Turismo tecnológico en la primavera andaluza

Que la Feria de Abril (este año, de mayo) es una de las fiestas más internacionales de Sevilla, no es ningún secreto. Creada en 1847 como feria ganadera, el aspecto festivo del acontecimiento le ha ganado terreno al comercial. De esta manera, durante una semana, las más de mil casetas instaladas en el recinto ferial se convierten casi en segundo hogar y en un espacio que compartir con amigos y familiares. Según datos del Ayuntamiento hispalense, este año se espera una afluencia de casi medio millón de personas al día, un 10% más que el año pasado. Las nuevas tecnologías tampoco quieren faltar a una cita de este calibre y, desde hace algunos años, los padres pueden visitar la Feria más tranquilos gracias a unas chapas con códigos QR que identifican a los niños en caso de extravío. También en esta edición se han instalado una zona de wifi y puntos de recarga gratuitos de batería móvil. Asimismo, guitarristas y bailaores flamencos ya no precisan de una persona que los acompañe a las palmas ya que la aplicación móvil Soniquete lo hace con hasta 18 palos diferentes y cuatro tipos de bulerías:

Asimismo, la Feria se convierte en una buena ocasión para conocer y redescubrir la ciudad a través de sus monumentos. La aplicación móvil Sevilla Flash permite ver cómo era Sevilla en siglos pasados a través de recreaciones virtuales. Es tan fácil como caminar por sus calles, entrar en la app y reproducir el vídeo correspondiente a un lugar en concreto y comprobar cómo eran las edificaciones que se encontraban allí en el pasado. 

Por su parte, Córdoba celebra cada mes de mayo su famoso Festival de los Patios, una tradición declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012. Este año, hasta el 14 de mayo, los patios del casco antiguo de la ciudad se abren a los visitantes para mostrar una tradición que tiene su origen en la época romana. Además de convertirse en escenarios singulares de conciertos, gastronomía y otras expresiones artísticas, los patios también han servido como experiencia piloto para reintroducir las abejas en el ecosistema urbano.

Visitar los patios y la ciudad sin prisas es una alternativa que cada día gana más adeptos y que ofrece el turismo ‘slow’ de Caracol Tours. La urgencia con la que se programan los recorridos por Córdoba, como por otros tantos lugares, fue la que encendió la mecha para la creación de esta iniciativa cuyo objetivo es claro: potenciar un turismo tranquilo de reflexión, con el que el viajero pueda realizar actividades que le transporten de manera real a la vida del entorno que está visitando.

Y hablando de caracoles, no se puede visitar el Festival de los Patios de Córdoba sin probar uno de los platos que conforman la gastronomía típica de la ciudad. Tomar unos caracoles en los puestos que salpican todos los distritos de la ciudad es una tradición que pasa de padres a hijos. En salsa ‘teriyaki’, carbonara o en caldo como toda la vida, Caracol Express cocina y sirve a diario casi una tonelada de este molusco que viaja desde Córdoba a rincones de todo el país, hasta donde llegan preparados en más de una veintena de recetas distintas que aúnan la tradición y la innovación.