Jaén encara una campaña electoral abierta a la sorpresa. Aunque el PSOE del alcalde Julio Millán parte como favorito para reeditar victoria en los comicios del 28 de mayo, la correlación de fuerzas que se intuye a partir de esa fecha en el Consistorio de la Plaza de Santa María permite al Partido Popular albergar esperanzas. Su candidato, Agustín González, tiene un perfil más bajo del que tienen los líderes populares del resto de capitales de provincia de Andalucía, pero el desmembramiento de la izquierda y el hundimiento de Ciudadanos auguran que tendrá un resultado más favorable que el que su antecesor, Javier Márquez, cosechó en 2019 cuando optaba a repetir como alcalde.
En principio, la lucha entre el PSOE y el PP se espera que sea cerrada. Si bien Millán, el actual regidor, parece tener una posición más propicia porque no tiene que presentarse ante la ciudadanía jiennense al ser conocido, la inestabilidad vivida en su equipo de Gobierno le lastra. En 2019 ganó las elecciones, pero no logró los votos suficientes para gobernar en solitario, lo que le obligó a pactar con Ciudadanos en un acuerdo que a punto estuvo de fraguarse en favor del PP. Entonces, Teodoro García Egea -como representante de los populares- y Fran Hervías -por parte de Ciudadanos- maniobraron para repartirse la Diputación de Málaga y los ayuntamientos de Jaén y Granada, aunque la aritmética solo fraguó en tierras granadinas y malagueñas.
Los conflictos sobre la mesa
Los 11 concejales que consiguió Millán junto con los cuatro de Ciudadanos auguraban un mandato plácido al tener un bipartito en mayoría. Sin embargo, en junio de 2021, tres de los ediles se marcharon del equipo de Gobierno, pero no dejaron su acta de concejales en el Consistorio, limando la gobernabilidad de Jaén. Algo que los populares han utilizado desde entonces como arma arrojadiza contra un PSOE al que el varapalo de la pérdida de la base logística del Ejército en favor de Córdoba o la incapacidad para aprobar un presupuesto municipal en cuatro años le han lastrado.
Pero en esta campaña electoral hay otros asuntos que están encima de la mesa y que enfrentan a PSOE y PP por el bastón de mando. De un lado, los socialistas exigen a la Junta de Andalucía que ponga en marcha el tranvía, recordando que los trámites que corresponden al Ayuntamiento de Jaén ya se han llevado a cabo. Del lado popular, Agustín González acusa el Ministerio de Transportes de ningunear a la capital jiennense al no apostar por la alta velocidad ferroviaria que sí tienen ya otras provincias andaluzas. De fondo, resuenan la paralización de las obras del Conservatorio Superior de Música o la regularización de las viviendas de Puente de la Sierra para que los vecinos puedan tener suministros legales de agua y luz. Ambos son proyectos que dependen de la Junta de Andalucía.
En todo caso, Julio Millán y Agustín González estarán muy pendientes de lo que ocurra a la derecha y a la izquierda de sus formaciones. Asumiendo que el candidato de Ciudadanos, Gabriel Soria, tiene muy difícil lograr entrar en el Ayuntamiento de Jaén, lo que complica que los naranjas puedan volver a ser muleta para cualquiera de las dos formaciones, lo que hagan Vox y las izquierdas jienenses, sin olvidar a Jaén Merece Más, puede resultar decisivo para la gobernabilidad de la capital.
La extrema derecha, encabezada por Manuel Ureña, que en 2019 fue número dos de la formación tras Salud Anguita, aspira a revalidar resultados y hacerse con dos puestos de concejal. Sin embargo, la disputa entre Anguita y Ureña, a cuenta de la dirección nacional de Vox y la escasa libertad de acción local, ha jugado en contra del partido. Por otra parte, la izquierda volverá a presentarse separada en dos formaciones: Izquierda Unida, Más País, Verdes EQUO y Recortes Cero concurren bajo Jaén Para la Gente y Podemos y Jaén Sentido y Común lo hacen con su propia lista. Carmen Soria y Francisco Javier Sánchez, sus respectivos candidatos, pueden tener la llave de la gobernabilidad si mutuamente no se restan.
Los votos decisivos
El problema es que en 2019 la izquierda representada por Adelante logró dos concejales pero apenas ha tenido un papel excesivamente destacado en estos cuatro años ante la inestabilidad de la que ha hecho gala la derecha municipal. Julio Millán apenas les ha necesitado para acuerdos puntuales y su posición de cara al 28 de mayo puede no ser la más relevante de cara a un futuro gobierno local, menos aún si en los comicios se presentan con dos listas que mermarán su capacidad para conseguir ediles.
La batalla, por lo tanto, estará en hacerse con los restos que queden de Ciudadanos y los votos que pierdan las izquierdas divididas y un Vox que ha perdido el impulso que tuvo hace cuatro años. Por eso, el Partido Popular quiere recuperar la Alcaldía de Jaén poniendo en el foco a un Agustín González, que aunque fue director general de Consumo de la Junta de Andalucía, apenas es conocido entre los jiennenses. La aspiración pasa por mejorar los ocho ediles de 2019 y alcanzar los dobles dígitos el 28 de mayo.
Pero el escenario político alberga la posible irrupción de una nueva fuerza política en el Consistorio. Jaén Merece Más, la formación que nació al abrigo de la España Vaciada y como respuesta a las demandas sociales de la ciudadanía jiennense, está logrando capitalizar parte del descontento local con asuntos muy relevantes como el aislamiento ferroviario que padece la provincia. Al mismo tiempo, esta formación fue una de las más beligerantes con el Gobierno central cuando Jaén perdió la sede logística del Ejército. Su candidato, Manuel Carlos Vallejo, aspira a reeditar a nivel local el éxito de partidos como Teruel Existe y tener voz y voto en la gobernabilidad del Consistorio.