Libros contra la España vaciada: el 'milagro' de una aldea de Huelva de 30 habitantes llamada Navahermosa

En 1605, Miguel de Cervantes dejó escrito en Don Quijote de la Mancha: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Esa frase se puede leer este fin de semana en la fachada de una vivienda en la aldea onubense de Navahermosa, un rincón paradisíaco de la sierra de Huelva, casi donde esta provincia se cita con la de Badajoz, y en la que han encontrado en la cultura todo un motivo para llenar sus calles.
Al Ayuntamiento de Galaroza –del que depende la aldea– y a la asociación Navahermosa Participa no parece importarles que en sus calles solo vivan 30 personas durante todo el año. Este sábado hay más de 300. No es un milagro, es una Feria del Libro.
Participación activa con todas las letras
Hace ya algunos años que un grupo de vecinos y amantes de esta aldea se unieron para crear ‘Navahermosa participa’. El reto no era fácil: había que darle vida asociativa y cultural a las calles de este rincón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche durante todo el año. Y lo está consiguiendo.

A la feria no le falta de nada. Aparte de los stands donde se venden libros con los descuentos habituales para estas citas, hay un ‘Rincón Infantil’, donde los más pequeños pueden “hojear y ojear” algún que otro libro y jugar y colorear algunos dibujos, “además de vivir grandes aventuras en el escenario preparado para ellos”.
La chimenea del salón cultural donde se celebra la feria se ha convertido en una gruta que puede ser lo mismo el acceso al País de las Maravillas, a Narnia o a Hogwarts. Al lado hay un punto de encuentro entre persona y libro, pero sin dejarse llevar por las “apariencias”, ya que se trata de una ‘Cita a ciegas con un libro’ o un apartado para “refrescarse” con diversos textos de grandes autores: ‘Barra Libre de buenas palabras’.
Se puede acceder a un espacio con el que poder hacer una recopilación de nuestros gustos y tendencias en lo que a lectura de libros se refiere: ‘Recomiéndanos un libro’, a una zona para llevarse el recuerdo de la feria como photocall, y, en definitiva, se puede asistir al “milagro” de ver cómo más de 300 personas multiplican por diez las calles de esta aldea gracias a los libros. Cultura contra la España vaciada.
Con todos estos ingredientes se ha organizado una cita en la que “se consigue un efecto llamada cada año”, como explica a elDiario.es Andalucia una de las organizadoras, Esther Segura. Junto a un grupo de personas amantes “de las locuras”, no solo se atreven con esta feria, sino que en Cuaresma organizan el concurso de torrijas más importante de la comarca.
Compromiso con la lectura
En el salón de usos múltiples donde se celebra el almuerzo a beneficio de la asociación hay una biblioteca. Es otro de los logros de este colectivo: que cualquier vecino pueda tener a mano un buen libro sin tener que moverse de su aldea para ello.
Los estatutos de la asociación Navahermosa Participan dicen: “La Asociación, que está formada por vecinas y vecinos comprometidos con un Patrimonio que viven cada día, procura organizar al vecindario para su defensa, trabajar en la mejora de sus condiciones de vida, defender los valores ambientales, culturales e identitarios, representar los intereses vecinales ante las administraciones, promover el desarrollo social y económico de la aldea y hacerla más habitable, y potenciar la participación vecinal”. Y lo están consiguiendo.

Este fin de semana es mejor dejar el coche en la carretera, nada más ver las primeras casas de la aldea. En Navahermosa no se cabe. Los libros han conseguido que muchas personas conozcan este rincón natural, y ese “efecto llamada” provoca que pique la curiosidad por visitar el resto de sus calles y disfrutar de ese ambiente a vida que solo se mantiene en los pequeños pueblos del país.
Una intensa jornada con miles de páginas por escribir
A las 12.00 del mediodía del sábado arrancaba la feria con su acto inaugural, para proceder enseguida a la presentación de Arias Montano y los peregrinos del tiempo, de José Antonio González Duque, a la que ha seguido Ludi florae, de Jorge Garrido, y Los libros y la noche, de Antonio J. Sánchez.
Luego, una pausa para el almuerzo, con todo lo recaudado para ayudar a la asociación a seguir trabajando. Fuerzas repuestas, se ha realizado el juego “El abecedario de cuentos, lengua y literatura”. A continuación, la presentación de Breve hatillo de besos y versos, de Daniel Doce, y De príncipes y ranas, de Soledad Vela. En la agenda están también Todo cuenta, de Rafael Vargas; El legado hospitalario, de J. Joaquín Guerra; Mensaje recibido. La historia escrita de un deseo, de Carmen Marín, una acción artística de Paco Vílchez, Monstruos en flor, de Mario Rodríguez.
La noche será testigo de la apertura del salón para la cena. Y, como decía Goethe, “la noche es la mitad de la vida y la mejor mitad”, de modo que, en mitad de la noche y con una buena cena y una copa de vino, será el momento de hacer balance de lo conseguido y comenzar a pensar en la Feria del Libro de Navahermosa de 2026. A esta Feria le queda mucho por vivir, y, visto cómo ha funcionado este año, su futuro como catalizador de la cultura en este vergel onubense parece estar garantizado.
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