La Junta de Andalucía niega a Fertiberia la posibilidad de enterrar las balsas de fosfoyesos
Los fosfoyesos de Huelva no podrán ser enterrados. La Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha archivado la petición de Fertiberia de modificación sustancial de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para la ejecución del proyecto de regeneración de las balsas de fosfoyesos, con lo que se podrá modificar según la petición realizada en su día a la Junta.
Una resolución avanzada que hace que la delegada provincial, Rocío Jiménez, deniegue la petición y archive el expediente, debido a que la empresa “no ha aportado la documentación necesaria para la tramitación del procedimiento”.
Esta autorización pasa ahora por la autorización del proyecto por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y por parte de la Audiencia Nacional, de modo que ahí terminan las competencias de la Junta en este sentido.
En esencia, la decisión de la Junta hace que Fertiberia no tenga autorización para enterrar los fosfoyesos, de modo que no podrá ejecutar el plan previsto para eliminar los residuos químicos depositados en más de 1.000 hectáreas a las afueras de Huelva.
La delegada, con fecha 30 de mayo de 2016, ha declarado caducada la petición de Modificación Sustancial de la Autorización Ambiental Integrada para el proyecto de enterrado de las balsas de fosfoyesos que Fertiberia presentó a la Junta de Andalucía el 31 de octubre de 2014. Así, aún sin tener la validación definitiva por parte del Ministerio de Medio Ambiente, Fertiberia solicitó la modificación de la AAI para así tratar de evitar el informe de incompatibilidad urbanística que debía elaborar el Ayuntamiento en dicho procedimiento.
Cabe recordar, según ha señalado la Mesa de la Ría de Huelva, que por aquellas fechas, Fertiberia argumentaba que dicho informe urbanístico no era necesario puesto que ya contaba con el que emitió el Ayuntamiento en 2007, en el cual el entonces Concejal Francisco Moro, desautorizó el dictamen negativo que había sido elaborado por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo.
Ante dicha circunstancia, Mesa de la Ría se personó en diciembre de 2015 en el citado procedimiento administrativo, exigiendo el archivo del mismo y aportando al expediente tanto el informe negativo de compatibilidad urbanística de 2007, como el elaborado en 2015 por los técnicos del Ayuntamiento de la capital, a fin de hacer ver a la Administración Autonómica que dicho proyecto es irrealizable al entrar en conflicto directo con la normativa urbanística de la ciudad.
No se podrán enterrar
Esta misma entidad ha recordado que la caducidad de este procedimiento lleva aparejada como consecuencia que Fertiberia no va a poder llevar a cabo aún su proyecto de enterrado de las balsas de fosfoyesos, y que tendrá que esperar por tanto a que la Audiencia Nacional se pronuncie definitivamente antes de solicitar la preceptiva modificación de la Autorización Ambiental Integrada y por tanto, deberán iniciar un nuevo procedimiento “desde cero”.
La postura que Mesa de la Ría ha trasladado a la Audiencia Nacional ha sido que dicha instancia Judicial se abstenga de resolver sobre la idoneidad del proyecto hasta que las Administraciones Autonómica y Local, en el marco de sus respectivas competencias, hayan valorado la compatibilidad del mismo con la preceptiva legislación ambiental y urbanística que resulte de aplicación.
Desde la Mesa de la Ría se explica que van a continuar “oponiéndonos al proyecto de clausura y enterrado de los fosfoyesos, y a defender propuestas alternativas que lleven aparejadas la descontaminación y reutilización de dichos residuos hasta llegar a una completa devolución de la marisma a su estado natural. Desde esta organización estamos convencidos de que dicha alternativa supondrá una mejora en la salud y el medio ambiente, además de una importante fuente generadora de empleo y riqueza en la ciudad”.