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ENTREVISTA | José Luis Sanz, candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla

José Luis Sanz: “Si Susana Díaz no sacó a Queipo de la Macarena es porque no incumple la ley”

José Luis Sanz, ante las columnas de la Alameda de Hércules.

Antonio Morente

29 de octubre de 2021 21:56 h

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Asegura que si es alcalde de Sevilla no revisará lo que han hecho los anteriores porque no es partidario del borrón y cuenta nueva. José Luis Sanz aspira a pescar votos en el electorado de Cs y en el del PSOE, de hecho espera que “mucho votante socialista que quiere cambiar Sevilla apueste por mí”. No cree que Vox sea extrema derecha, sino “un partido más a la derecha del PP al que respeto”, y considera que “la Ley de Memoria Histórica está reabriendo heridas y reescribiendo la historia”. En cuanto al actual alcalde, Juan Espadas (PSOE), considera “un engaño y una falta de respeto a los sevillanos” que siga en el cargo y resalta que su único gran logro en seis años “ha sido no generar ninguna polémica en su gestión”.

Es ya el candidato de su partido pese a que todavía no ha habido una proclamación oficial, aunque para eso se dio por bueno un paseo por el centro y una cerveza con el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno. ¿Por qué se eligió visualizarlo así?

Es verdad que todavía no ha habido una nominación oficial por parte del Comité Electoral Nacional, que es quien tiene la competencia, pero la dirección provincial y la regional se han puesto de acuerdo en que la mejor alternativa para recuperar la Alcaldía de Sevilla soy yo, lo cual a mí me produce mucho orgullo. Yo estoy eternamente agradecido tanto a mi presidente nacional como al presidente regional del partido. Y bueno, el paseo fue por una reunión que mantuve previamente con el presidente de la Junta de Andalucía y nos dimos ese paseo, tampoco respondía a nada más.

¿Por qué esa excepción del partido con su caso?

Porque en ninguna otra capital de España se da la circunstancia que se vive en Sevilla, donde hay un alcalde que ha pegado una espantada porque es candidato a la Junta y ha dejado al Ayuntamiento de Sevilla en una situación insostenible. Eso no pasa en ninguna otra capital, y por eso el presidente de la Junta tenía claro que había que hacerlo ya. Y así se lo manifestó al presidente nacional.

En el Ayuntamiento de Sevilla se ha instalado una sensación de interinidad, de fin de ciclo, ¿es un escenario que le conviene?

A mí lo que me convendría es que las elecciones municipales fuesen mañana para que los sevillanos votaran por un cambio para esta ciudad, porque le hace mucha falta. Lo que no se merecen los ciudadanos es un alcalde que no está a tiempo completo, que no es alcalde de Sevilla las 24 horas y que está a tiempo parcial. Sevilla vive ahora una situación de dejadez, de desidia y de abandono que se nota en cualquier rincón de la ciudad. Eso no es lo que nos merecemos los sevillanos, así que yo quiero ser el alcalde que los sevillanos necesitan. Voy a utilizar estos más de 570 días que faltan para las elecciones para patear calle a calle y para ejercer como el alcalde que los sevillanos no tienen.

¿Es usted el candidato que ha impuesto el partido en Madrid desde Génova? Porque ese fue el cartel que le pusieron en el proceso hasta su designación, en el que se vivieron muchas tensiones en su partido.

Bueno, por definición y por estatutos es Génova quien decide, quien nombra, quien nomina a los 52 candidatos de capitales de provincia, son una competencia clarísima de la dirección nacional del Partido. Si eso es imposición de Génova... Yo no creo que lo haya sido en absoluto. Fue la presidenta provincial, Virginia Pérez, quien hizo la propuesta y quien consideró primero que yo era la mejor alternativa para recuperar la Alcaldía de Sevilla. Y bueno, creo que tanto el presidente regional como el presidente nacional coincidieron en que efectivamente la mejor alternativa era yo. Nunca hubo otra hoja de ruta.

No soy ni de Casado, ni de Moreno, ni de Pérez, soy del PP. Milito en el PP desde 1990 y estoy orgulloso de pertenecer al PP

¿Usted entonces es un hombre de Pablo Casado, de Juan Manuel Moreno o de Virginia Pérez?

Yo soy un hombre del PP y de mi presidente nacional, de mi presidente regional y de mi presidenta provincial. No soy ni de Casado, ni de Moreno, ni de Pérez, soy del PP. Milito en el PP desde 1990 (me afilié en el Congreso de Sevilla) y estoy orgulloso de pertenecer al PP. 

