BMW Ramón Pico from Vicente Hernández Herrador on Vimeo.
Podría parecer una campaña institucional del Ayuntamiento de Sevilla para mostrar al mundo la cara más sostenible de la capital hispalense y promover el cicloturismo, pero el vídeo que acompaña a esta información difícilmente podría llevar la firma de su alcalde, Juan Ignacio Zoido.
El promotor de la campaña es la multinacional alemana BMW, que ha incorporado las bicicletas a su catálogo de productos, y que ha optado por la ciudad de Sevilla como decorado en el que mostrar en acción su nuevo vehículo. Pero el vídeo de lanzamiento de BMW parece poner el acento más en las bondades que ofrece la ciudad a los ciclistas que en las cualidades de su propio producto.
El protagonista de la campaña es Ramón Pico Valimaña, profesor en el Departamento de Historia de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, urbanista, y el encargado de poner en valor “el gran desafío” que ha supuesto “la creación en los últimos años de los más de 200 kilómetros de carrilles-bici” que hoy tiene Sevilla.
Su voz es la encargada de contar las virtudes de “la ciudad más bonita del mundo”, en la que “el 80 por ciento de la gente tiene acceso directo a la red de carriles bici”, lo que parece convertirlas en “gente menos estresada, más felices y más sanos”. Y su imagen, posando frente a 'las setas' de Metropol Parasol, obra del arquitecto alemán Jürgen Mayer, es la que ilustra la web del nuevo producto de BMW.
Un respaldo innegable de la multinacional alemana hacia la capital hispalense, que bien podría haber utilizado el propio alcalde esta misma semana para mostrar a las principales empresas alemanas a las que anima a invertir en Sevilla la confianza que ya despierta su ciudad ante alguna firma germana. Sin embargo, eso hubiera sido tanto como reconocer las bondades de la “herencia recibida” de manos de la coalición de izquierdas que le precedió al frente del Ayuntamiento.
La red de carriles-bici fue uno de los proyectos estrella de IU durante su etapa de Gobierno, como socio del PSOE en la ciudad, y también uno de los primeros proyectos a los que Juan Ignacio Zoido echó el freno como alcalde. A los pocos meses de tomar posesión del Gobierno de la ciudad, Zoido ordenó eliminar la Oficina de la Bicicleta de Sevilla y el Observatorio de la Sostenibilidad Urbanística y derogó el Plan Centro, que impedía la circulación de vehículos privados en el casco históricos, una decisión que le hizo merecedor en 2011 del “Premio Pinchazo” que concede la plataforma Carril-bici de Córdoba “por su política, innovadora en toda Europa, en contra de la movilidad sostenible”.
Y el espacio Metropol Parasol, las polémicas setas de la Encarnación, son parte del legado del antecesor de Zoido en la Alcaldía, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Un conflictivo proyecto que no dejó indiferente a nadie en la ciudad, despertó filias y fobias durante su construcción, y tuvo en el PP a uno de sus principales detractores tanto por el excesivo aumento de su presupuesto como por su estética vanguardista alejada de las líneas clásicas de Sevilla. Sin embargo, las “setas” ya han sido elegidas por medios internacionales y otras campañas publicitarias como escenario de vanguardia e innovación arquitectónica (Apple, Volswagen, Jeep...).
Hoy, esos dos elementos son la cara más visible de Sevilla, “una de las ciudades europeas en las que el uso de la bicicleta está creciendo más. La capital de Andalucía ocupa el cuarto lugar en la prestigiosa lista Copenhagenize de ciudades amigables con la bicicleta”.