marca naranja por toda España a mediados de la pasada década, lo que le valió para ser concejal, diputado nacional y regidor de uno de los grandes ayuntamientos que logró obtener Ciudadanos durante su etapa como uno de los partidos alternativos al bipartidismo.
Precisamente ese logro, el de ser alcalde de Granada, ha sido el que ha marcado la etapa reciente de Luis Salvador para entender sus cambios políticos. Primero, porque se hizo con el bastón de mando con cuatro concejales de forma inesperada ante un Partido Popular que cedió ante Ciudadanos para asegurarse la Diputación de Málaga; y posteriormente, por enrocarse en una disputa que acabó dinamitando el bipartito entre naranjas y populares. El entonces líder del PP de Granada, Sebastián Pérez, afirmaba que había llegado a un pacto de alternancia para ser alcalde a mitad de mandato en sustitución de Salvador, algo que Salvador negaba.
Pérez, que había aspirado a ser alcalde desde que comenzase su carrera política en el Partido Popular granadino, no cedió en su intento por ocupar el sillón de mando de la Plaza del Carmen y, con el apoyo tibio de la estructura andaluza de su partido, insistió en que había un pacto sellado para dicha alternancia. Como Salvador se negaba a llevarla a cabo y los concejales populares tampoco movieron su silla, Pérez acabó dimitiendo y forzando una situación que explica lo que hoy ocurre.
Negativa “contundente”
Luis Salvador sobrevivió durante un mes como alcalde de Granada en minoría absoluta. Él y otro concejal de Ciudadanos, José Antonio Huertas, se mantuvieron como equipo de Gobierno mientras maniobraban para asegurarse una salida. Una salida que meses antes había intentado el propio Salvador hablando con el PP, según adelantó este medio por fuentes de los propios populares. Pero con la puerta del PP completamente cerrada, Salvador, después de que el PSOE negase cualquier acercamiento con él, acabó pactando su renuncia para darle la Alcaldía al socialista Francisco Cuenca.
Un pacto que ahora resuena porque, según fuentes del PSOE, es la cuestión a la que se agarra Salvador para volver a la política con las siglas del puño y la rosa. Según ha podido saber este medio desde el seno del PSOE de Granada, el exalcalde cursó su petición en septiembre para volver a ser afiliado, pero se encontró con la negativa “contundente” y “unánime” de la corporación local, que es la encargada de emitir el informe del que debe dar cuenta el comité federal. Un hecho que, sin embargo, no habría frenado las aspiraciones de un Salvador que pide amparo a Sevilla.
Según fuentes socialistas, en la capital andaluza confía en la que él mismo define como buena relación con Espadas para regresar, pero tampoco pinta bien. En todo caso, tendrá que ser el Departamento de Militancia Federal el que tenga la última palabra. De confirmarse su vuelta, sería su tercer cambio de partido en una década.
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