También le han puesto el cartelito de que es un hombre de Juan Ignacio Zoido...

Tengo una magnífica relación con Zoido y un magnífico concepto de su gestión, porque le tocó un momento muy malo, se encontró con un Ayuntamiento con una deuda de más de 700 millones de euros que le tocó sanear en el peor momento económico de nuestra historia democrática. Y cuando llegaron las elecciones municipales se encontró con que veníamos de los movimientos del 15M y hubo una fragmentación del voto. 

¿En qué se parecería y en qué se diferenciaría de Zoido, que ha sido el último alcalde que ha tenido el PP?

Mire, creo que el alcalde de Sevilla tiene que ser honesto, y Juan Ignacio Zoido lo es. Evidentemente tiene que ser cercano: lo era Zoido y creo que también lo soy yo. Tiene que ser reivindicativo y tiene que ser inconformista. Y tiene que tener también capacidad de liderazgo, porque eso se nota en que una de las cosas que le falta a Sevilla es un proyecto de ciudad. En los 12 años que he sido alcalde he estado en la calle, he llamado a la puerta de los que tenían algún problema, me he paseado en moto... y eso lo voy a seguir haciendo. Si esa es la comparación con Juan Ignacio, pues sí, pero es lo que he hecho toda la vida como una persona responsable.

Tras el congreso provincial de primavera tan tenso, ¿ya hay unidad o todavía queda trabajo por hacer?

Ahora mismo no hay problemas, se ha producido una integración prácticamente completa tras una tensión que ocurre siempre en los partidos políticos cuando hay más de una candidatura, que a lo mejor se habla un poco más alto de la cuenta. Pero bueno, también se nos critica muchas veces cuando solo hay una candidatura, entonces nos dicen que hacemos un congreso monolítico.

¿Su primera tarea como candidato ha sido calmar las aguas dentro del partido en Sevilla?

El partido en este momento está al completo en torno a la presidenta provincial, a nuestro presidente regional y a nuestro presidente nacional. Y entiendo que el partido, en el momento que se dé el pistoletazo de salida a la campaña electoral, va a estar en torno a José Luis Sanz. Todo el partido tiene en este momento claro que hay tres prioridades: primero, ganar las próximas elecciones autonómicas cuando se convoquen; segundo, recuperar la Alcaldía de Sevilla en las elecciones municipales y que el partido saque unos mejores resultados en la provincia de forma sustancial; y tercero, que en las elecciones generales podamos quitar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

Pero San Telmo y San Fernando se han quejado de injerencias de la dirección nacional en los congresos provinciales del PP en Andalucía. Y en el caso de Sevilla, personas próximas a Moreno han afeado a García Egea que con estos movimientos pusiera en riesgo la estabilidad del Gobierno andaluz. ¿Cómo lo ve?

Esa polémica está muy sobredimensionada. Creo que la dirección nacional del partido tiene la obligación de organizar el partido desde el punto de vista territorial, como también que la dirección regional también tiene mucho que decir en la organización territorial del partido en Andalucía. Y creo que las dos direcciones han llegado a acuerdos en las ocho provincias andaluzas. De hecho, me consta que el señor García Egea y el señor Bendodo tienen una magnífica relación que no se corresponde con esa polémica.

Venimos de una etapa del partido en la que la dirección nacional desgraciadamente se ha ocupado muy poco de la organización territorial del partido, en las comunidades autónomas y en las provincias

¿Cree que Génova ha tutelado demasiado los congresos provinciales?

Creo que no, y creo que Génova lo único que ha hecho es intentar dar su punto de vista en cada una de las organizaciones provinciales, igual que ha hecho Andalucía. Seguramente una de las cosas que pasa es que venimos de una etapa del partido en la que la dirección nacional desgraciadamente se ha ocupado muy poco de la organización territorial del partido, en las comunidades autónomas y en las provincias. Y por eso ha chocado un poquito más que ahora haya querido opinar o poner encima de la mesa algunos temas, pero porque veníamos de esa etapa en la que la organización territorial del partido no era una prioridad para nuestra dirección nacional.

¿Entonces es que Génova se ha puesto más firme en todo el territorio?

Es que Génova tiene mucho que decir en la organización territorial del partido, igual que San Telmo tiene mucho que decir en la organización territorial del partido en Andalucía, porque se juegan mucho los dos.

Hablando de San Telmo, ¿cree que habría que adelantar elecciones en Andalucía? 

