Eligieron con mimo el lugar, y a la hora señalada se besaron. A las puertas de la Catedral de Málaga, en la Plaza del Obispo, unas 30 personas se dieron un largo beso a las cinco de la tarde del jueves para comunicarle al nuevo cardenal de la Iglesia Católica, Fernando Sebastián, que la homosexualidad es “un deseo, una opción y una conducta natural, legítima y libre”. Convocada por la Asamblea Antipatriarcal de Málaga y el Bloque Crítico Feminista, la acción fue el contrapunto callejero a la denuncia presentada ante los juzgados de Málaga por la asociación Colegas, por las declaraciones en las que Sebastián calificó la homosexualidad como “una deficiencia sexual que se puede normalizar con tratamiento” y la comparó con la hipertensión.
“Una, dos y tres, y nos enrollamos”, comentaba alguna participante, nerviosa, antes del momento. “Yo tengo novia, pero bueno…”, dudaba otra. “Búscate a alguien, igual te gusta”, animaban dos chicas a un amigo reticente. Al final, utilizaron el grito de guerra previsto en la convocatoria: “¡Ante la homofobia del cardenal, besada en la catedral!”. Y entonces se besaron. Luego vino la mofa hacia la Iglesia, su doctrina y sus autoridades. “¡El Papa no nos deja comernos la almeja! ¡Para el cardenal, dildo anal!”, gritaron. Pretendían realizar un acto de visibilización, según explicó una integrante del grupo convocante: “Es un acto amable que realizamos invadiendo su espacio. De esta forma se ve que no estamos dormidas y que no nos vamos a quedar calladas”.
La convocatoria, publicada el día anterior, llamaba a rebelarse contra “el estigma y la patologización de la homosexualidad y de las conductas consideradas desviadas por las autoridades eclesiásticas”. Preguntado por la postura del Papa Francisco acerca de los homosexuales (“¿Quién soy yo para juzgarlos?”, se preguntó el pontífice) Fernando Sebastián, de 84 años, definió a la homosexualidad como una “deficiencia” y abogó por “normalizarla” con “tratamiento” en una entrevista concedida al diario Sur. “Nos negamos a que la Iglesia intervenga en asuntos civiles, sexuales y emocionales que son absolutamente privados”, se explicaba en la convocatoria al acto de protesta. “Que la promiscuidad es nuestra, que no creemos en el pecado ni en el infierno, y que el deseo carnal, erótico, queer, transgresor y guarrindongo nos pertenece”, se lee en ese texto, que concluye con una invitación a darse “el lote en contra de la homofobia”.
El llamamiento recibió el apoyo de varios colectivos de gais, lesbianas y transexuales. David Cedeño, de la federación de LGBTI Arco Iris, cree que las palabras del nuevo cardenal son “dañinas” para los homosexuales porque pueden afectar a su autoestima. “Además, no las hace dentro de una Iglesia, sino en un medio de comunicación”. Por eso, asegura que es necesario alzar la voz. “Amar nunca puede ser algo malo”, comentaba después del acto ante la catedral.
La Asamblea Antipatriarcal de Málaga es un movimiento asambleario feminista constituido el verano pasado. Las últimas semanas ha convocado los “Viernes Abortistas”, durante los que se realizan performances para denunciar los efectos de la reforma de la Ley del Aborto impulsada por el Gobierno. A comienzos de año los colectivos Abertura Vaginal y Las Siete Guarras de Intereconomía (nombre adoptado en alusión al calificativo que recibieron en este canal de televisión) colgaron un vídeo protagonizado por una bailaora, grabado también frente a la catedral y titulado “Mi cuerpo, mi sangre, mi templo”.
Colega denuncia al cardenal
El beso de protesta se realizó el mismo día en que se conoció la denuncia presentada por la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales Colegas ante la fiscalía de Málaga. Antonio Ferre, presidente de Colegas Málaga, explicó a Europa Press que las manifestaciones del nuevo cardenal “incitan al odio y a la violencia”, por lo que entiende que podrían constituir un delito tipificado por el artículo 501 del Código Penal. “No podemos obviar estas declaraciones en las que se nos llama enfermos”, comentó Ferre, que pidió a Sebastián que rectifique.
La Asamblea Antipatriarcal dice que habrá más acciones después del beso que se dieron en la plaza del Obispo contra las declaraciones de un cardenal: “Como van a seguir intentando patologizar otras formas de amar, no descartamos volver a las besadas”.