Rutas de escape y planes de evacuación: la costa andaluza, preparada para los tsunamis
Las palabras maremotos y tsunamis suenan a película de sobremesa. Sin embargo, el riesgo en las costas españolas podría existir y hay que estar preparado. El 18 de mayo de 2021, el Consejo de Ministros aprobó, previo informe favorable del Consejo Nacional de Protección Civil y a propuesta del Ministro del Interior, el Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos.
Con la aprobación de este Plan se daba cumplimiento, como recoge el Boletín Oficial del Estado, a uno de los mandatos de la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, y se avanzaba en la consolidación del citado Sistema Nacional “como instrumento integrador de todas las capacidades nacionales en la gestión de emergencias y catástrofes, en este caso mediante la articulación de un instrumento organizativo idóneo ante el riesgo de maremotos”.
Ese plan distingue un total de 26 tramos de la costa española, de los que nueve se encuentran en Andalucía, entre Ayamonte (Huelva) y Pulpí (Almería).
Concretamente, en Huelva son dos: Ayamonte-Palos de la Frontera y Almonte-Huelva capital; en Cádiz son otros dos: Chipiona-Conil de la Frontera y Vejer de la Frontera-Tarifa; Málaga también dos, Manilva-Mijas y Fuengirola-Nerja; uno en la costa de Granada, Almuñécar-Albuñol, y, por último, dos en la costa almeriense, Adra-Almería y Níjar-Pulpí.
De todas las localidades afectadas, dos han dado ya un paso adelante para poner en marcha medidas que, desde sus distintas ópticas, son pioneras: el pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento de Huelva presentó en la Casa Colón el Plan Tsunami Huelva, un ambicioso programa de actuación que cuenta con la colaboración de expertos de distintas áreas como bomberos, geólogos o profesores universitarios, entre otros. Chipiona, por su parte, está desarrollando un proyecto piloto para convertirse en la primera localidad española con la acreditación Tsunami Ready de la UNESCO, que certifica que cuenta con un plan específico para afrontar este tipo de fenómenos.
El Programa de la UNESCO busca construir comunidades resilientes a través de estrategias de concientización y preparación que protegerán la vida, los medios de subsistencia y la propiedad de los tsunamis en diferentes regiones.
Plan onubense ya aprobado
Huelva va un paso por delante, porque el 2 de noviembre de 2022 presentó su Plan Tsunami con, entre otros, los geólogos Juan Antonio Morales y Francisco Manuel Alonso Chaves.
Con su puesta en marcha, destaca el alcalde, Gabriel Cruz, “la ciudad de Hueva toma la delantera en este campo y se sitúa como la primera ciudad de España en contar con el mejor plan de actuación posible, en el que hemos volcado los conocimientos más avanzados para saber cómo responder ante un tsunami. Un riesgo que está ahí y tenemos que abordar sin alarmismo, pero con responsabilidad y prevención, porque lo mejor que podemos hacer es estar preparados para tomar las decisiones correctas”.
Una vez elaborado el documento, a través de diferentes mesas de expertos, el Ayuntamiento se marca ahora el reto de que “llegue a la ciudadanía y que los onubenses se conciencien de que el plan es un instrumento de autoprotección que tienen que conocer y saber usar”.
Para ello, ha puesto en marcha la web www.plantsunamihuelva.com y una App vinculada.
En la web se puede encontrar toda la información que necesita el ciudadano para conocer cómo puede llegar a afectarle un tsunami, las tres maneras de saber si se ha producido; y la forma de preparar su propio plan de actuación, incluyendo consejos para elaborar su ‘mochila de emergencias’ y para realizar simulacros periódicos.
Igualmente, se identifica en un apartado las zonas topográficamente elevadas de la ciudad y los puntos de encuentro en el área urbano de la ciudad y en las cercanías de La Alquería y La Ribera que se consideran lugares seguros en caso de inundación por tsunami.
Unas zonas que debe conocer toda la ciudadanía, independientemente de dónde vivan, ya que a lo largo de las 24 horas puede encontrarse en distintos lugares por trabajo u ocio, cuyas señales ya se han instalado en varios puntos de la ciudad. Son 41 en total los carteles informativos.
De hecho, Huelva acogió el pasado mes de octubre el mayor simulacro de tsunami bajo la coordinación de la Junta de Andalucía en las costas gaditanas y onubenses. Casi dos mil efectivos participaron en esta prueba, con las policías locales de los municipios implicados, bomberos, Guardia Civil, Emergencias Andalucía, Cruz Roja, Salvamento Marítimo y la Unidad Militar de Emergencias, entre otras instituciones.
Primeras señales colocadas en Chipiona
El Ayuntamiento gaditano de Chipiona ya tiene ubicadas algunas de las señales de su propio plan, en puntos concretos, como el paseo marítimo.
Recuerda el Ayuntamiento en su web oficial que los terremotos son habituales en el Golfo de Cádiz, por los movimientos tectónicos entre las dos placas que unen el continente europeo y el africano, y asegura que el municipio “es centro piloto europeo de una ciudad que se prepara para este posible riesgo”, indicando los pasos a seguir en un momento de emergencia, con puntos de encuentro situados a una distancia de entre 10 y 20 minutos.
Se han definido una serie de zonas de evacuación vertical más inmediata, y de evacuación horizontal por los caminos rurales para llegar a los puntos de encuentro definidos.
El Ayuntamiento de Cádiz, por su parte, ya ha diseñado un Plan de Acción Local de Maremotos, y ha realizado su primer simulacro, con más de 1.200 personas, entre alumnado y personal docente del CEIP Profesor Tierno Galván y el IES Fernando Aguilar Quignon en la experiencia.
Las primeras instrucciones transmitidas por el Ayuntamiento gadintano hablan de que hay que ponerse a salvo por encima de los 10 metros de altura, ya que las vías de acceso y salida de la ciudad se colapsarían ante un maremoto, y apelan a que cada familia tenga pensado un punto de reunificación cuando ya se hayan puesto todos a salvo.
Un aviso importante pone el acento en que no hay que confiar en los teléfonos móviles, porque la cobertura se perdería casi de inmediato, de modo que hay que tenerlo todo previsto con antelación.
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