Comparto la decisión del presidente de la Junta de no adelantar elecciones, creo que es muy importante para el crecimiento económico de nuestra comunidad autónoma la estabilidad política.

Y siguiendo con el símil andaluz, ¿el PP debería ofrecerse a negociar el presupuesto del Ayuntamiento de Sevilla como ha hecho el PSOE con el de la Junta?

Son situaciones totalmente diferentes. Por un lado, a nivel regional el señor Espadas se plantea apoyar unos presupuestos que están funcionando en Andalucía, que están consiguiendo que Andalucía crezca desde el punto de vista económico, que se cree empleo y que sea una una comunidad autónoma atractiva para la inversión que nos viene de fuera. El señor Espadas debería apoyar estos presupuestos porque están consiguiendo unos resultados clarísimos y evidentes a nivel andaluz. La situación en Sevilla es otra, porque lo que plantea el PSOE en Sevilla es que apoyemos unos presupuestos que no están funcionando en nuestra ciudad, unos presupuestos que lo que han conseguido es esta situación de abandono, de desidia y de dejadez que se percibe en cualquier rincón de Sevilla. El PP está analizando estos presupuestos, pero es clarísimo que después de seis años no están funcionando.

¿Le hubiera gustado enfrentarse a Espadas por la Alcaldía? 

Espadas se tiene que ir cuanto antes por respeto a los sevillanos. Me parece una falta de respeto a los ciudadanos y un engaño porque ya no tiene la cabeza en Sevilla, tiene que dar un paso atrás y dedicarse a ser candidato a la Junta Andalucía.

Yo no quiero ser un alcalde de ideología ni de izquierdas o derechas. Como alcalde no voy adoctrinar a los sevillanos, voy a aportar hechos y gestión

¿Sevilla es una ciudad de izquierdas o de derechas?

No creo que Sevilla tenga ideología. Los sevillanos lo que quieren es que su ciudad esté limpia, ordenada, que tenga las infraestructuras adecuadas y que tenga un proyecto de futuro. Todo eso no es ni de izquierdas ni de derechas. Yo no quiero ser un alcalde de ideología ni de izquierdas o derechas. Como alcalde no voy adoctrinar a los sevillanos, voy a aportar hechos y gestión.

¿La clave en las elecciones va a estar en fidelizar el voto del PP o en captar apoyos que ahora tienen otros partidos?

Es un popurrí de muchas cosas. No te puede fallar tu voto, hay que recuperar el voto que perdimos desde las últimas elecciones municipales. Y evidentemente, aspiro en estos días que quedan a convencer a muchísimos sevillanos que no nos votaron a que apuesten por mi candidatura porque voy a presentar el mejor proyecto para la ciudad.

¿Dónde tienen más opciones de pescar, en las aguas de Cs o en las del PSOE?

Aspiro a pescar votos en el electorado de Cs y en el del PSOE. Creo que hay mucho votante socialista que piensa lo que pienso yo, que la ciudad está abandonada, que nos hemos olvidado de que tenemos a cinco de los barrios más pobres de España, que vivimos de espaldas a esa realidad y que tenemos un importantísimo déficit de infraestructuras, con proyectos de los que llevamos hablando eternamente pero que nunca se empiezan o no se rematan. Hay mucho votante socialista que quiere cambiar Sevilla y que la ve como una ciudad con posibilidades infinitas, y espero que entonces apueste por la opción de José Luis Sanz.

Las encuestas pregonan un hundimiento de Cs y que para que le salgan las cuentas como alcalde necesitaría a Vox. ¿Se sentiría cómodo con este apoyo?

Hablar ahora de esa aritmética es muy complicado, ese debate en todo caso surgiría después de las elecciones. Yo aspiro a convencer en el menor tiempo posible al mayor número de sevillanos para que apuesten por la candidatura, por el proyecto de José Luis Sanz para Sevilla. Y me gustaría transmitir también a todos esos sevillanos la importancia que en la gestión municipal tiene la estabilidad política, porque al final se traduce siempre en estabilidad económica y social. Por eso, pretendo conseguir una mayoría suficiente que me permita gobernar Sevilla con estabilidad.

Nos vamos entonces al ejemplo autonómico: ¿se puede definir como moderado un Gobierno que se apoya en un grupo parlamentario como Vox?

