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Sobre este blog

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

El CABD, un quinceañero con un futuro lleno de retos

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Fernando Casares

Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) —

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Los seres vivos somos un poco como una máquina de vapor, o un ordenador: utilizamos combustibles (los alimentos) para hacer cosas (generando calor). Cosas como andar, nadar o volar, o pensar. Pero hacemos también cosas muy especiales (y quizá únicas en el universo?): cambiamos: de color, como los camaleones, que reaccionan a los colores de su ambiente; de orientación, como las plantas respecto al sol; de acera, si buscamos la sombra. Cambiamos a lo largo de la vida: envejecemos. Y Cambiamos también a lo largo de tiempos mucho más largos: los seres vivos evolucionamos: los antepasados terrestres de los hipopótamos también fueron los antepasados de las ballenas; los tátara-tatara-abuelos de los chimpancés fueron también nuestros tátara-tatara-abuelos.

Pero quizá una de las propiedades que más nos distinguen de las máquinas es que los seres vivos, además, nos autoconstruimos autoconstruimos (a partir de un huevo u óvulo), y nos autoreparamos como ocurre con las heridas, o con la regeneración de órganos dañados (una capacidad que algunos animales poseen y que los seres humanos tenemos muy limitada). Todos estos procesos de cambio (envejecimiento, evolución, regeneración) están relacionados a esa capacidad de autoconstrucción de los seres vivos. Y de una forma u otra, las investigadoras e investigadores del CABD (Centro Andaluz de Biología del Desarrollo) trabajan para comprender cómo los seres vivos nos autoconstruímos, nos reparamos y cambiamos a lo largo de la evolución.

Ha sido este proyecto común y la energía de todos en el CABD la que ha llevado a conseguir la distinción de Unidad de Excelencia María de Maeztu -una distinción que, junto a los Centros Severo Ochoa, identifican a organismos de investigación cuyo trabajo está en la frontera del conocimiento en sus respectivas áreas, al más alto nivel internacional.

En ese proceso de autoconstrucción que es el Desarrollo Embrionario (y aquí está la “D” del “CAB-D”) las células de nuestro cuerpo se hablan, utilizando un lenguaje de señales químicas, físicas y eléctricas, para ponerse de acuerdo durante la construcción de los órganos (esta comunicación se ve alterada durante el envejecimiento y a veces, durante la enfermedad, es pura cacofonía). La Unidad María de Maeztu del CABD tiene como objetivo desentrañar cómo esas sociedades de células trabajan coordinadamente.

Los programas de investigación en la Unidad (y en el CABD, en general) tienen una serie de características que los hacen especiales. Éstas incluyen la utilización de muchos modelos experimentales (desde bacterias a ratones pasando por un zoológico de otras especies -y, para nuevas preguntas, se están estableciendo nuevos modelos), la utilización de técnicas de microscopía avanzada para ver qué hacen las células en vivo y en directo, los experimentos de técnicas ómicas, en las que se pregunta a las células qué información de su genoma están utilizando en cada momento, y la capacidad para la manipulación genética fina, con las que se modifica el genoma o su utilización con el fin de descifrar la información que ese genoma contiene.

Por ejemplo, para investigar el proceso de envejecimiento se está utilizando una especie de pez tropical, el killifish, que de forma natural envejece muy rápido (su ciclo vital está acelerado para poder “encajar” desarrollo, reproducción y envejecimiento en la corta estación lluviosa). Para conocer los mecanismos de cómo los órganos regeneran tras una lesión, se investiga en una especie de insecto que es capaz de “re-crecer” de nuevo sus patas en tan solo seis días. Para comprender las causas genéticas de algunas enfermedades humanas se recrean las alteraciones genéticas en ratones, donde es posible aplicar herramientas de investigación imposibles en humanos.

Una de las grandes ventajas de la distinción María de Maeztu es que el CABD tiene nuevas herramientas para implementar su “plan estratégico”. Y con estas herramientas, la Unidad ha apostado por tres direcciones: la primera, la de aumentar la capacidad de digerir grandes cantidades de datos, en una era del “big-data” biológico (y el CABD es un gran productor de big-data) creando un área específica de biocomputación. La segunda, la de acercar la física y la ingeniería a la investigación del centro. Y la tercera (y necesaria para las anteriores), la atracción de talento y, en particular, de talento joven. Solo en los últimos dos años se han establecido en el CABD los grupos de cuatro investigadores permanentes, tres grupos en “la incubadora de talento” del CABD (las posiciones denominadas “trampolín”) y algunos investigadores e investigadoras postdoctorales que están llevando a cabo proyectos fascinantes.

Para el CABD, el futuro a la vista está lleno de retos. Retos como avanzar en la igualdad de género, aumentar la colaboración con el tejido productivo, contribuir más a la formación de jóvenes investigadoras e investigadores, acercar aun más la ----ciencia a la sociedad y mantener la excelencia científica. Pero afrontar cada uno de estos retos es parte del proceso de autoconstrucción, de regeneración y de cambio del CABD. Casi como un organismo vivo.

Para más información, visitad http://www.cabd.es/es-home.html y http://cellcollectives.com

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El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.

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