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La Tierra clama contra el avance de la desertificación

Historias de Luz

La explotación insostenible de los recursos hídricos, la contaminación química, el turismo de masas o la pérdida de vegetación debido a los incendios forestales, son algunas de las causas que provocan el fenómeno conocido como desertificación. Y seamos realistas: el ser humano es gran parte responsable de este problema que afecta ya a más de 110 países donde, cada año, se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva. En España, se estima que el 40% del suelo está amenazado por este proceso. Con el objetivo de tomar conciencia pública sobre el tema, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

Desde hace varios años, los expertos alertan de que Andalucía es una de las regiones españolas más afectadas por este problema, sobre todo en zonas áridas como Almería. En este escenario es imprescindible actuar con rapidez y poner en marcha las medidas necesarias para impedir el avance de este problema. Una de ellas llega a través de un proyecto europeo en el que participan investigadores del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG) de la Universidad de Almería. La herramienta se llama Cocoon y se trata de una especie de macetero subterráneo biodegradable que sirve para la reforestación y el desarrollo socioeconómico de zonas del interior de la provincia. Este método ayuda a las especies a sobrevivir durante su primer año de plantación, el más crítico. Están plantando almendros ecológicos que ayuden a la economía de los agricultores de la zona y plantas en peligro de extinción.

Allí mismo, en la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, trabaja desde hace más de 15 años el científico Francisco Domingo Poveda. En este centro dependiente del CSIC se realizan investigaciones sobre terrenos semiáridos con el objetivo de evitar su desertificación. Una labor que tiene como fin último aportar herramientas a la sociedad para poder combatir el cambio climático en estas zonas que ocupan un 30 por ciento del planeta.

Otra medida para ayudar en el proceso de reforestación la han desarrollado investigadores de la Universidad de Granada. Este dispositivo permite proteger a las semillas ante depredadores. Está fabricado con materiales biodegradables y en los ensayos realizados hasta el momento arroja un porcentaje de éxito del 85%.

La explotación insostenible de los recursos hídricos, la contaminación química, el turismo de masas o la pérdida de vegetación debido a los incendios forestales, son algunas de las causas que provocan el fenómeno conocido como desertificación. Y seamos realistas: el ser humano es gran parte responsable de este problema que afecta ya a más de 110 países donde, cada año, se pierden 6 millones de hectáreas de tierra productiva. En España, se estima que el 40% del suelo está amenazado por este proceso. Con el objetivo de tomar conciencia pública sobre el tema, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 17 de junio el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

Desde hace varios años, los expertos alertan de que Andalucía es una de las regiones españolas más afectadas por este problema, sobre todo en zonas áridas como Almería. En este escenario es imprescindible actuar con rapidez y poner en marcha las medidas necesarias para impedir el avance de este problema. Una de ellas llega a través de un proyecto europeo en el que participan investigadores del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG) de la Universidad de Almería. La herramienta se llama Cocoon y se trata de una especie de macetero subterráneo biodegradable que sirve para la reforestación y el desarrollo socioeconómico de zonas del interior de la provincia. Este método ayuda a las especies a sobrevivir durante su primer año de plantación, el más crítico. Están plantando almendros ecológicos que ayuden a la economía de los agricultores de la zona y plantas en peligro de extinción.