Juanma Moreno en ese sentido nos está dando un ejemplo. Matemáticamente necesita los apoyos tanto de Cs como de Vox, pero creo que nos está dando un ejemplo de que se puede gobernar con esa aritmética sin escorarse ni hacia un lado ni hacia otro, está haciendo una magnífica gestión desde el centro político que se va a traducir en muchos votos en las próximas autonómicas. Está demostrando que, aunque aritméticamente depende de otras fuerzas políticas, se puede hacer una magnífica gestión sin centrarnos en las ideologías, sin pretender adoctrinar a nadie y basándonos en los hechos y en la gestión. Lo digo mucho, esa revolución de las promesas cumplidas que Juanma Moreno está llevando a cabo en Andalucía es lo que quiero hacer en Sevilla.

Vox es un partido que evidentemente está más a la derecha del PP pero al que respeto, igual que respeto la ideología de Unidas Podemos

Entonces, para usted, ¿Vox es o no es un partido de extrema derecha?

Bueno, no es un partido de extrema derecha, como tampoco me parece que Podemos sea un partido de extrema izquierda. Es un partido que evidentemente está más a la derecha del PP pero al que respeto, igual que respeto la ideología de Unidas Podemos. Son muy comparables, los dos están en dos extremos: uno está más a la izquierda del PSOE y otro más a la derecha del PP. Y eso es muy respetable.

Centrándonos en cuestiones de la ciudad, ¿cree que Sevilla sufre una gran presión turística que hay que regular o al revés, que hay margen todavía de crecimiento? 

Creo que hay margen de crecimiento, pero que hay que ordenar efectivamente el turismo que viene a nuestra ciudad. El turismo es nuestra principal industria. Ojalá en Sevilla tuviéramos más fábricas de aviones y más astilleros, pero lo cierto es que nuestra principal industria es el turismo. Eso sí, creo que hay que apostar por un turismo de calidad y ahí todavía hay margen de crecimiento, pero efectivamente hay mucho que ordenar y hay que buscar el equilibrio con el vecino. Al final, Sevilla tiene que ser una ciudad no solo para visitarla, sino también para vivir y para trabajar.

¿Considera que hay una saturación de pisos turísticos?

Lo de los apartamentos turísticos hay que ordenarlo porque veo que han tocado techo. Y si algo hemos visto en esta maldita pandemia es la cantidad de hoteles nuevos que han abierto en Sevilla, que tienen previsto o que se han reformado.

¿Y hay un exceso de veladores en la vía pública?

En este momento creo que era lógico flexibilizar la cuestión debido a la circunstancia que hemos vivido, porque la hostelería también es otra industria de la que vivimos. Insisto, ojalá tuviéramos más fábricas de aviones y más astilleros, pero tenemos la hostelería, que es una industria muy importante de esta ciudad que hay que cuidar. Ha habido que flexibilizar, pero ahora habrá que ir recuperando poco a poco la situación anterior.

¿Apuesta por la peatonalización de calles? 

Sí, si se dan alternativas. A mí me gusta, y creo que Sevilla tiene que seguir peatonalizando muchas calles siempre y cuando terminemos algunas infraestructuras importantes. El caso más claro es el Metro, pero también hay que hacer más aparcamientos subterráneos, faltan muchos. Hay que seguir peatonalizando, sí, pero vamos a hacer primero plazas de aparcamiento. Lo que no podemos es decirle al sevillano que venga al centro en bicicleta desde Felipe II o Santa Aurelia, necesita un transporte público adecuado o aparcar su coche en los alrededores del casco histórico.

¿Qué le parece el Plan Respira, que blindará el centro ante los coches?

Digo lo mismo: si no hay alternativas de transporte público y no hay nuevas plazas de aparcamiento, no le veo sentido a este plan. Podría ser un proyecto interesante, siempre y cuando terminemos esas infraestructuras que nunca se terminan en Sevilla.

Otro debate que nunca termina es el de Queipo de Llano, ¿cree que habría que sacarlo de la basílica de la Macarena?

Esa es una decisión de la hermandad y de quien tenga esa responsabilidad.

Pero el pleno del Ayuntamiento aprobó una moción reivindicando que no siga en la Macarena.

Insisto en que lo primero es que hay que respetar la decisión de la hermandad. Y luego hablamos de una competencia autonómica, supongo que si Susana Díaz hubiera sospechado en su momento que la presencia de la tumba de Queipo de Llano en la Macarena incumplía la ley, lo hubiera sacado. Si no lo hizo Susana Díaz en los años que estuvo gobernando en Andalucía es que supongo que no incumple la ley.

Pero personalmente, como creyente y como cofrade, ¿no le molesta que Queipo de Llano siga en la Macarena?

A mí como cofrade no me afecta en absoluto que esté en la basílica porque soy hermano de San Isidoro y de la Candelaria.

La Ley de Memoria Histórica es una mala ley. Yo hubiera apostado más por una ley de concordia, pero no por seguir abriendo las heridas o intentar reescribir la historia, que es lo que se está haciendo

¿Ni en aplicación de la Ley de Memoria Histórica?

La Ley de Memoria Histórica me parece una mala ley, debería haber servido para cerrar heridas y no para volver a abrirlas, que es lo que está consiguiendo. Yo hubiera apostado más por una ley de concordia, pero no por seguir abriendo las heridas o intentar reescribir la historia, que es lo que se está haciendo actualmente. Yo cuento mucho que cada uno de mis abuelos estuvo en un bando en la guerra, y en mi vida ninguno de ellos (que se llevaban por cierto estupendamente) me contó nunca una batallita sobre la guerra, porque los dos eran de una generación que tenía muy claro que había que pasar página.

En otro sentido, uno de los pilares del PP en la Junta son los anuncios de rebajas de impuestos, ¿piensa hacer lo mismo si es alcalde? El Ayuntamiento ahora presume de que Sevilla tiene una de las imposiciones más baja de las grandes capitales.

Creo que hay margen todavía para bajar impuestos municipales. Gracias al saneamiento que hizo Juan Ignacio Zoido el Ayuntamiento no tiene una mala situación económica y, por tanto, hay margen para bajar impuestos.

Pero eso significaría tener menos ingresos, ¿por qué vía los compensaría?

Eso significa fundamentalmente obligar a los responsables municipales a que hagan una gestión eficaz y eficiente con los recursos de los que se dispone. Creo que hay mucho margen todavía para bajar impuestos, pero que hay que reorganizar muchas cosas. La maquinaria del Ayuntamiento, por ejemplo, está un poco sobredimensionada y habría que organizar alguna que otra cosa al igual que en las empresas públicas, hay que reorganizar Lipasam y Tussam, que no funcionan bien.

Al margen de la valoración que le merece la gestión actual, ¿con qué proyecto de Espadas de los últimos seis años se quedaría?

Lo digo mucho: la frase que mejor define al señor Espadas es ni una mala palabra, ni una buena acción. ¿Algún proyecto? No sé decir… Su gran logro ha sido ese, ni una mala palabra ni una buena acción. Y no generar ningún tipo de confrontación o crispación política, eso sí es verdad. El único gran logro de Espadas ha sido no generar ninguna polémica en su gestión. Pero eso es lo único. Su gran especialidad además ha sido coger proyectos que se encontró de la época de Zoido prácticamente para acometer, y pongo el ejemplo de Altadis y la Gavidia, guardarlos en un cajón, dejarlos que se enfriaran y sacarlos hace poco dándoles un lavadito de cara haciendo ver que son suyos. Por ejemplo, aquella gran promesa electoral de la ampliación del tranvía hasta El Corte Inglés de Nervión sigue sin empezar, y ya no lo va a hacer este año. Pues esa era una de sus grandes promesas, que también ha quedado en nada.

Por cierto, ¿el proyecto del tranvía le gusta?

No, yo no soy partidario de los tranvías. Creo que en esta ciudad, por sus características, una red de tranvías no es la solución al transporte público.

En este sentido, ¿es de borrón y cuenta nueva? Si fuese alcalde y le diese tiempo, ¿eliminaría el tranvía?

No. Hay muchas cosas que no me gustan, pero yo no quiero ser alcalde de Sevilla para revisar lo que han hecho los anteriores, hay que mirar para adelante y al futuro. Pero evidentemente, si de mí hubiera dependido, no habría planteado una ampliación del tranvía, sino de líneas de Metro. Sevilla es una ciudad de Metro, no de tranvías.

¿Y qué opinión le merecen otros proyectos urbanísticos que en su momento fueron muy polémicos, como la Torre Sevilla o las Setas de la Encarnación?

Creo que la Torre Pelli está bien donde está y que se ha convertido también en otro emblema de la ciudad prácticamente. Y sobre las Setas, me parecen un buen proyecto en un sitio inadecuado. Nosotros en su momento criticamos aparte del sitio la desviación presupuestaria que tuvo aquel proyecto, que fue un disparate, porque entre otras cosas dejó arruinada a la propia Gerencia de Urbanismo. Pero hoy día hay que reconocer que también se han convertido en un reclamo turístico de la ciudad, por lo cual, bienvenidas sean.

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